“Profundidad de periscopio”, “¡Inmersión!”,
“Carguen torpedos… ¡Fuego el uno!”… Frases que nos recuerdan multitud de
películas de submarinos –todo un género por sí solo- (“Das Boot”, “Marea
Roja”, “Destino Tokio”, “U-47: Comandante Prien”, “Torpedo”,
“La Caza del Octubre Rojo”, “U-571”, “La Flota Silenciosa”,
“Operación Pacífico”, “Infierno Bajo las Aguas”, “K-19”,
la reciente “The Phantom”…), pero que para muchos marinos son
imborrables memorias de unas épocas cercanas pero pasadas. Ahora, toda una
familia de submarinos –en los que se habían curtido hombres y mujeres de
nuestra Armada, sobre y bajo el mar- desaparecía en los desguaces… Es como si
se le pidiese a Julio Verne que quemara su “20.000 Leguas de Viaje Submarino”.
Aquellos sumergibles eran más que meros mamparos de metal, tuberías, válvulas y
cables: FUERON EL ALMA DE LA FLOTA SUBMARINA ESPAÑOLA DURANTE AÑOS…
El 23 de Abril
de 2.003, el “NARVAL” causaba baja en la Lista Oficial de
Buques de la Armada, en un acto desarrollado en el muelle Juan de Borbón del
Arsenal de Cartagena y presidido por el Vicealmirante Mario Rafael
Sánchez-Barriga Fernández, jefe del Arsenal. Durante la alocución de su último
comandante, el capitán de corbeta Mauricio de la Gándara y García, tuvo un emotivo
recuerdo para todos los que a lo largo de los 27 años de la vida del buque habían
logrado que el Narval contabilizase más de 22.000 horas de inmersión. A lo
largo de todos esos años, el buque estuvo capitaneado por 14 comandantes,
habiendo pertenecido también a su dotación un total de 130 oficiales, 118
suboficiales, 450 cabos y marineros profesionales y 405 marineros de reemplazo,
algunos de los cuales se dieron cita para el acto de Baja…
Como dato
anecdótico de este submarino que hoy pasa a la historia, citaremos que a lo
largo del verano de 1975, cuando efectuaba su alistamiento previo a su entrega
a la Armada, se estableció todo el llamado "Protocolo de Pruebas", en
el que se concretaron todas las fechas en que se debían realizar las diferentes
pruebas que debía pasar antes de causar Alta. Es decir, se fijaron las fechas
en que debería "correr la milla", en que debería hacer su primera
inmersión, en que bajase por primera vez a cota máxima, en que tirase su primer
torpedo de ejercicio, etc. etc. El colofón a todo ese programa de pruebas,
sería el Alta Oficial del buque en la Armada, y por tanto primer izado de la
bandera nacional en su asta de popa, que se había establecido para el 20 de Noviembre
de 1.975. Lógicamente, nadie en el verano de ese año podía imaginar que la
fecha fijada para el Alta en la Armada iba a coincidir con la muerte de Franco,
así que llegado el día, se pospusieron todos los actos 48 horas, de modo que el
Alta Oficial (y por tanto el primer izado de bandera en su asta de popa) habría
de producirse el día 22 de Noviembre de 1.975, justo a la misma hora en que las
Cortes proclamaban a Don Juan Carlos I como Rey de España. Por cierto, y puesto
que ese día estaba decretado el luto nacional, la bandera según se izó por
primera vez a tope, fue inmediatamente arriada "a media asta"…
La empresa cartagenera
Astesa se adjudicaba por 90.000 euros el “MARSOPA”, subastado
públicamente por la Junta Delegada de Enajenaciones y Liquidadora de Material
de la Armada en Cartagena en las instalaciones de la Jefatura de
Aprovisionamiento del Arsenal. El precio tipo era de 68.035 euros. Astesa -ubicada
en El Algar- poseía instalaciones destinadas a la recuperación de materiales de
derribo y escombros junto a la vía rápida de La Manga. El inmerecido destino
que aguardaba al antiguo submarino era su desguace y venta como chatarra,
previo tratamiento de los residuos que aún conserva: “El pliego de
condiciones de esta subasta impiden dar otro destino al viejo submarino de la
clase Delfín, como su venta para exponerlo o acondicionarlo para su apertura al
público”… La Armada explicaba que la oferta de la empresa cartagenera fue
valorada como la mejor y destacaron como anécdota que unos empresarios turcos e
italianos intentaron pujar en asociación por el “Marsopa”. Sin embargo, su
oferta fue desestimada por no cumplir todos los requisitos técnicos y ni
siquiera fue abierto su sobre. Estos empresarios insistieron a los encargados
del proceso porque estaban dispuestos a pagar más de cien mil euros por el
barco.
Entregado a la Armada el
12 de Abril de 1.975, realizaba su último crucero casi treinta y un años
después, siendo dado de baja en la Lista Oficial de Buques en Abril de 2.006
tras la ceremonia del último arriado de Bandera que tuvo lugar en el Arsenal de
Cartagena. Inicialmente, la Armada lo puso a disposición del Ayuntamiento para
que le diera un uso turístico. Se barajó la posibilidad de ubicarlo en la plaza
que separa el antiguo CIM y el Arsenal. Sin embargo, la idea no fructificó y
finalmente fue vendido como material de desguace…
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La Clase Daphne era una clase de submarinos
basada en el proyecto Psyché-Daphné realizado por la DCN para la marina
nacional francesa. De esta misma clase existieron en el mundo 19 unidades en
las armadas de Francia, España, Pakistán, Portugal y Sudáfrica con algunas
pequeñas diferencias de equipamiento entre sí.
Su profundidad máxima de inmersión se sitúa en 300
m, con un tiempo máximo de inmersión de 206 horas por oxígeno más 56 horas por
consumo eléctrico, permitiendo una autonomía por víveres de hasta 30 días.
Cuenta con dos periscopios y puede disparar
torpedos de los tipos E-14, E-15, L-3, F-17, E-18, L-5, siendo su gran talón de
Aquiles la imposibilidad de portar recargas para los mismos.
Está diseñado para misiones de tipo:
PATRULLAS CONTRA FUERZAS DE SUPERFICIE O SUBMARINAS.
ATAQUE AL TRÁFICO MARÍTIMO.
RECONOCIMIENTO.
MINADO.
OPERACIONES ESPECIALES.
MARINA FRANCESA:
S641 Daphné: Botado en 1.964-baja
en 1.989.
S642 Diane: Botado en
1.964-baja en 1.989.
S643 Doris: Botado en
1.964-baja en 1.994.
S644 Eurydice: Botado en
1.964-perdido en accidente el 4 de Marzo de 1.970.
S645 Flore: Botado en
1.964-baja en 1.989.
S646 Galétée: Botado en
1.964-baja en 1.991.
S647 Minerve: Botado en
1.964-perdido en accidente el 27 de Enero de 1.968.
S648 Junon: Botado en
1.966-baja en 1.996.
S649 Vénus: Botado en
1.966-baja en 1.990.
S650 Psyché: Botado en
1.970-baja en 1.996.
S651 Sirène: Botado en
1.970-baja en 1.996.
MARINA PAKISTANÍ:
S131 PNS Hangor: Botado
1.970-baja en 2.006 (previsto como buque museo).
S132 PNS Shushuk: Botado
en 1.970-baja en 2.006.
S133 PNS Mangro: Botado en
1.970-baja en 2.006.
S134 PNS Ghazi (ex-Cachalote
portugués): Adquirido en 1.975-baja en 2.006.
MARINA PORTUGUESA:
S163 Albacora: Botado en
1.967-baja en 2.000.
S164 Baraccuda: Botado en
1.968-baja en 2.007.
S165 Cachalote: Botado en
1.969-vendido a Pakistán en 1.975.
S166 Delfim: Botado en
1.969-baja en 2.005.
MARINA SUDAFRICANA:
S97 SAS Maria Van Riebeeck
(renombrado SAS Spear): Botado en 1.970-baja en 2.003.
S98 SAS Emily Hobhouse (renombrado
SAS Umkhonto): Botado en 1.970-baja en 2.003.
S99 SAS Joanna Van de Merwe
(renombrado SAS Assegai): Botado en 1.971-baja en 2.003.
ARMADA ESPAÑOLA:
S-61 Delfín: Botado en 1.973-baja en 2.003;
buque museo en Torrevieja.
S-62 Tonina: Botado en 1.973-baja en 2.005;
en espera de destino.
S-63 Marsopa: Botado en 1.975-baja en 2.006;
vendido en 2.013 para desguace.
S-64 Narval: Botado en 1.975-baja en 2.003;
desguace.
El programa de defensa de los S60 fue aprobado por
la Junta de Defensa nacional el 17 de Noviembre de 1.964 que comprendía los dos
primeros buques, luego ampliado a dos más y financiados por ley 85/65 de 17 de Noviembre.
Con un coste inicial de 700 millones de pesetas los dos primeros, el tercero de
la serie subió a 1.040 millones de pesetas (1.964).
Los nombres y los numerales de las unidades de la
serie les fueron asignados por orden ministerial 218/73 de 29 de Marzo.
Recibieron nombres de animales marinos: Delfín, Tonina, Marsopa y Narval, lo
cual tenía un cierto precedente en los fugaces Clase Foca[1] y Clase Tiburón[2], si bien, salvo
excepciones (los citados anteriormente y los Peral, Monturiol, Cosme García,
García de los Reyes, Mola y Sanjurjo), los submarinos de la Armada solían
identificarse hasta entonces únicamente por sus numerales.
Estos submarinos fueron sometidos entre 1.984 y 1.988,
durante su primera gran carena, a una modernización que comprendía
fundamentalmente el sistema de armas, para poder lanzar torpedos filoguiados y
el sistema de DSM (detección submarina). La modernización les dio un aspecto
algo diferente a la proa de los submarinos, cambiándoles el bulbo de proa
(apodada jocosamente “nariz”).
Fueron dados de baja entre 2.003 y 2.006,
permaneciendo el S-61 Delfín como buque museo en la ciudad de Torrevieja
(Alicante), localidad que lo apadrinó para la Armada tras su botadura y le
entregara su primera bandera de combate, el S-64 Narval inició en
diciembre su desguace, permaneciendo en espera de su destino definitivo los S-62
Tonina.
La empresa cartagenera Astesa se adjudicó en Mayo
de 2.013 por 90.000 euros el Marsopa (S-63), subastado públicamente por
la junta delegada de enajenaciones y liquidadora de material de la Armada en Cartagena,
para su desguace y venta como chatarra, previo tratamiento de los residuos.
Primera unidad
|
Daphné (S641)
|
Última unidad
|
Narval (S-64)
|
Clase anterior
|
Clase Aréthuse (Armada Francesa).
Clase Balao GUPPY IIA (Armada española).
|
Clase posterior
|
Clase Agosta (Armada española, Pakistaní y
Francesa).
|
Periodo construcción
|
1.964-1.975
|
Periodo servicio
|
1.964-2.007
|
Unidades planteadas
|
25
|
Unidades puestas en grada
|
25
|
Unidades concluidas
|
25
|
Unidades activas
|
0
|
Unidades dadas de baja
|
23
|
Unidades hundidas
|
2
|
Unidades desguazadas
|
1
|
Unidades preservadas
|
3
|
CARACTERÍSTICAS DE LA CLASE
|
|
Desplazamiento
|
869 toneladas
|
Desplazamiento en inmersión
|
1.043 toneladas
|
Eslora
|
57,57 m
|
Manga
|
6,74 m
|
Calado
|
4,6 m
|
Armamento
|
8
tubos lanzatorpedos de 533 mm en proa.
2
tubos lanzatorpedos de 533 mm. en popa.
2
tubos lanzatorpedos de 533 mm en las aletas.
Sin
torpedos de reserva.
Posibilidad
de sustituir los torpedos por minas.
|
Guerra electrónica
|
Sonares:
TSM
DUUA-2ª
TSM
DSUV 22A Eledone.
Cit
Alcatel DUUX-2ª.
Radar:
Thomson-CSF
DRUA 33ª.
Control
de fuego:
DLT-D-3.
|
Propulsión
|
Diésel-eléctrica:
2
motores diésel SEMT-PIELSTICK.
2
motores eléctricos.
2
hélices.
|
Potencia
|
1.224
CV
|
Potencia de inmersión
|
1.600
CV
|
Velocidad
|
13,2
nudos
|
Velocidad en inmersión
|
15,5
nudos
|
Autonomía
|
4.500
millas a 5 nudos en superficie.
2.410
millas a 12,5 nudos en superficie.
4.300
millas a 7,5 nudos en Snorkel.
|
Tripulación
|
56 efectivos de dotación:
1
comandante.
7
oficiales.
15
suboficiales.
33
marinería.
|
|
LA SIGUIENTE GENERACIÓN.
La Clase Agosta, conocida en España como Clase
Galerna o Serie S-70, es un tipo de submarinos desarrollado por los
astilleros DCN de Francia en los años 70 y fabricado por DCN y en España por
Bazán (actual Navantia).
Los submarinos españoles están basados en el proyecto de los submarinos
franceses Clase Agosta, que a su vez recogían la tecnología de la Clase Daphné.
Estuvo en servicio con la Marina Francesa hasta su retirada definitiva en 2.001,
y actualmente es utilizado por la Armada Española (4 unidades) y la Marina
Pakistaní (2 Agosta básicos, más 3 Agosta 90B encargados en 1.994).
Dada la necesidad de sustitución para los
submarinos oceánicos de la Clase Narval y partiendo de la modernización que
llevaba consigo la segunda gran carena de los submarinos costeros Clase Daphné
(aproximadamente diez años de vida), la Direction Technique des Constructions
Navales francesa proyectó un nuevo tipo de submarino convencional, oceánico. En
el programa naval quinquenal de 1.970-1.975 se incluyeron cuatro unidades que
más tarde recibieron los nombres Agosta, Bévéziers, La Praya y Ouessant. Todos
fueron admitidos para el servicio activo a lo largo del año 1.978. Formaron la
punta de lanza de la fuerza submarina francesa hasta que esta empezó a ser
encabezada por los nuevos submarinos nucleares de la Clase Rubis desde mediados
de la década de 1.980, coincidentes con la retirada en servicio de los Narval.
En España, en 1.971 se nombró una comisión para que
estudiase el tipo de submarino que más convenía a la Armada española, pues en
aquellos tiempos se contemplaba la posibilidad de la construcción de un quinto
y un sexto Daphné.
Dicha comisión se puso a trabajar inmediatamente y
analizó los proyectos disponibles o más accesibles en aquellos momentos. Se
reducían solamente a dos, el francés antes mencionado y el alemán Tipo 209, del
que desde 1.968 se habían construido un gran número de unidades; su aceptación
en las distintas Marinas fue muy importante. Debido al cambio de tecnología y
someter al Arma Submarina al empleo de dos tipos de submarinos totalmente
diferentes, con todos los problemas logísticos y de adiestramiento que ello
supondría, la recomendación de la comisión naval se inclinó por el modelo “Agosta”.
En 1.974 y por Orden Ministerial, a propuesta del
Estado Mayor de la Armada, se dispone la construcción de dos submarinos tipo “Agosta”
en la factoría de la E.N. Bazán de Cartagena, y en fecha 9 de Mayo de 1.975
tiene lugar la firma de la orden de ejecución de los mismos, por el Director de
Construcciones, Vicealmirante Juan C. Muñoz-Delgado, y el Director Gerente de
la E.N. Bazán Francisco Bembibre.
Las ventajas de los submarinos serie 70, respecto a
los 60, fueron una notable mejora de las condiciones de habitabilidad a bordo,
así como la tecnología utilizada. Sus servicios respondían más bien a las
necesidades de un submarino nuclear de ataque. Llegado a este punto hay que
mencionar que un submarino es un arma de guerra y hay que aceptar con la mayor naturalidad
las duras condiciones que impone la vida a bordo, y de hecho todo el personal
de Arma Submarina es voluntario.
El 29 de Junio de 1.977, la E.N. Bazán recibió la
orden de ejecución de otros dos “Agosta”. En Febrero de 1.981, una orden del
Ministerio de Defensa otorgó a los cuatro submarinos sus nombres respectivos,
siendo estos nombres de vientos: Galerna (S-71), Siroco (S-72), Mistral (S-73),
Tramontana (S-74).
Su tiempo máximo de inmersión es de 75 horas por
consumo eléctrico con una cota máxima operativa de 300 m en tiempo de paz.
Los Agosta franceses participaron en la Operación
Fusain desde Enero de 1.991, colaborando activamente en las operaciones de
vigilancia y bloqueo contra Irak en la Primera Guerra del Golfo.
Los S-70 españoles han participado en diversas
misiones internacionales, en concreto, en el bloqueo a la antigua Yugoslavia
durante las Guerras Balcánicas y en misiones de vigilancia en Libia y en El Líbano.
Asimismo son unidades regularmente participantes en la operación “Active Endeavour”
de la OTAN[3].
El coste de los submarinos españoles fue de 8.000
millones, en pesetas de 1.982.
Sus misiones típicas son:
PATRULLAS CONTRA FUERZAS DE SUPERFICIE O SUBMARINAS.
ATAQUE AL TRÁFICO.
RECONOCIMIENTO Y VIGILANCIA.
RECOLECCIÓN DE INTELIGENCIA.
OPERACIONES ESPECIALES.
MINADO OFENSIVO.
“Desarrollado inicialmente para la lucha contra
los grandes submarinos nucleares y para los enfrentamientos con flotas en
solitario, se sometió a diferentes modernizaciones para cumplir eficazmente con
las nuevas misiones asignadas y poder interoperar con otras fuerzas navales”,
aseguraba la Armada. No obstante, la recopilación de información en una zona de
interés durante un tiempo prolongado, el control del tráfico mercante, apoyar a
la lucha antiterrorista, operaciones antidroga y la disuasión han sido algunas
de sus misiones más frecuentes en los últimos años.
Se fabricaron las siguientes unidades:
ESPAÑA:
Identificativo
|
Nombre
|
Fecha botadura
|
Fecha entrada en servicio
|
Fecha retirada
|
S-71
|
Galerna
|
12-Mayo-1.981
|
21-Enero-1.983
|
-
|
S-72
|
Siroco
|
2-Diciembre-1.982
|
12-Mayo-1.983
|
26-Junio-2.012
|
S-73
|
Mistral
|
4-Noviembre-1.984
|
5-Junio-1.985
|
-
|
S-74
|
Tramontana
|
30-Noviembre-1.984
|
27-Enero-1.986
|
-
|
FRANCIA:
Agosta (S620): Baja en 1.997 (el casco es utilizado para
pruebas de choque en Tolón).
Beveziers (S621): Baja en 1.998.
La Praya (S622): Baja en 2.000.
Ouessant (S623): Baja en 2.001 (cedido a la marina de Malasia
como submarino de entrenamiento).
PAKISTÁN:
Hashmat (S135) en servicio desde 1.979.
Hurmat (S136) en servicio desde 1.980.
Khalid (S137) en servicio desde 1.999 (Agosta 90B).
Saad (S138) en servicio desde 2.002 (Agosta 90B).
Hamzaa (S139) en servicio desde 2.004 (Agosta 90B).
A mediados de los 90, la DCN ofertó para la
exportación el Agosta 90B -que fue adquirido por la marina de Pakistán- y cuyas
diferencias con relación al Agosta son las siguientes:
Longitud: 76,24 m (prolongación de 9 m).
Desplazamiento: 1.730 toneladas en superficie,
1.980 sumergido.
Casco en acero 80 HLES.
Inmersión máxima: 320 m.
Sistema de combate: SUBTICS de Thales.
Sonar activo: TSM 2253.
Torpedos: 16.
Tripulación: 36 hombres.
Energía-propulsión: 2 grupos electrógenos SEMT Pielstick
16 PA 4 de 850 kW más un motor auxiliar MESMA de 200 kW.
La autonomía en inmersión profunda se ve
multiplicada por 5.
Y también a
ellos les llegaba su final: Tras 29 años de servicio en la Armada Española,
2.300 días de mar y 33.000 horas de inmersión, el submarino “Siroco”
causaba baja oficial el 2 de Julio de 2.012 tras una ceremonia de despedida
presidida por el almirante jefe del Arsenal, vicealmirante Fernando
Zumalacárregui. Era el primero de los cuatro S-70 al que le alcanzaba la
jubilación.
Actualmente, la empresa estatal Navantia de
Cartagena desarrolla un modelo de submarino netamente español, el S-80. Está
previsto que se dote a la Armada con cuatro unidades cuyos nombres son “Isaac
Peral”, “Narciso Monturiol”, “Cosme García” y “Mateo
García de los Reyes” (el primer jefe del Arma Submarina de la Armada
Española). La Armada espera recibir estos submarinos plenamente operativos
entre 2.015 y 2.018:
Desplazamiento
|
2.200 Toneladas
|
Desplazamiento en inmersión
|
2.500 Toneladas
|
Eslora
|
71,05 metros
Casco resistente: 51,76 m
|
Manga
|
11,68 m
|
Calado
|
6,02 m
|
Sensores
|
Sistema de combate SUBICS (SUBmarine
Integrated Combat System).
Núcleo del sistema de combate
(SCOMBA)
Consolas multifunción CONAN SUB
Software de las consolas
Integración de sistemas
Software del sistema conjunto
de sonar
Sonar cilíndrico de casco
Sonar de flanco
Telémetro sonar
Interceptador sonar
Sonar Remolcado DTAS
Sistema de control del sonar
Remolcado
Sistema de monitorización de
ruido propio
Radar de Superficie Aries-S
Sistemas de Guerra Electrónica
Transpondedor IFF
Sistema integrado de
comunicaciones
Sistema de comunicación de
datos tácticos Data Link 22
Equipos de radiocomunicaciones
terrestres
Sistemas de comunicaciones
cifradas por satélite TS UB-80
Sistema de mástiles retráctiles
Periscopios y sistemas
optrónicos y antenas
|
Armamento
|
Tubos lanzatorpedos (6 por
submarino)
Sistema de lanzamiento de
contramedidas
Torpedos pesados DM2/A4
Misiles de crucero de largo
alcance UGM-109 Tomahawk
Misiles antibuque UGM-84
Sub-Harpoon block II y minas multiinfluencia
|
Propulsión
|
Propulsión
AIP: El diseño del AIP español, desarrollado por la empresa Hynergreen
Technologies S.A., opera una pila de combustible de 300 kW de salida UTC
Power, la pila de combustible es alimentada por hidrógeno, producido desde
bio-etanol por una unidad llamada reformador, el otro insumo de la pila de
combustible es oxígeno; la transformación electro química producida por la
pila de combustible genera 300 kW de energía eléctrica y desecha agua (H20)
que junto con el subproducto de desecho del reformador, gas carbónico (CO2),
son expulsados discretamente del submarino.
|
Potencia
|
3 x 1.200 kW
|
Potencia de inmersión
|
3600 kW
AIP: 300 kW
|
Velocidad
|
12 nudos
|
Velocidad en inmersión
|
20++ nudos
|
Autonomía
|
50-60 días de navegación en superficie.
20-30 días de navegación en inmersión a 4 nudos en
Inmersión.
8.000 km a 3 nudos en superficie.
Reactor AIP (no confirmada): 15Días.
|
Tripulación
|
3 Oficiales.
4 Suboficiales.
25 Marineros[4].
|
Tropas
|
8 Soldados de Fuerzas Especiales (Infantería de
Marina)
|
Precio Unidad submarina
|
534 millones de euros
|
En los últimos cuarenta años la flota submarina
española había contado con los cuatro buques de la Clase Delfín (S-60), ya
dados de baja, e igual número de sumergibles del tipo Galerna (S-70) que
todavía están activos. Todos ellos eran submarinos clásicos de diseño francés
construidos en España, siempre en Cartagena, con licencia de la empresa estatal
francesa DCNS. Así, desde que la Armada y la entonces Empresa Nacional Bazán
iniciaron, en los años 50 del siglo XX, el diseño y construcción en España de
las series de pequeños submarinos de las clases Foca (S-40) y Tiburón
(S-50), en España, no había llevado a cabo el desarrollo de submarinos de
combate, aunque Navantia había colaborado con DCNS en el desarrollo y
construcción, dentro del Consorcio Scorpéne de submarinos para las marinas de
Chile, Malasia e India.
En consecuencia el programa S-80 implica una
importante apuesta para la Armada Española y un desafío para la industria de
construcción naval española liderada, en este proyecto, por Navantia (casco y
domos[5]).
Por su concepción los S-80 están muy por delante de
los submarinos de propulsión diésel-eléctrica de las últimas generaciones. Son
buques diseñados desde el comienzo a la medida de las necesidades de la Armada
Española. Submarinos oceánicos de tonelaje medio con capacidad de realizar
misiones de larga duración en escenarios alejados de su base, actuando con un
nivel de indiscreción mínimo. Por las características de su propulsión
anaerobia se sitúan por delante de otros submarinos AIP (propulsión
independiente del aire) similares. Sus condiciones tácticas están garantizadas
por un sistema de combate muy avanzado. Contarán con un sistema integrado de
control de plataforma que permita la operación con una dotación reducida y un
elevado grado de automatismos con control remoto. Vistas en conjunto las
características de esta clase de buques les sitúan en un nivel ampliamente
superior a los sumergibles clásicos y cercanos a los de propulsión nuclear, con
un evidente gran salto en calidad y prestaciones en relación con los submarinos
que actualmente dispone la Armada Española.
El submarino de la clase S-80[6], como componente de esa
fuerza naval deberá afrontar los nuevos retos que se presentan en este siglo,
con los últimos avances tecnológicos y experimentados en materia de armamento,
comunicación, navegación submarina, propulsión eléctrica y AIP de nueva
tecnología.
Las misiones que debe desempeñar el Submarino S-80
son las que se detallan a continuación:
PROYECCIÓN DEL PODER NAVAL SOBRE TIERRA.
PROTECCIÓN DE UNA FUERZA DESEMBARCADA.
VIGILANCIA LITORAL Y OCEÁNICA.
ATAQUE O PROTECCIÓN DE UNA FUERZA NAVAL.
DISUASIÓN DE UNA FUERZA NAVAL HOSTIL.
Los Submarinos S-80 deberán hacer frente, tanto en
teatros oceánicos como de litoral a amenazas de la siguiente índole:
CAMPOS MINADOS.
BUQUES DE SUPERFICIE, CON SONARES ACTIVOS Y PASIVOS.
AERONAVES ANTISUBMARINAS, CON RADAR, SONOBOYAS ACTIVAS Y PASIVAS Y SONAR
CABLE.
SUBMARINOS NUCLEARES Y CONVENCIONALES DE DISEÑO AVANZADO.
Las capacidades con las que debe contar el
Submarino S-80 serán aquellas que le permitan el mejor desarrollo de sus
misiones dentro del escenario considerado frente a la amenaza. Movilidad
operacional que le permita actuar en zonas alejadas, haciendo un tránsito
discreto a alta velocidad. Sistema de propulsión independiente del aire (AIP)
que le asegure larga permanencia en zona de una manera discreta y sin ser
detectado para posibles actuaciones en zonas en conflicto.
I.- Sistema de Combate para la obtención de
múltiples blancos en diferentes escenarios.
II.- Capacidad de transporte de personal, dado el
caso grupo de operaciones especiales.
III.- Firmas magnética y acústica reducidas para
minimizar la detección.
IV.- Firmas radar e infrarroja reducidas para
minimizar la detección.
El sistema incorpora una plataforma independiente
de la atmósfera (AIP), que se basa en una pila de combustible (Fuel Cell)
suministrada por las empresas UTC Power (la misma empresa que proporciona las
células de combustible a los transbordadores de la NASA) y Abengoa, capaz de ser
alimentada con oxígeno e hidrógeno, con unos requisitos de pureza altísimos,
que le dará la condición 'anaerobia' para navegar en inmersión. Un motor
eléctrico de imanes permanentes moverá una hélice de paso fijo y de especial
diseño que anulará las cavitaciones a velocidad elevada. El combustible
utilizado será BIOETANOL[7].
Este bioetanol será tratado mediante un procesador suministrado por la empresa
Hynergreen (empresa perteneciente a Abengoa) consistente en una cámara de
combustión y varios reactores Coprox intermedios que transformarán el BioEtOH
en hidrógeno de gran pureza. Entre los gases de desecho de las reacciones del
procesador de bioetanol existe una corriente de altísimo contenido en dióxido
de carbono y trazas de otros gases no quemados completamente en la combustión.
Esta corriente de gases se mezclará con el agua de mar mediante uno o varios
eductores tipo Venturi y posteriormente mediante mezcladores en un sistema de
nueva creación denominado SECO2 (o Sistema de Eliminación de CO2),
cuyo desarrollo viene dado por la empresa murciana Bionet, y cuya finalidad es
disolver las “burbujas” de CO2 en agua hasta niveles de discreción.
En la construcción de los submarinos de la clase
S-80, Navantia es el diseñador del conjunto del buque, constructor de la mayor
parte del casco, instalador de los equipos fabricados por ella misma o por
terceras empresas y, sobre todo, el gran integrador de tecnologías propias o de
socios externos, ya que aunque Navantia tiene experiencia en construcción de
submarinos, esta es bastante menor en lo relativo a su diseño y al de sus
componentes y la industria española carece de desarrollos en muchos de los
campos que precisa un submarino tecnológicamente avanzado como es el S-80 y no
resultan rentables desarrollos de equipos para series cortas como la del S-80.
En Febrero de 2.008, se adjudicó al grupo británico
QinetiQ el sistema de control de sónar remolcado para los submarinos S-80. Por
su parte, la Universidad Politécnica de Cartagena, participa en el proyecto
tras firmar dos contratos de investigación y desarrollo encaminado el primero
de ellos a mejorar la maniobrabilidad de los sumergibles y el segundo a
investigar materiales para las antenas y los mástiles de los periscopios que
sean más resistentes a la corrosión.
En lo referente al sistema de combate se pensó en
los ISUS 90 de Atlas Elektronik (Alemania), SUBTICS de UDS International
(Francia), SUBICS (Loockheed Martin, EE.UU.) y el AN/BYG-1(V) de Raytheon
(EE.UU.). Los finalistas en el proceso de selección fueron los tres últimos. La
adjudicación por Navantia del concurso a la primera de las empresas citadas
resultó polémica con una denuncia de Raytheon contra el Ministerio de Defensa
al considerar que se había vulnerado el procedimiento administrativo en la
adjudicación del contrato. Consideraba que su oferta era mejor y más barata que
la de Lockheed Martin. A pesar de que la adjudicación del contrato la había
realizado Navantia, Raytheon alegaba que el MINISDEF, a pesar de no haber
gestionado la adquisición, tuteló en todo el momento el proceso. En los
tribunales españoles (Audiencia Nacional), la denuncia no prosperó, por
considerarse que la decisión de adjudicación no fue del denunciado –esto es,
del Ministerio de Defensa- sino de Navantia como empresa responsable del
programa.
Problemas durante la
construcción:
1.- SOBREPESO: En 2.013 se detectó un sobrepeso de
entre 75 y 100 toneladas, pudiendo comprometer la reserva de flotabilidad. Para
resolver este problema Navantia ha recurrido al asesoramiento técnico de un
socio tecnológico extranjero, de General Electric Boat, una filial de la
estadounidense General Dynamics[8] que participó en el
proyecto original. La evaluación y corrección de dicho problema supondrán un
retraso de entre uno y dos años en la entrega del buque. Dado que todas las
soluciones pasan por alargar el casco, su rediseño supondrá no solo un retraso,
sino también un sobreprecio aún por calcular. El 24 de Mayo, Pedro Argüelles,
secretario de estado de defensa, hizo público en el congreso de los diputados
que Navantia contaría con la asesoría de Electric Boat-US Nav para evaluar los
problemas técnicos surgidos en el submarino y hacer una revisión del programa.
2.- AIP: Navantia contrató a Hynergreen para
fabricar del procesador de bioetanol, pero el prototipo se quemó cuando fue
miniaturizado desde el procesador a gran escala, al que debería instalarse en
el submarino. Navantia se ha puesto contacto con Técnicas Reunidas para que
fabrique el procesador de bioetanol de los primeros submarinos.
Retomando el
tema: Una vez retirado el “Siroco”, se procedió a un proceso de “canibalización”
(proceso que, se rumoreaba, había comenzado incluso antes de su baja oficial)
para modernizar las unidades todavía operativas: Las necesidades de mantenimiento
de los buques, las averías que es natural que sufra alguno de ellos, como le
pasó al “Tramontana”, y otra circunstancias entre las que no son ajenas
las estrecheces económicas del Estado re llevan tiempo reduciendo aún más la
operatividad de la flota. Además, la Armada Española ya tenía hace tiempo entre
sus planes la venta del submarino “Siroco” a algún ejército extranjero,
para prescindir de él y sacar algo de dinero (en concreto, se barajó que el
estado turco aceptara la transacción y diera salida a este buque. Sin embargo,
la operación no fructificó y el país otomano decidió comprarle a Alemania el
sumergible que estaba buscando). De ahí que, el MINISDEF admitiera que Navantia
utilizase piezas del jubilado “Siroco” para realizar las reparaciones de
la gran carena de los otros dos submarinos, el S-74 “Tramontana” y el
S-71 “Galerna”, que han afrontado de forma sucesiva este proceso de
revisión y total renovación durante los últimos cuatro años. Esto ha permitido
facilitar y abaratar la operación de recambio de piezas, aunque se dejase
totalmente mermado al “Siroco”…
Por su parte, el 18 de Abril de este año el “Mistral”
se volvía a poner a flote una vez finalizado el 80% de la gran carena, que
permitirá a la Armada disponer del submarino durante cinco años más. La
compañía tiene previsto entregar el buque el próximo mes de Septiembre.
Navantia explicaba que el “Mistral” ha permanecido en grada “el tiempo
necesario” para desmontar, recorrer y volver a montar los más de quince mil
equipos del submarino, así como para chorrear e inspeccionar la totalidad de su
casco resistente. Habían sido 17 meses en los que cerca de 30 empresas
auxiliares han realizado 440.000 horas de trabajo para devolver al submarino su
estado plenamente operativo (para la compañía española, estos trabajos
supusieron una carga de trabajo de aproximadamente 18 meses y una media de 200
trabajadores entre personal de Navantia y la industria auxiliar).
Una vez puesto
a flote, el “Mistral” permanece atracado en el muelle del astillero,
donde se acomete el trabajo restante, la finalización de la fase de montaje.
Posteriormente, se llevarán a cabo las pruebas de mar y se entregará a la
Armada. Ésta ha sido la cuarta “gran carena” a que se ha sometido a este
submarino. Por su parte, el “Galerna” continuará operativo hasta el año 2.016,
año en que tendría que darse de baja, ya que ha pasado su última “gran carena”
posible, y en que está prevista la entrega el primer sumergible de la Clase
S-80[9].
Primera unidad
|
Agosta (S620)
|
Última unidad
|
Hamzaa (S139)
|
Clase anterior
|
Clase Daphné
|
Clase posterior
|
Clase Scorpène (Exportación)
Clase S-80 (España)
|
Periodo construcción
|
1.970–2.004
|
Periodo servicio
|
1.970-Actualidad
|
Unidades planteadas
|
13
|
Unidades puestas en grada
|
13
|
Unidades concluidas
|
13
|
Unidades activas
|
10
|
Unidades dadas de baja
|
3
|
Características de la clase
|
|
Desplazamiento
|
1.490 t
|
Eslora
|
67,57 m
|
Manga
|
6,8 m
|
Calado
|
5,4 m
|
Armamento
|
4 tubos lanzatorpedos de 550 mm.
20 torpedos (tipos F-17, F-17 MODII, E-18, L-5)
19 minas, reduciendo a 7 torpedos
|
Propulsión
|
2 motores diésel SEMT Pielstick 16PA4V185
1 motor eléctrico
1 motor de crucero
|
Potencia
|
3.600 CV
|
Potencia de inmersión
|
4.600 CV
|
Velocidad
|
12 nudos
|
Velocidad en inmersión
|
20,5 nudos
|
Autonomía
|
9.000 mn en superficie a 8 nudos (45 días).
|
Tripulación
|
60 personas.
|
“Mantener profundidad fija”; “silencio
radio”; “soltar lastre”; “control de escora”; “emersión”… Aunque nuestros submarinos pasen a la
jubilación forzosa, dando paso a las nuevas generaciones, sus nombres –“Siroco”,
“Tramontana”, “Narval”, Delfin”, “Marsopa”…-
permanecerán siempre con nosotros. Su legado permanecerá en todo aquello que
nuestros marinos han aprendido en sus horas de navegación, en sus inmersiones,
en sus maniobras…
ôôôôôôôôôôôôôôôôôôôôôôôôô
[1] Los Clase Foca
fueron minisubmarinos de asalto diseñados para la Armada Española por un grupo
de ingenieros alemanes que ofertaron a las autoridades españolas la posibilidad
de construir una serie de submarinos de asalto, utilizando la experiencia
adquirida durante la II Guerra Mundial. Este grupo de ingenieros encabezados
por el Dr. Erich Vollbrecht aportó una gran cantidad de material microfilmado
sobre el tema. Así pues, la Empresa Nacional Bazán comenzó a diseñar un
minisubmarino partiendo del modelo alemán Seehunde. Este minisubmarino llevaría
en España la denominación “Foca”, que es la traducción literal del
alemán.
La propulsión se realizaba
mediante un motor diésel de la marca Pegaso de 125 CV y un motor eléctrico
Cenemesa (patente Siemens) de 110 CV. Gracias a los 2 kg/cm² de presión de los
gases de escape, estos minisubmarinos podían sumergirse con el motor diésel
encendido, lo que les permitía una inmersión del orden de 6 segundos antes de
apagar los motores diésel y empezar a funcionar con los eléctricos. Además,
disponían de un sistema de apagado automático del motor diésel por debajo de la
cota de 10 metros, pudiendo llegar a una cota de inmersión máxima de 80 metros,
y de 40 metros con los dos torpedos.
La tripulación, formada por
dos personas, no podía ponerse de pie, lo que limitaba su autonomía a no más de
50 horas. El armamento consistía en dos torpedos tipo G7e montados en el
exterior del sumergible, lo que ocasionaba un notable desequilibrio tras el
disparo de uno de ellos.
Entre sus características,
destacaba la escotilla de acceso con cubierta transparente.
Debido al aislamiento al
que estaba sometida España en esa época y a la precaria industria de la que se
disponía, la oportunidad de ponerse a la par de las armas submarinas de
europeas pasó de largo para la Armada Española. No obstante y pese a la escasez
del acero apropiado para la construcción de dichos submarinos (al igual que le
ocurría a la serie G, los Tipo VIIC españoles), se terminaron dos unidades, el SA-41
y el SA-42.
Pese a su elevado coste de
mantenimiento y a los problemas originados por las baterías (generación de
gases de hidrógeno), ambas unidades fueron operativas entre los años 1963 y
1967, realizando un total de 50 salidas el SA-41 y 28 el SA-42.
Se conservan las dos unidades producidas. El SA-41 en la Estación Naval
de Mahón y el SA-42 en la Base Isaac Peral en Cartagena.
[2] Los Clase Tiburón
fueron minisubmarinos que nacieron con la idea de cubrir el hueco entre los Clase
Foca y los sumergibles convencionales. Con una dotación de cinco hombres,
los submarinos de clase Tiburón pretendían realizar misiones de una semana de
duración, serían ideales para operar en aguas de poco calado y en operaciones
de comando. Estaban dotados de una mayor habitabilidad que los clase Foca,
disponiendo de un baño y dos literas, lo que permitía el descanso de la
tripulación en turnos de "cama caliente".
El punto de partida para la
creación de estas unidades sería el minisubmarino tipo "Hai" alemán.
La propulsión de estos aparatos la producían dos motores diésel Pegaso de 115
CV cada uno y dos motores eléctricos Cenemesa de 110 CV cada uno. Los elementos
de batería eran iguales a los del "Foca", la hélice del tipo Caplan
giraba dentro de una turbina Kort, al igual que sus antecesores, lo que les
proporcionaba una magnifica maniobrabilidad. Su cota de inmersión llegaba hasta
los 90 metros.
Su armamento lo componían
dos torpedos del tipo G7a o G7e, recargables desde el exterior, los cuales eran
disparados a través de unas compuertas que se abrían desde el interior sin
ningún portalón. La vela era mucho mayor que la de los "Foca", y
llevan la escotilla de entrada mucho más elevada, lo que facilita las labores
de vigilancia. La serie Tiburón, de la que finalmente se construyeron
dos unidades, el SA-51 y el SA-52, que nunca llegaron a alistarse
en la Armada aunque tenía considerables mejoras sobre los "Foca",
tanto en la hidrodinámica, como en dotación de sistemas: hidrófonos, un
primitivo snorkel fijo en la vela que le permitía navegar semisumergido y un
lastre sólido montado en la quilla, el cual tras ser liberado permitía al
submarino salir a superficie incluso con los tanques de lastre inundados.
Durante la Semana Naval de
Barcelona de 1966 se pudieron ver en el puerto las unidades SA-42 (Clase
Foca), que llegó a bordo de un transporte, y el SA-51 (Clase Tiburón),
que realizó la travesía desde Cartagena por sus propios medios.
El 9 de mayo de 1986 el SA-51
fue cedido a la Fundación La Caixa para su museo de la Ciencia de Barcelona. Se
le practicaron aberturas para ser visitado, pero con la construcción de la
Ronda de Dalt se tuvo que desplazar fuera del museo y elevarlo para salvarlo de
los vándalos. Aún hoy puede ser admirado en el citado lugar.
El SA-52 permanece
expuesto en la Base Isaac Peral en Cartagena.
[3] La operación “Active
Endeavour” (4 de Octubre de 2.001-actualidad) es una operación marítima de
la Alianza Atlántica desplegada en el mar Mediterráneo y diseñada –invocando el
Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, el cual proporciona “defensa
colectiva”- para prevenir el movimiento de terroristas y de armas de
destrucción masiva, así como proteger a los pesqueros que faenan por las aguas
dentro de la Misión.
[4] La tripulación
podrá ser mixta, con alojamientos y servicios diferenciados para personal
masculino y femenino, así como cama propia para cada tripulante, con lo cual
desaparece la “cama caliente”, tradicional en los submarinos.
[5] Desarrollados
por BAE Systems para Navantia, las primeras dos unidades se fabricarán en
Barrow, Reino Unido.
[6] Los S-80 participan en varios concursos internacionales para suministro de
submarinos como los solicitados por Turquía, que fue ganado finalmente por el
tipo 214 alemán, cuyo precio era más barato. También participa en el concurso
internacional convocado por India, Noruega, Singapur y Australia. Australia
prevé la potenciación de la flota submarina con la adquisición de doce
unidades, sustituyendo estas a los seis submarinos de la clase Collins,
diseñados por Kockums (Suecia, Grupo Thyssen) y construidos en Australia. Se
prevé que la Royal Australian Navy pida ofertas para la construcción de los
buques a lo largo del año 2011. La firma de los contratos y comienzo de la
construcción están planificados para 2014-2015. Posiblemente la construcción se
realizará en un astillero local, siendo ASC el único con experiencia en este
ámbito. El citado astillero colabora con Navantia en el programa en curso para
la construcción de tres destructores de la clase Hobart,
derivadas de las fragatas de la clase Álvaro de Bazán. Por su parte,
Noruega -ante el fracaso del proyecto Viking para la construcción de submarinos
en cooperación con Suecia y Dinamarca- busca también un modelo que, en el
horizonte 2.020-25, sustituya a los seis submarinos de la clase Ula
construidos por Thyssen en Alemania y actualmente en servicio. Finalmente, la
India, que actualmente tiene en marcha un programa de construcción de seis
submarinos del tipo Scorpène en los astilleros Mazagon en Mumbai, la
antigua Bombay, prevé a largo plazo (hacia el año 2.030) la obtención de otros
veinticuatro sumergibles, la mitad de diseño ruso y los restantes según
proyecto de algún astillero europeo.
[7] El etanol, también llamado
alcohol etílico, es un compuesto químico de carbono, hidrógeno y oxígeno, de
fórmula química CH3-CH2OH, líquido e inflamable. Es uno
de los principales componentes de las bebidas alcohólicas: cerveza (3-7 %),
vinos (12-15 %) y licores destilados (hasta un 50 %). Puede obtenerse
mediante la hidratación del etileno o, lo que es más habitual, mediante el
procesamiento de materias vegetales ricas en azúcares, almidón o celulosa.
Precisamente se denomina bioetanol al alcohol etílico producido de esta segunda
forma.
Una de las mayores ventajas del
bioetanol es que no genera dependencia de terceros países para su obtención A
día de hoy, en España siete fábricas que producen bioetanol y otras dos están
en proyecto. Su distribución geográfica es amplia ya que su localización está
en buena parte condicionada por la proximidad a las zonas donde se cultivan las
materias primas.
[8] En Junio, Navantia ya
trabajaba en la solución del problema de “sobrepeso” del futuro submarino S-80.
Un mínimo error de cálculo en la fase de diseño del proyecto ha obligado a
contratar a una consultora norteamericana experta en la resolución de este tipo
de imprevistos: se deberá alargar su eslora entre 5 y 7 metros.
El problema es grave. Si el
programa S-80 retrasa su entrega otros dos años (hasta 2.017), España podría
quedarse durante un par de años con sólo un submarino activo –ya que el “Tramontana”
no ha iniciado aún su gran carena que le mantendrá a flote otros 5 años-.
Las 70 toneladas de peso
extra del primer S-80 amenazan con detener su producción, pero fuentes
de Navantia consultadas por El Confidencial Digital restan dramatismo al
asunto: “Se trata de problemas habituales y presentes en prácticamente
todos los proyectos industriales del sector de la Defensa. Es normal que se
presenten contratiempos así cuando se fabrica por primera vez una nueva fragata
o un nuevo modelo de caza”, aseguraban desde Navantia, confirmando que el
origen del desajuste en el peso del prototipo surgieron tras un fallo
básico en los cálculos originales del proyecto: Un decimal mal puesto por uno
de los ingenieros que trabajaron en el diseño inicial. Sin embargo, en Navantia
ya hay prisas por solucionar cuanto antes, y de la manera más económica
posible, el contratiempo. Para ello se ha contratado por 14 millones de euros a
la consultora norteamericana Electric Boat, del grupo General Dynamics
(propietaria de Santa Bárbara Sistemas), que trabaja con la U.S. Navy
asesorándole para el diseño de submarinos nucleares (técnicos y analistas de
dicha consultora tienen previsto realizar varios viajes a España este mismo
verano para conocer de primera mano los problemas de ‘sobrepeso’ del submarino,
para elaborar un primer informe con la posible solución).
Lo que ya se había adelantado por
parte de la consultora era que -lo más probable- es que SE TUVIERA QUE ALARGAR
LA ESLORA DEL BUQUE EN UNOS 5, 6 O INCLUSO HASTA 7 METROS CON RESPECTO A LOS 71
METROS DE LOS PLANOS ORIGINALES.
[9] Los submarinos
de la Clase S-80 de la Armada Española son una serie de submarinos de
tecnología avanzada, inicialmente de cuatro unidades, los cuales se encuentran
ya en producción por parte de la empresa española Navantia en su factoría de
Cartagena, con posible ampliación a seis unidades, y cuyas características
fundamentales son un nuevo sistema de propulsión de alta tecnología y gran
autonomía bajo el agua. Su cometido básico es cumplir las misiones siguientes:
proyección del poder naval sobre tierra, guerra naval especial, protección de
una fuerza desembarcada, vigilancia, protección de una fuerza naval, y
disuasión. Con un coste de programa inicial de 1.800 millones de € (aumentado a
2.200 en 2.013), está previsto que el primero sea botado en 2.015 entrando en
servicio en la Armada en Marzo de 2.017 y el segundo en Noviembre de 2.018. En
2.009 comenzó la construcción del tercero de la serie. El cuarto se empezó a
construir en 2.010; Hay opción al encargo de otras dos unidades adicionales.
Isaac Peral (S-81): en construcción. Fecha de entrega a la Armada: Marzo de 2.017.
Narciso
Monturiol (S-82): en construcción. Fecha de entrega a la Armada: Noviembre
de 2.018.
Cosme García (S-83): en construcción. Fecha de entrega a la Armada: Marzo de 2.019.
Mateo García de
los Reyes (S-84): en construcción. Fecha de entrega a la Armada: Mayo
de 2.020.
S-85: Propuesto (pendiente de la aprobación del Consejo
de Ministros).
S-86: propuesto (pendiente de la aprobación del Consejo
de Ministros).
En la década de los 90 Navantia y
la francesa DCNS (Dirección de Construcciones Navales), lanzaron de manera
conjunta el Scorpéne, un submarino para tratar de ganar cuota en el mercado de
los submarinos convencionales.
El Scorpène fue comercializado
entre ambas vendiéndose a Chile (dos unidades), Malasia (dos unidades) e India
(seis unidades). Francia tenía mayor peso en la fabricación de la nave (un 30%
más), pero la propiedad intelectual del submarino era de ambas empresas. Los
problemas surgieron cuando España decidió desarrollar el S-80, en solitario con
la colaboración tecnológica de Lockheed Martin, ya que la Armada buscaba un
submarino de características superiores al Scorpène y hechos como que el
sumergible hispano-francés apareciera en los stands de DCNS en ferias navales
como un producto exclusivo de la empresa francesa, con las correspondientes
reclamaciones por parte de Navantia.
Por ello Navantia prefirió
embarcarse en el programa del S-80. Además, comenzó a acudir a concursos
internacionales de otras armadas con su submarino, con gran expectación entre
los potenciales compradores y disparando los temores de DCNS de que Navantia
empezara a arrebatarle antiguos clientes, como ocurrió con la la adjudicación
del programa de buques anfibios a Navantia con su socio australiano, lo que en
Francia se daba como un éxito de la exportación de su industria naval con la
venta de dos LHD de la clase Mistral.
También influyó otro tema de
mucha mayor trascendencia: la creación de la denominada “EADS Naval”,
los movimientos de Francia para controlar dicho proyecto y los miedos de la
SEPI a que la creación de esa empresa acabaran de deshacer la industria naval
militar española. Por su parte, DCNS acusó sin fundamentos a Navantia de que el
S-80 era una versión española del Scorpène, con un módulo de propulsión AIP
intercalado en su estructura, con sónares y sistema de combate de Lockheed
Martin.
En 2.009 Navantia buscó llegar a
un acuerdo y finalmente tanto los astilleros españoles como los franceses
retiraron sus demandas del tribunal de arbitraje de París, poniendo fin a la
demanda iniciada por DCNS, fabricando y comercializando los submarinos Scorpene
y de igual manera, los submarinos S-80 serán fabricados y comercializados por
Navantia con un sistema propulsor totalmente diferente al francés.
Gracias por toda la información incluida en el artículo, muy interesante.
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