De FMC a JCVR, con todo respeto y admiración.
“Ningún
piloto fallece. Únicamente has de mirar al cielo y fijarte: ¿Ves todas aquellas
estrellas? Ahí les tienes. Siempre en su cielo…”.
Los aviones son máquinas
–manejadas, eso sí, por manos expertas, veteranas, con miles de horas de vuelo
acumuladas-, pero máquinas al fin y al cabo. Un fallo técnico, una avería, una
respuesta no adecuada significa una única cosa a miles de pies de altura, donde
no hay segundas oportunidades… En esos momentos, estos aparatos se convierten
en letales. Éste es el dramático y trágico historial de uno de los modelos que
integran nuestras Fuerzas Aéreas, el Dassault Mirage F-1: Un
aparato efectivo pero, en demasiadas ocasiones, mortal para aquéllos que lo
pilotaban. Vaya en este artículo nuestro recuerdo y más sentido homenaje:
10 de
Marzo de 1988:
El Teniente
Coronel del Ejército del Aire José Carlos Vargas de la Rúa fallecía al
estrellarse en las proximidades de Épila (Zaragoza) el avión F-1 que pilotaba,
perteneciente al Ala 14 de la base aérea de Los Llanos (Albacete). Un camionero
que circulaba por el lugar fue el primero en alertar a la Guardia Civil de la
localidad próxima de La Almunia de doña Godina del siniestro. Efectivos del
Cuerpo de esa localidad avisaron, a su vez, al cuartel de Épila, cuyos miembros
salieron en busca del aparato siniestrado, que al parecer se dirigía de
Zaragoza a Albacete.
Sobre las 15:00
horas era localizado el F-1 en el paraje conocido como Marinero, a unos cuatro
kilómetros de Épila. Los restos del avión, que resultó totalmente destruido,
quedaron esparcidos por el lugar, según fuentes de la Benemérita…
Miembros de la
Guardia Civil de Épila hallaron al Teniente Coronel, sin vida, colgado de un
olivo y con el paracaídas puesto aunque sin abrir. La forma en que fue encontrado
hizo concluir que el piloto -único ocupante del avión- saltó del aparato al
observar posiblemente alguna anomalía (algunos vecinos de Épila aseguraban
haber observado un avión que sobrevolaba el pueblo a baja altura y con
dificultades), pero que no se le abrió el paracaídas, o bien que saliera
despedido del aparato.
Representantes
del ejército del Aire se desplazaron al lugar y se procedió a acordonar la
zona. El Tcol. Vargas, de 48 años, estaba casado y tenía cuatro hijas. En la
base de Los Llanos era la segunda autoridad como jefe de las fuerzas aéreas. Tenía
en su haber más de 4.000 horas de vuelo y, casi con toda seguridad, hubiera
ascendido a coronel en Mayo de ese año…
“Un gran profesional de la Aviación
española, Arma que ha celebrado hace muy poco, con la brillantez merecida, uno
de sus redondos aniversarios, el teniente coronel don José Carlos Vargas de la
Rúa, ha perecido víctima de un accidente a bordo del avión de combate F- 1 que
tripulaba. Ni su destreza, ni su coraje, han podido librarle del infortunio”
(Joaquín Calvo-Sotelo: “Teniente de Aviación”. “ABC” –Cartas al
Director-, Martes 15 de Marzo de 1.988, página 14).
13 de
Junio de 1989:
Otros dos Mirage F-1 se estrellaban, de modo casi
simultáneo, cuando realizaban ejercicios de entrenamiento rutinarios en el
polígono de tiro de Las Bardenas Reales (Navarra). Los dos pilotos, que
saltaron en paracaídas poco antes de que los aparatos se precipitaran contra el
suelo, sufrieron lesiones leves. La simultaneidad de
los dos accidentes, entre los que transcurrieron cinco minutos como máximo,
hizo que en un primer momento se pensara que los aviones habían colisionado en
vuelo. Portavoces del Ministerio de Defensa indicaron, sin embargo, que no se
produjo contacto alguno entre los aparatos y que los accidentes ocurrieron de
forma independiente. La coincidencia de los dos siniestros produjo estupor en
medios del Ejército del Aire, donde se aseguraba ayer que un suceso de estas
Características no tiene precedentes en España. Defensa no quiso aventurar la
posible causa de los accidentes, alegando que la misma no podrá conocerse hasta
que concluyan las investigaciones abiertas por el juez instructor y por la
comisión técnica del Ejército del Aire…
Las condiciones
de visibilidad existentes en la zona eran ayer óptimas, mientras que los F-1,
adscritos al Ala 14, con base en Los Llanos (Albacete), son los cazas más
modernos del Ejército del Aire, a excepción de los F-18 recientemente
adquiridos. Expertos aeronáuticos consultados apuntaban a una deficiencia en el
mantenimiento como la hipótesis más plausible para explicar fallos mecánicos
simultáneos.
Uno de los
aviones, el pilotado por el Capitán Manuel Fernández Roca Teigell, se
estrelló a las 9:55 de la mañana, inmediatamente después de que éste comunicara
por radio que había perdido el control de la aeronave. El aparato cayó en el
campo de tiro, desde donde el oficial fue trasladado al hospital Reina Sofía de
Tudela y posteriormente a Madrid. El piloto presentaba fractura del húmero
derecho y posible fractura cervical.
El otro aparato
cayó a tierra fuera del campo de tiro, en el término municipal de Vega de
Remolino, a kilómetro y medio de la localidad aragonesa de Egea de los
Caballeros. El cazambombardero, que se estrelló en un descampado, no llevaba
ningún tipo de munición a bordo, según fuentes del Ministerio de Defensa. Su
piloto, el Teniente Coronel Sebastián Delgado Asenjo, fue trasladado al
hospital militar de Zaragoza con fractura en una pierna. La zona quedó del accidente
fue acordonada para evitar que desaparecieran los restos del avión, esparcidos
en un área de más de 200 metros. Por su parte, el alcalde de Egea de los
Caballeros, Fernando Acín, aseguraba que el accidente "pudo haber sido
un desastre, al haber caído el F-1 a 300 metros de varias granjas agrícolas y a
una hora en que los agricultores están en el campo"…
15 de
Julio de 1989:
Un caza Mirage
F-1 se estrellaba hacia la una de la tarde en una zona despoblada del término
municipal de Chinchilla (Albacete). Los dos pilotos, un comandante instructor y
un teniente, resultaron ilesos, ya que saltaron en paracaídas tras comprobar
que el tren de aterrizaje estaba averiado y que no era posible tomar tierra en
condiciones de seguridad.
El avión,
perteneciente al Ala 14 del Ejército del Aire, con base en Los Llanos
(Albacete), estaba realizando un vuelo de instrucción, consistente en
ejercicios de despegue y aterrizaje. Tras uno de los despegues, los dos
pilotos, el Comandante Juan Luis Abad Cellini, que actuaba de
instructor, y el teniente alumno Javier Gómez Bas, comprobaron que una
pata del tren de aterrizaje estaba torcida. Esta avería, según informó ayer el
Cuartel General del Ejército del Aire, "impedía tomar tierra con
seguridad".
Los pilotos
informaron de la emergencia a la torre de control de la base y le notificaron
que se dirigían hacia un área despoblada del término municipal de Chinchilla
que está restringida al vuelo y se conoce técnicamente como Delta 37. Una vez
allí, saltaron en paracaídas y dejaron que el aparato se precipitara al suelo.
El accidente no produjo daños materiales, salvo la destrucción del caza.
Efectivos de la Guardia Civil localizaron una hora después a los militares en
la zona de Fuencaliente, a unos 20 kilómetros de la localidad de Chinchilla…
Aunque
aparentemente estaban ilesos, fueron trasladados al hospital general de
Albacete, para un reconocimiento médico, siendo trasladados seguidamente al
Hospital del Aire, en Madrid, donde fueron sometidos a una revisión médica.
22 de Mayo de 1991:
Rafael Sánchez Sánchez, Capitán del Ejército
del Aire, de 28 años, fallecía en la mañana del 22 de Mayo al explotar en pleno
vuelo el F-1 que pilotaba, durante un ejercicio de vuelo nocturno al sur de la
base de Gando, en la isla de Gran Canaria. El Mirage había despegado a las 6:30
horas (5:30 hora canaria) de Gando para hacer un ejercicio de entrenamiento
nocturno, acompañado de otro Mirage F-1, que despegó unos 15 minutos más tarde.
El militar que pilotaba el segundo avión vio, cuando se encontraba a una
distancia de 77 millas de la base, que el primer aparato estallaba en el aire.
El segundo piloto pudo ver un resplandor cuando se produjo la explosión -debido
a que en ese momento (5:36 horas en las islas Canarias) todavía era de noche en
el archipiélago- e inmediatamente informó a la base de lo sucedido, regresando
a la base sin ninguna novedad.
Después de conocido el siniestro despegaron de la base de Gando un avión
Fokker-27 y un helicóptero Súper Puma, del Servicio Aéreo de Rescate (SAR),
para tratar de hallar los restos del piloto. Con el capitán Sánchez eran ya 12
los militares muertos en los cuatro accidentes de la Fuerza Aérea ese año 91.
20 de Octubre de 1992:
Dos cazas
Mirage F-1 españoles se estrellaban a las 12:15 en la región francesa de La
Somme, al norte de París, tras colisionar en vuelo, mientras se dirigían a la
base aérea de Florennes (Bélgica). El piloto de uno de los reactores, el
Comandante José Miguel López Merino, natural de Burgos y de 38 años,
perdía la vida en el accidente, mientras que el del otro avión, el Capitán Julio
de Vargas Vidal, natural de Sevilla, saltó en paracaídas y sufrió heridas
leves. Según el Ministerio de Defensa, los aviones "se precipitaron
contra el suelo por causas todavía desconocidas".
Los primeros
indicios apuntaban a que el accidente se debió a un fallo humano, ya que el
roce entre los aviones no se hubiera producido de respetarse la distancia
mínima de seguridad para este tipo de vuelos. Fuentes del Ministerio de Defensa
se remitieron a los resultados del informe de una comisión investigadora -que
se desplazó al lugar del siniestro el mismo día del accidente- para precisar
las causas del mismo. En el momento de la colisión, los F-1 volaban a 30.000
pies de altura (unos 10.000 metros) y habían pedido permiso para iniciar la
maniobra de aproximación, por lo que se internaron en una zona de nubes bajas.
La navegación se realizaba siguiendo las normas del vuelo visual, aunque las
condiciones de visibilidad no eran muy favorables.
Los dos F-1 siniestrados
formaban parte de un grupo de cuatro –pertenecientes al Ala 22- que habían
salido a las 10:45 de la mañana de la base aérea de Los Llanos (Albacete) con
destino a la base belga de Florennes, donde iban a desplegarse hasta el día 30,
dentro de un programa de intercambio de escuadrones con la Fuerza Aérea belga.
Los otros dos F-1, que volaban inmediatamente detrás de los implicados en la
colisión, aterrizaron en la base aérea francesa de Cambral.
Los aviones
volaban en formación y, además de su carga habitual de combustible (4.200
litros), llevaban un depósito suplementario con 1.200 litros más. La prefectura
local de La Somme, en Amiens, fue la primera en anunciar que dos aviones
españoles habían colisionado en vuelo entre las localidades de Chuignes y
Dompierre. Rápidamente, las autoridades locales establecieron un perímetro de
seguridad donde cayeron los aviones, cerca de la aldea de Fontaine-les-Cappy, a
10 kilómetros al oeste de Peronne.
El capitán
Julio de Vargas, que consiguió eyectarse en paracaídas antes de que el avión se
precipitara al suelo, fue atendido el hospital regional de Amiens de
contusiones leves. A primera hora de la tarde equipos de rescate franceses
localizaron los restos del comandante José Miguel López Merino, cuyo aparato se
incendió tras la colisión. El capitán, según la nota del Ministerio de Defensa,
tiene más de 1.100 horas de vuelo, 150 en F-1; mientras que el comandante
fallecido, que deja esposa y tres hijos, tenía 2.260 horas de vuelo, 390 de las
cuales a bordo de aviones F-1.
Éste era el
primer accidente que sufrían aviones militares españoles fuera de territorio
nacional, si se exceptuaba el producido en Enero de 1987, un Aviocar del
Ejército del Aire, tras despegar del aeropuerto de Bata (Guinea Ecuatorial), en
el que murieron 22 personas.
El Mirage F-1 tiene un amplio historial de
accidentes en vuelo. A comienzos de los 70, España compró 72 aparatos a la
compañía francesa Dassault. El
Ejército del Aire ha perdido al menos una veintena de estos cazas. Ya en el momento
de la recepción de los aviones se detectaron indicios de corrosión en las
toberas.
El 20 de Julio
de ese mismo año, otro Mirage F-1 se precipitaba al suelo cuando iniciaba la
maniobra de aterrizaje en la pista de la base aérea de Los Llanos. Estos cazas
desplegados en Los Llanos y Gando (Gran Canaria) constituían la espina dorsal
de la Fuerza Aérea española, hasta la adquisición en 1984 de Ios F-18
norteamericanos.
Estaba previsto
que estos aparatos fueran sustituidos a finales de los 90 por el nuevo avión de
combate europeo (EFA), aunque la incertidumbre de este proyecto, cuyas
inversiones han sido paralizadas, puede alargar la vida de los F-1.
17 de Diciembre de 1992:
El Capitán José Manuel Sánchez Baeza fallecía cuando el Mirage que
tripulaba se estrellaba en la zona de Minaya a las cuatro y media de la tarde.
En ese mismo accidente lograba saltar a tiempo –al eyectar su asiento- el
Teniente piloto José Antonio Bautista Castaño, quien resultaba ileso…
20 de Marzo de 2002:
Un Mirage F-1 del Ala 14 caía 10:30 horas en
el pantano del Giribaile, situado en el término municipal de Canena (Jaén) sin
que se registraran víctimas, ya que el piloto pudo saltar antes del impacto. El
piloto saltó en paracaídas y cayó en el agua, por lo que pudo salvar la vida y
ya ha sido rescatado por efectivos de la Guardia Civil sin resultar herido,
después de que se solicitase también la colaboración del Cecem. El piloto del
F-1 notó cuando sobrevolaba la zona varios problemas mecánicos en el avión que
le obligaron a saltar y abandonar el aparato. El aparato volaba en formación
junto a otros tres aparatos, cuando el piloto comenzó a notar problemas
mecánicos, por lo que puso en marcha el sistema para salir propulsado y activar
el paracaídas.
El piloto cayó en el pantano del Giribaile, de
donde fue rescatado por las patrullas de la Guardia Civil que se desplazaron a
la zona tras recibir el aviso en el 062 de varios particulares que se
encontraban en el pantano y que alertaron con sus móviles de que se veía mucho
humo en el lugar del accidente.
Fuentes del Servicio de Emergencias Sanitarias
de Jaén informaron que el piloto -F. N., de 26 años- padecía una hipotermia
fuerte con traumatismo en la espalda y posible fractura en la región del hueso
sacro. Estas fuentes precisaron que ha sido evacuado en helicóptero al Hospital
militar Gómez Ulla de Madrid.
La zona por la que se encontraban esparcidos
los restos del aparato fue de inmediato acordonada por ocho patrullas de la Guardia Civil
procedentes de Rus y Ubeda, así como efectivos de la Policía Judicial.
4 de Mayo de 2004:
Un F-1 de la base aérea de Los Llanos (Albacete) sufría un accidente cuando
regresaba de una misión de reabastecimiento en vuelo en torno a las 10:45
horas. El avión perdía la comunicación con la base, por lo que se activó el
dispositivo de búsqueda y rescate con medios aéreos del Servicio de Búsqueda y
Salvamento del Ejército del Aire, de la Armada y por otros Mirage… A las 13:50
horas han aparecido los restos del avión en las cercanías de Arteaga de Arriba (Albacete).
Posteriormente, a las 15,30 horas, fue hallado el cuerpo sin vida del piloto,
el Capitán Miguel Alejandro Esteban Calonge. El capitán pertenecía al Cuerpo General del
Ejército del Aire y se encontraba destinado en el Ala desde Julio de 1.999. Pertenecía
a la L promoción de la Escala Superior de Oficiales de la Academia General del
Aire y tenía 29 años.
30
de Mayo de 2005:
Un Mirage que participaba en las
maniobras "Elite" (Electronic Warfare Live Training Exercise)
-los mayores ejercicios de las fuerzas aéreas alemanas, en las que participan
18 naciones-, se estrellaba en las cercanías de la localidad bávara de Neuburg
(cerca de Múnich), sin que hubiera que lamentar víctimas, El piloto, Teniente
integrante del 142 escuadrón "Zaragoza" del Ala 14, pudo
salvarse al accionar el asiento catapulta.
El aparato se estrelló en una zona
deshabitada, por lo que no hubo que lamentar mayores daños, El avión, que no
portaba armas, se incendió siete minutos después de despegar de Neuburg,
posiblemente por un problema de motor…
23 de Marzo de 2006:
El Ejército del Aire apuntaba a un posible “fallo técnico” como
causa del accidente del Mirage F-1 ocurrido en el término municipal de la Ronda
(Albacete). El piloto resultó ileso tras saltar de su avión en paracaídas y fue
trasladado al Hospital General de Albacete con “un pronóstico inicial de
ligera conmoción”. Los hechos, que sucedieron alrededor de las diez de la
mañana, tuvieron lugar en las inmediaciones de la autovía de Alicante (A-31),
concretamente en el término municipal de La Roda. El avión siniestrado cayó en
una zona deshabitada, por lo que no hubo que lamentar víctimas. Fuentes del
Ejército del Aire explicaron que era probable que el accidente se deba a un
error técnico, ya que fue el único avión siniestrado de los cuatro que
realizaban un vuelo de instrucción programado.
20 de Enero de 2009:
A las 10:15 hora local se producía la colisión de
dos Dassault Mirage F1 del Ala 14 del Ejército del Aire sobre la provincia de
Albacete durante un vuelo de entrenamiento. Los aviones siniestrados han sido
el monoplaza C.14-40 y el biplaza CE.14.31.
Curiosamente en 2006 otro Mirage F-1 tuvo un
accidente casi a la misma hora, las 10:15 de la mañana, también dentro de una
finca particular. El accidente se produjo en 21 de Marzo, siendo los
trabajadores de esta obra los que socorrieron en primer lugar al piloto del
aparato, un experimentado piloto del Ala 14, aunque en este caso no hubo que
lamentar la muerte del piloto. El accidente, igual que en este caso, se produjo
durante uno de los entrenamientos rutinarios.
El Ejército del Aire confirmaba las identidades de
los fallecidos:
Capitán Jerónimo José Carbonell Rodríguez,
piloto de la LVI promoción de la Academia General del Aire. Estaba casado,
tenía 29 años y era natural de Murcia. Llevaba cuatro años destinado en la base
de Los Llanos y acumulaba más de 500 horas de vuelo en el Mirage F.1.
Capitán Fernando Negrete Usón, piloto de la LII
promoción de la Academia General del Aire. Estaba casado y con dos hijos. Tenía
33 años y era natural de Zaragoza. Se trataba de un más que experimentado
piloto de F.1 con más de 1.000 horas de vuelo en el modelo.
Teniente Roberto Carlos Álvarez Cubillas,
piloto de la LIX promoción de la Academia General del Aire y alumno del curso de
pilotos de Mirage F-1. Estaba soltero, tenía 29 años y era natural de León.
El capitán Carbonell pilotaba uno de los aviones
siniestrados, y el capitán Negrete y el teniente Álvarez viajaban en el otro
aparato, que era de doble mando.
ACCIDENTES DE LOS MIRAGE F.1 ESPAÑOLES
|
||
MATRÍCULA
|
FECHA Y LUGAR DEL ACCIDENTE
|
|
CE14-26
|
07/04/1981
|
Villa de Bes
|
C14-46
|
28/09/1982
|
Alhama de Granada
|
C14-12
|
11/10/1983
|
Motril
|
C14-65
|
1/06/1984
|
|
C14-05
|
14/09/1984
|
Cuenca
|
C14-35
|
27/02/1985
|
Villasequilla de Yepes
|
C14-53
|
25/06/1985
|
Océano Atlántico cerca de Gando. Colisión con C.14-55
|
C14-55
|
25/06/1985
|
Océano Atlántico cerca de Gando Colisión con C.14-53
|
C14-25
|
29/01/1986
|
Lezuza
|
C14-02
|
10/03/1988
|
Marinero Epila
|
C14-03
|
13/03/1988
|
|
C14-32
|
13/06/1989
|
Bárdenas Reales *
|
C14-48
|
13/06/1989
|
Bárdenas Reales *
|
CE14-29
|
05/07/1989
|
Chinchilla
|
C14-39
|
15/10/1990
|
Albacete. Colisión con C.14-49
|
C14-49
|
15/10/1990
|
Albacete. Colisión con C.14-39[1]
|
C14-61
|
22/05/1991
|
Océano Atlántico 77 nm sur Gran Canaria
|
C14-23
|
27/08/1991
|
Albacete[2]
|
C14-59
|
29/01/1992
|
Océano Atlántico cerca de Gando[3]
|
n/d
|
20/03/1992
|
Jaén
|
C14-19
|
20/07/1992
|
Albacete[4]
|
C14-07
|
20/10/1992
|
El Somme (Francia). Colisión con C.14-24
|
C14-24
|
20/10/1992
|
El Somme (Francia). Colisión con C.14-7
|
CE14-28
|
17/12/1992
|
Minaya
|
C14C-84
|
21/12/1995
|
|
C14-09
|
12/06/1997
|
Bélgica
|
C14-51
|
5/01/1998
|
Albacete
|
C14-62
|
20/03/2002
|
Bailen
|
C14-71
|
04/05/2004
|
Sierra de Alcaraz
|
C14-01
|
30/05/2005
|
Neuburg (Alemania)
|
n/d
|
21/03/2006
|
La Roda
|
C14-40
|
20/01/2009
|
Ossa de Montiel. Colisión con CE14-31
|
CE14-31
|
20/01/2009
|
Ossa de Montiel. Colisión con C14-40
|
* Los C14-32 y C14-48 se perdieron el mismo día durante unas prácticas de
tiro en dos accidentes separados.
11
de Septiembre de 2009:
Un Mirage F1 perteneciente
al Ala 14 de la Base Aérea de Los Llanos se estrellaba, a las 11:15 horas, en
las cercanías del pueblo jienense de Segura de la Sierra. El piloto, el
teniente Ángel Gálvez Belmonte, de 30 años de edad, pudo salir del
aparato antes de estrellarse contra el suelo, accionando el sistema de
eyección, por lo que sólo sufrió heridas leves que le fueron tratadas en el
Hospital General Universitario de Albacete, una vez fue trasladado hasta aquí
por los efectivos sanitarios.
La zona donde cayó el avión
se encontraba a unos 50 kilómetros del límite de la provincia de Albacete, en
pleno Parque Natural de las sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Los
vecinos del pueblo de Segura de la Sierra pudieron ver la gran columna de humo
al sur de la población, en los montes que separan la aldea de Cañada Catena de
Cortijos Nuevos. Si bien no hubo que lamentar daños personales, el accidente sí
desencadenó un incendio que tardó en ser sofocado, debido en parte a que se
trata de una zona de difícil acceso, poblada de árboles y matorrales: “Es
una zona amplia donde ha caído el queroseno a lo largo de mucho metros, y eso
ha hecho que el incendio empezara rápidamente”, señalaban los testigos del
accidente.
Éste era el segundo
siniestro en el que se veía implicado un avión del Ala 14 de la Base Aérea de
Los Llanos en lo que iba de año, aunque afortunadamente el piloto pudo salvarse
antes de que el aparato se estrellara. No todos tuvieron la misma suerte…
Demasiados accidentes… Y
trágicos. Quizá el Mirage fue un aparato al que se le exigió demasiado y cuya
vida operativa se alargó más de lo aconsejable, hasta la llegada de los F-18. Muchos
pilotos pensaban que el avión ya había sobrepasado con creces su “fecha de
caducidad”: El cazabombardero había entrado en servicio en 1975 en el
Ejército del Aire español (aunque las primeras unidades ya se habían solicitado
tres años antes[5]).
Las primeras quince unidades del F1 llegaron a Los Llanos el 18 de Junio de
1976, para constituir el primer escuadrón del Ala 14. Ese mismo año se adquirían
otros nueve y 48 más en 1978 (de estos últimos, veinticuatro eran aparatos
monoplaza provistos de lanza de repostaje en vuelo). El programa de
modificación y modernización aprobado en 1993 permitió alargar la vida
operativa de 55 de estos aviones hasta el año 2012, teniendo previsto ser
sustituidos por los nuevos Eurofighter…
Además, los Mirage F-1
disponen de un solo motor, lo cual les hace más vulnerables a un fallo técnico…
MIRAGE F1 C (denominado C-14 en el Ejército del
Aire)
Tipo: caza
interceptador y de ataque en tierra.
Tripulación: 1 piloto.
Longitud: 15,3 metros.
Envergadura: 8,4 metros.
Altura: 4,5 m.
Superficie alar: 25,0 m2.
Peso vacío: 7.400 kg.
Peso cargado: 10.900 kg.
Peso máximo al despegue: 16.200 kg.
Planta motriz: 1× turborreactor con postcombustión
SNECMA Atar 9K-50.
Empuje normal: 49 kilonewton (5.000 kilopondios;
11.022 libras) de empuje.
Empuje con postquemador: 70,6 kN (7.199 kgf; 15.872 lbf)
de empuje.
Rendimiento
Velocidad máxima operativa (Vno): 2.338 km/h (1.453 MPH; 1.262 nudos)
(Mach 2,2) a 11.000 m de altitud.
Alcance: 2 horas y 15 minutos en patrulla
aérea de combate armado con 2 misiles Super 530 y equipado con un tanque
auxiliar en el pilón central.
Radio de acción: 425 kilómetros (229 millas náuticas;
264 millas) a velocidad Mach 0,75/0,88 en perfil de misión HI-LO-HI con una
carga de 14 bombas de 250 kg.
Alcance en ferry: 3.300 kilómetros (1.782 millas
náuticas; 2.051 millas) con tanques de combustible auxiliares.
Techo de servicio: 20.000 metros (65.616 pies).
Régimen de ascenso: 243 m/s (47.834 ft/min) a gran
altitud.
Carga alar: 450 kg/m².
Empuje/peso:
Con postquemador: 0,64.
Armamento:
Cañones: 2× DEFA 553 de calibre 30 mm,
con 135 proyectiles cada uno.
Puntos de anclaje: 7 en total (4× pilones
subalares, 1× soporte bajo el fuselaje, 2× soportes de punta alar) con una
capacidad de 6.300 kg, para cargar una combinación de:
Bombas: Bombas de propósito general SAMP 25 de 247 kg, o antipistas Belouga o BAP.
Cohetes: 8× contenedores de 18 cohetes de
68 mm Matra.
Misiles:
Misiles aire-aire:
2× AIM-9 Sidewinder, de corto a alcance guiado por infrarrojos.
2× Matra R550 Magic-II, de corto alcance guiado por infrarrojos.
2× Matra Super 530D, de corto a medio alcance
guiado por radar semiactivo o pasivo infrarrojo.
Misiles aire-superficie:
1x Misil antibuque AM.39 Exocet.
1x Misil aire-tierra guiado por láser AS-30L.
2x Misil antipista Matra Durandal.
2x Misil antirradiación Matra ARMAT.
Otros:
3× tanques de combustible externos.
Pod IRLS (infrarrojo de exploración lineal) SAT
Cyclope.
Pod SLAR (radar de barrido lateral) EMI.
Pod IRLS (infrarrojo de exploración lineal) SAT
Cyclope y 4 cámaras.
Aviónica:
Radar Thomson CSF Cyrano IV.
Fuente: Wikipedia.
2013… España está a punto de retirar del servicio las últimas unidades Mirage
F-1, tras 38 años de uso en el que se completaron casi 200.000 horas de vuelo. Ahora
el Ministerio de Defensa pretende vender los aviones supervivientes y Argentina
es el candidato más seguro para quedarse con los jets de combate (otros países
que recibieron la oferta fueron Ecuador y Egipto). En total hay ocho Mirage
F-1, operativos y en servicio en el Ala 14, con base en Los Llanos que fueron
retirados el 23 de Junio
(del total de 91 cazas que mantuvo el Ejército del Aire). Otros cuatro aparatos
se incluyen en el paquete para ser usados como fuente de piezas de repuesto.
Interesada, Argentina envió una delegación a la base de Albacete para
comprobar el estado y operatividad de los aviones de combate españoles y según
fuentes de la Fuerza Aérea, las características de esta transferencia “son
esenciales para cubrir determinadas situaciones de emergencia”. Aunque las
condiciones presentadas por España serían ventajosas para la Fuerza Aérea
Argentina, algunos analistas han comenzado a cuestionar el verdadero aporte de
estos aviones usados, señalando la dificultad de mantener en vuelo la anticuada
flota de Mirage III/V modernizados (Dagger/Finger/Mara, como se ha denominado a
las versiones usadas por la FAA) a la que se sumarían estos aparatos usados con
el mismo problema. Por su parte, militares españoles también habían expresado
sus reticencias hacia este posible contrato con Argentina porque subyacen
rencores y agravios con el gobierno argentino, por casos como el de la
expropiación de la petrolera YPF.
El F-1 tenía ya las horas
contadas… Siempre es motivo de tristeza
despedir a un avión que lleva tantos años de servicio en España, y la historia
de la aviación militar española no se entendería sin su presencia (como sucede
con los JU-52, los Saeta, los Sabre, los F-104, los Phantom o los Texan), como
la transición a la modernidad de los F-18 y los Eurofighter.
¿Sólo los ángeles tienen
alas? Si es así, muchos de ellos visten el uniforme azul de nuestro Ejército
del Aire…
No, en efecto, ningún piloto
muere: Siguen con nosotros sin estar. Siempre. Sólo se van quienes son
olvidados… Por ello, nunca debemos olvidarlos. No, no debemos. No podemos… No
queremos.
Pero los F-1 no eran los únicos aparatos que protagonizaban trágicos accidentes:
El 27 de Enero de 2006, un F-5 se
estrellaba en Burguillos del Cerro (Extremadura), falleciendo sus dos
tripulantes, el Capitán instructor del Ala 23 de la base de
Talavera la Real (Badajoz), Raúl Garzón
Ruiz, de 31 años, y del alumno, alférez Gabriel Garrido Muñoz, de 24 años, cuando realizaban un vuelo de
prácticas.
En 2005 tuvo lugar un grave percance el 2 de Septiembre, cuando José Francisco Cabezas,
capitán del Ejército del Aire, se estrelló con su avión C-101 contra una casa en Baeza (Jaén)
resultando muerto el piloto, una mujer -María Lorenza López Gutiérrez- y su
hija de nueve meses. El informe de la Comisión para la
Investigación Técnica de los Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM)
aseguraba que el capitán “no cumplió las normas de vuelo” y “se
encontraba fuera del sector asignado”, acusaciones que fueron muy
criticadas por la familia del piloto, que no cejaron hasta conseguir reabrir el
caso en Mayo de 2009, cuando el Tribunal Supremo ordenaba que el Juzgado Togado
Militar Territorial número 14 de Cartagena (Murcia) continuara la instrucción
del caso del accidente…
El 18 de Febrero de 2004, dos capitanes -Luis del Barrio Martorell y Enrique
Paniagua Mora- fallecieron en Madrid al estrellarse la avioneta Beechcraft C-90 del 42 Gupo de Fuerzas Aéreas de la Base de Getafe (Madrid)
que pilotaban cuando realizaba un vuelo local de instrucción. "Iban
volando juntos dos aviones. De repente, uno de ellos pegó un giro, se puso de
costado y empezó a caer y a caer... No sabíamos qué le pasaba... Pero como por
aquí pasan cada día un montón de aviones de la base de Getafe, no le dimos
importancia… Un minuto después oí un estampido horrible”, recordaba un
testigo. “Yo creo que el piloto maniobró para ir hacia un descampado del
polígono de la Cantueña. Y demostró tener mucha pericia. Porque si llega a caer
en el mercadillo, habría sido una matanza, ya que en ese momento había aquí un
montón de gente". La fuerza del impacto fue tal que el aparato quedó
destrozado. Sólo era reconocible la cola de la avioneta C-90, ya que el resto
quedó carbonizado.
En el año 2003, las Fuerzas Armadas españolas sufrieron varios
accidentes aéreos. El más grave de todos ellos, con 62 militares muertos, fue el que tuvo lugar el 26 de Mayo al
noroeste de Turquía a bordo del Yakovlev
42 ucraniano fletado por el Estado
Mayor de la Defensa (EMAD).
El 30 de Abril de ese año, Manuel
Rivera Hernández, capitán de la Escuela de Reactores de Talavera la Real
(Badajoz) murió al estrellarse el F-5
que pilotaba entre la terminal civil de la base y la población pedánea de
Balboa, mientras realizaba maniobras de ensayo para las jornadas de puertas
abiertas con motivo del cincuentenario de la citada Base Aérea.
Anteriormente, el 21 de Abril de 2003, un cazabombardero "Harrier" AV-8B de la Armada cayó al mar mientras
realizaba ejercicios de adiestramiento en el Golfo de Cádiz. El piloto fue
rescatado ileso.
El mes anterior, concretamente el 31 de Marzo, cinco militares
fallecieron (el Sargento Ignacio
Orea Cardaba y los soldados Francisco Javier González Santos, Luis Ruiz de los Paños Piedras, Sahiz Sel-Lam Mohamed y Antonio
Torres Puente) al estrellarse en Villanueva de los Infantes, a
unos 20 kilómetros de Valladolid, el helicóptero del Ejército de Tierra BO-105 en el que viajaban.
Unos días antes, el 25 de Marzo de 2003, dos sargentos (Manuel Fernández Carrascosa y José Ramón Fábrega Salas) murieron y
una teniente y un capitán resultaron heridos al hundirse un hidroavión Canadair
CL-215 perteneciente al 43 Grupo del
Ejército del Aire cuando realizaba una maniobra en la bahía de Pollença
(Mallorca).
El 11 de Febrero de ese año, un avión F-18 que realizaba prácticas en
la base aérea de Gando se precipitó al mar. El piloto salvó su vida al saltar
en paracaídas del aparato.
El 22 de Enero de 2003, un F-5B
(biplaza) se estrelló en las inmediaciones de Torre de Miguel Sesmero
(Badajoz). Pertenecía a una flota de 23 aviones de este tipo del Ala 23, sede
de la Unidad de Instrucción de Caza y Ataque del Ejército del Aire. El teniente
instructor de vuelo -David Martínez-
perdía la vida al romperse el cuello cuando saltó del aparato, resultando su
alumno alférez herido leve.
El 21 de Noviembre de 2002, el único prototipo español del Eurofighter se estrelló en Belvis de la
Jara, en las inmediaciones de la Sierra de Altamira, salvando la vida los dos
pilotos.
El 21 de Enero de 2002 tuvo lugar otro siniestro, cuando tres
oficiales del Ejército de Tierra (el capitán de Infantería Miguel Ángel Gómez-Casero, el teniente
de Infantería Juan Miguel del Río Moreno,
y el teniente de Transmisiones del Ejército de Tierra Miguel Carlos Mesa Salamanca) fallecieron al estrellarse en las
inmediaciones de Colmenar Viejo (Madrid) el helicóptero UH-1H de las Fuerzas
Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) en el que viajaban.
En el año 2001 no se produjo ningún accidente militar aéreo, pero en
2.000 se produjeron tres en apenas 20 días con víctimas mortales. Así, el 23 de
Marzo de ese año un avión C-212
Aviocar de Guerra Electrónica -perteneciente al 408 Escuadrón del Ejército del
Aire, integrado en el Centro de Inteligencia Aérea, con base en Torrejón de
Ardoz (Madrid)- se estrelló en el término municipal de Herrería (Guadalajara),
falleciendo sus siete tripulantes. El aparato se
incendió tras el impacto en un punto montañoso y de difícil acceso. Los
fallecidos eran los capitanes pilotos Vicente Tato Porto y Ricardo José López Esparza, el alférez José María Sánchez Olmos, el
subteniente José Luis Ramírez Salomón
y los sargentos primeros Alejandro
Iglesias Don Pedro, Francisco Rafael
Vicente Sánchez y Alfonso Miguel
Fernández Matheu.
Nueve días antes, el 13 de Marzo, dos cazabombarderos F-18 se estrellaron en las cercanías de
Ejea de los Caballeros (Zaragoza): El avión que pilotaba el
teniente Antonio Bermejo, quien resultó ileso, embistió por error desde abajo
al caza del capitán Ignacio Segura
cuando realizaba una maniobra de aproximación para alinearse con él,
falleciendo éste. Ambos regresaban, junto con otros dos aparatos, del polígono
de tiro de Bárdenas Reales (Navarra), donde habían realizado ejercicios de
adiestramiento nocturno.
El 4 de Marzo de 2000 se produjo otro siniestro en Sevilla. El teniente
de Infantería José Tirante García y
el sargento Martín Zazo León fallecieron
al estrellarse el helicóptero HU-21
Superpuma en el que viajaban, durante una maniobra de aproximación al
acuartelamiento de El Copero. En el mismo accidente sufrió heridas
graves el sargento José Manuel Nava Martínez.
12 de Noviembre de 1999: Un
avión del Programa Mundial de Alimentos sufría un accidente en Prishtinë (Kósovo)
en el que murieron 24 personas, entre ellas tres españoles: El inspector jefe
del Cuerpo Nacional de Policía Miguel
Martínez Vázquez, el oficial de policía José María Martínez de Rituerto y el Guardia Civil Jaime Pérez Fortes.
17 de Marzo de 1998: Fallece
el teniente Coronel Luis Escoto Zalve
en el accidente de un helicóptero "Bell-212"
de la Misión de Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA), en la zona noroeste
del departamento de Huehuetenago (Guatemala).
El 5 de
Febrero de 1998; En el "Paraje de los Hoyos" de la localidad
madrileña de Pinilla del Valle, con cinco víctimas mortales (los tenientes
Oscar Vicente y Antonio M. Montero, el brigada Mariano
Benito -mecánico de vuelo-, el cabo José
David García y el soldado Gonzalo
Castillo), al estrellarse un C-212 del 803 Escuadrón del Servicio de
Búsqueda y Salvamento del Ejército del Aire (basado en Cuatro Vientos), cuando
practicaba un entrenamiento de rescate en montaña.
Otro siniestro ocurría el 24
de Enero de 1997, cuando dos avionetas militares E-24 Bonanza colisionaron en pleno vuelo en la cabecera de pista de
la base aérea de Getafe (Madrid), lo que causó la muerte a un capitán -Francisco Sánchez Sánchez-
y a un teniente -Alfonso Almendro
Mendoza-, ambos pertenecientes al 42º Grupo de la Fuerza Aérea. Los
ocupantes del segundo aparato, un coronel y un capitán, pudieron recuperar el
control y salieron del accidente prácticamente ilesos.
16 de Noviembre de 1994: Un
helicóptero UH-10 perteneciente al
Batallón de Helicópteros de Maniobra número VI con base en Los Rodeos
(Tenerife) se estrelló durante unas maniobras en el Barranco de la Herradura
(Fuerteventura), tras rozar un tendido eléctrico de alta tensión. Los
fallecidos fueron el capitán piloto Carlos
Rocha Castilla, el sargento piloto Ramón
Menchón Pellicer, el sargento mecánico José
María Plaza Martín-Albo, el capitán Jorge
Castillo Wandosell, jefe de la primera compañía de la VII Bandera del
Tercio Don Juan de Austria; el sargento legionario Santiago Palacios Páez, el cabo de la Legión José Ángel Gómez Crespo y el legionario Ángel Carlos Guisado Burgos. Todos ellos eran militares
profesionales, excepto Guisado, que cumplía su servicio militar en la Legión.
6 de Marzo de 1991: Un
aviocar T-12 del Ejército del Aire
perteneciente a la base aérea salmantina de Matacán se estrelló en "La
umbría del moro", una estrecha garganta ubicada en el término
municipal de Pinofranqueado (Las Hurdes, Cáceres). Fallecieron los cinco tripulantes:
El capitán Ángel
Martín Martín, con 2.000 horas de vuelo; el subteniente mecánico Vicente Revilla Ruiz, con 7.000 horas
de vuelo, y los sargentos alumnos Ángel
Baz Duque, Vicente Utrilla Rata
y Hernán de Gabriel Pérez del Pulgar,
con edades comprendidas entre los 20 y 23 años. El Aviocar se tardó en localizar doce días y para acceder a él, los
equipos de rescate tuvieron que descolgarse con cuerdas…
El 5 de Septiembre de 1990
se estrelló un helicóptero BO-105
(número 149) del Batallón de Helicópteros de Canarias (BHELCAN VI), con base en
Los Rodeos, en la playa de las Arenitas
(Tenerife), cuando realizaba unas maniobras nocturnas. Murieron cuatro
militares españoles y un civil: El teniente coronel Ignacio Topete de Grassa, el comandante
Juan Jesús Ponce Villena, el
teniente de Sanidad Andrés Barrera
Castro y el teniente José Luis Ruiz
Talavera. El civil, Cesáreo Sánchez
Pastor, era el técnico de mantenimiento.
Y una de las tragedias más graves sucedió el 2 de Enero
de 1987: Veintidós muertos, 11 de
ellos españoles, fue el resultado del accidente de un Aviocar español que se
estrelló tras despegar del aeropuerto de Bata, en Guinea Ecuatorial. El Aviocar
siniestrado, el T-12B-32, uno de los
dos que el Ministerio de Defensa español tiene destinados como parte de la
Cooperación Española, despegó a las 16:30 del aeropuerto de Bata con destino a
Malabo, la capital ecuatoguineana. Los ocupantes esperaban enlazar en Malabo
con el vuelo semanal de Iberia que une Madrid con la capital del país africano.
El avión no llegó a tomar altura tras el despegue, y, por causas aún: desconocidas,
se precipitó al mar a unos 200 metros de la playa de Asonga, cercana al
aeropuerto, en una zona rocosa donde la profundidad de las aguas es de dos a
cinco metros.
Los españoles muertos eran los tres miembros de la
tripulación del aparato (los capitanes Rafael
Salcedo Aguilar y Joaquín Castro
Rodrigo y el subteniente mecánico Evaristo
Álvarez Cires); la superiora general de las Calasancias, María del Carmen Gañán Saldaña, y su
secretaria, María Angustias López
Chamorro; el médico Miguel Ángel Ruiz
Muelas; el salesiano Rafael
Ballesteros y su hermana Rufina
Ballesteros; y las tres religiosas salesianas Nieves Domínguez, Juana
Alonso y Araceli Moreno.
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Este artículo está escrito y motivado desde el
mayor de los respetos y admiración. De ninguna manera ha de leerse como una
crítica a nuestras Fuerzas Aéreas, sino como un homenaje a esos hombres y
mujeres que se juegan la vida a miles de kilómetros de altura por defender la
seguridad de nuestros cielos.
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[1] Colisionan en pleno vuelo dos F-1, entre las provincias de Cuenca y
Albacete. Murió un comandante del Ejército del Aire.
[2] Un Mirage se estrellaba a cuatro kilómetros de la base aérea de Los Llanos.
Su piloto, un capitán, resultó ileso al saltar en paracaídas.
[3] Un Mirage F-1 del Ala Mixta 46, perteneciente al Mando Aéreo de Canarias
(MACAN), se estrellaba en aguas de Canarias tras despegar de la base de Gando.
El piloto fue rescatado con vida.
[4] Un F-1 del Ala 14 se estrellaba a unos diez kilómetros del destacamento
militar cuando realizaba una misión de entrenamiento. El piloto, que momentos
antes consiguió saltar en paracaídas, resultó con lesiones leves.
[5] En 1.972 se encargaron 21
unidades del Mirage F-1C, aunque por la situación económica el pedido se vio
reducido a 15 unidades.
Deberíais corregir la información que aportáis sobre el accidente ocurrido en Valladolid el 31 de marzo de 2003, no habéis acertado ni una. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2003/04/02/073.html
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