El avión C-130 Hércules que España desplegaba en Dakar para el apoyo a las operaciones en Malí, iniciaba sus actividades en este país africano el día 29 de Enero (la Initial Operational Capability –IOC.- fue declarada tan solo 48 horas después de la llegada del avión a Dakar, por lo que la primera misión pudo realizarse enseguida), con el transporte de efectivos de las Fuerzas Armadas francesas desde la capital de Senegal hasta Bamako. Todo había comenzado el 18 de ese mes, cuando el Gobierno autorizó, entre otras medidas, el despliegue de un Hércules del Ala 31 para apoyo de las operaciones que la comunidad internacional está desarrollando en Malí. La contribución española, que se produjo a petición de Francia, estaba enmarcada dentro del compromiso europeo de promover la seguridad en la Zona del Sahel y fomentar la cooperación en materia de seguridad entre los países de la región. Además de Francia y España, EE.UU., Canadá, Reino Unido, Bélgica y Dinamarca, desplazarán capacidades militares a la zona para apoyar al Gobierno de Malí en su lucha con la insurgencia.
Los componentes del destacamento habían llegado a Dakar tres días antes, procedentes de la base aérea de Zaragoza. El Hércules se desplazó con 30 militares y el equipo básico para la instalación del destacamento. Seis días después, el 1 de Febrero, el Ejército del Aire envió otro C-130 -que posteriormente regresó a España- con material logístico y 17 personas. Este segundo grupo integrado en el destacamento estaba formado por personal del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA.), de Zaragoza, y del Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA.), de Morón (Sevilla), realizándose después más vuelos de sostenimiento a Dakar, necesarios para cumplir los tres meses de misión establecidos por el Gobierno. El primer contingente del “Destacamento Marfil”, desplegado por un mínimo de tres meses, estaba compuesto por: Un comandante jefe de la misión, dos tripulaciones completas de Hércules -formadas por un piloto, un copiloto, un navegante, un mecánico de vuelo y dos supervisores de carga cada una-, dos equipos operativos del EADA. encargados de la seguridad, un equipo de la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue (UMAAD.) como apoyo médico hasta nivel Role-1 y un equipo del GRUMOCA para establecer las comunicaciones seguras del contingente con España. En total, el destacamento iba a contar con 50 efectivos.
Además del transporte de tropas francesas, el destacamento estableció un puente aéreo con Bamako para el traslado de tropas y material de los países africanos de la CEDEAO. que participen en la fuerza que se va a crear en Malí (AFISMA., African-led Force in Support to Mali): En Septiembre de 2.012, las Naciones Unidas aprobaron la Resolución 2.085 que pedía la restauración completa del orden constitucional y la integridad territorial de Malí y urgía a las naciones miembro a proporcionar apoyo a la Misión Internacional de Apoyo a Malí con Liderazgo Africano en su lucha contra-terrorista.
No obstante, según indicó el ministro de Defensa en el Pleno del Congreso de los Diputados, el C-130 no iba a realizar misiones de evacuación médica de heridos, ya que no dispone de los medios necesarios para ello.
Tras dos semanas de iniciarse el despliegue, el día 5 de Febrero se alcanzaba la Final Operational Capability (FOC.): El destacamento Marfil quedaba totalmente operativo.
El destacamento español se ubicaba en la parte militar del aeropuerto de Dakar-Ougam, conocida como “Base Aérea 160”, donde tiene su sede el Cuartel General francés en la operación “Serval”. La mayoría de los 47 miembros del destacamento se encargan de la operación y seguridad de la aeronave y pertenecen al Ala 31 de Zaragoza. Además, hay un oficial de enlace con el cuartel general del mando de las operaciones aéreas, que se ha establecido en Yamena (Chad).
Los Hércules del Ala 31 constituyen la columna vertebral de la aviación de transporte militar española. Pueden realizar tomas y despegues en pistas cortas de tierra, y transportar grandes cargas, tanto de personal como de material. Un destacamento del Ala 31 opera con esta misma aeronave desde la base aérea de Herat, en Afganistán. También ha participado en numerosas misiones humanitarias, en auxilio de regiones asoladas por catástrofes o crisis. Su primera misión en África se remonta a 1.975, cuando se trasladó un cargamento de alimentos y medicinas a Níger y, curiosamente, también a Malí, hace 38 años.
El avión se ha sometido recientemente un programa de modernización que permitirá prolongar su vida operativa y que ha supuesto la renovación de los equipos de aviónica, comunicaciones, autoprotección, combustible y cisterna de reabastecimiento, piloto automático digital y GPS.
Por su parte, la Misión de la Unión Europea se denomina “EUTM. Malí” y es una misión de entrenamiento de tropas africanas para combatir a los grupos yihadistas. España participará con entre 40 y 50 militares instructores, con un coste para nuestro país de 3,8 millones de euros.
Los componentes del destacamento habían llegado a Dakar tres días antes, procedentes de la base aérea de Zaragoza. El Hércules se desplazó con 30 militares y el equipo básico para la instalación del destacamento. Seis días después, el 1 de Febrero, el Ejército del Aire envió otro C-130 -que posteriormente regresó a España- con material logístico y 17 personas. Este segundo grupo integrado en el destacamento estaba formado por personal del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA.), de Zaragoza, y del Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA.), de Morón (Sevilla), realizándose después más vuelos de sostenimiento a Dakar, necesarios para cumplir los tres meses de misión establecidos por el Gobierno. El primer contingente del “Destacamento Marfil”, desplegado por un mínimo de tres meses, estaba compuesto por: Un comandante jefe de la misión, dos tripulaciones completas de Hércules -formadas por un piloto, un copiloto, un navegante, un mecánico de vuelo y dos supervisores de carga cada una-, dos equipos operativos del EADA. encargados de la seguridad, un equipo de la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue (UMAAD.) como apoyo médico hasta nivel Role-1 y un equipo del GRUMOCA para establecer las comunicaciones seguras del contingente con España. En total, el destacamento iba a contar con 50 efectivos.
Además del transporte de tropas francesas, el destacamento estableció un puente aéreo con Bamako para el traslado de tropas y material de los países africanos de la CEDEAO. que participen en la fuerza que se va a crear en Malí (AFISMA., African-led Force in Support to Mali): En Septiembre de 2.012, las Naciones Unidas aprobaron la Resolución 2.085 que pedía la restauración completa del orden constitucional y la integridad territorial de Malí y urgía a las naciones miembro a proporcionar apoyo a la Misión Internacional de Apoyo a Malí con Liderazgo Africano en su lucha contra-terrorista.
No obstante, según indicó el ministro de Defensa en el Pleno del Congreso de los Diputados, el C-130 no iba a realizar misiones de evacuación médica de heridos, ya que no dispone de los medios necesarios para ello.
Tras dos semanas de iniciarse el despliegue, el día 5 de Febrero se alcanzaba la Final Operational Capability (FOC.): El destacamento Marfil quedaba totalmente operativo.
El destacamento español se ubicaba en la parte militar del aeropuerto de Dakar-Ougam, conocida como “Base Aérea 160”, donde tiene su sede el Cuartel General francés en la operación “Serval”. La mayoría de los 47 miembros del destacamento se encargan de la operación y seguridad de la aeronave y pertenecen al Ala 31 de Zaragoza. Además, hay un oficial de enlace con el cuartel general del mando de las operaciones aéreas, que se ha establecido en Yamena (Chad).
Los Hércules del Ala 31 constituyen la columna vertebral de la aviación de transporte militar española. Pueden realizar tomas y despegues en pistas cortas de tierra, y transportar grandes cargas, tanto de personal como de material. Un destacamento del Ala 31 opera con esta misma aeronave desde la base aérea de Herat, en Afganistán. También ha participado en numerosas misiones humanitarias, en auxilio de regiones asoladas por catástrofes o crisis. Su primera misión en África se remonta a 1.975, cuando se trasladó un cargamento de alimentos y medicinas a Níger y, curiosamente, también a Malí, hace 38 años.
El avión se ha sometido recientemente un programa de modernización que permitirá prolongar su vida operativa y que ha supuesto la renovación de los equipos de aviónica, comunicaciones, autoprotección, combustible y cisterna de reabastecimiento, piloto automático digital y GPS.
Por su parte, la Misión de la Unión Europea se denomina “EUTM. Malí” y es una misión de entrenamiento de tropas africanas para combatir a los grupos yihadistas. España participará con entre 40 y 50 militares instructores, con un coste para nuestro país de 3,8 millones de euros.
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