sábado, 14 de diciembre de 2013

LOS REGULARES: SOBRESALIENTES GUERREROS

Dedicado, con todo mi afecto, al Capitán D. Raúl Isasi Zamora: Oficial de Regulares (cuando le conocí en Mostar, allá por el año 2008) que me descubrió la Historia –con H mayúscula- de una sensacional Unidad.





Regular, soldado español.
Infante, valiente soldado…
Señor, ten piedad, Señor,
cuida a tus hijos Señor.
Tu historia será
memoria sin par,
recuerdos de España.
Valiente soldado
de paz y de honor.
Soldado valiente,
regular y español.
Soldado de España,
soldado español.
Señor, piedad,
Piedad, Señor
(Plegaria de Regulares).








En mayo de 1913, la situación en la región montañosa de Yebala llegó a ser muy peligrosa, con incidentes por toda la zona occidental del Protectorado. Los Regulares llegaron desde Melilla en auxilio de las tropas combatientes. Después de ayudar y socorrer a la columna que dirigía el general Primo de Rivera, siguieron otras acciones heroicas, entre las que destacó la conocida como “LAS BAYONETAS DE LAUCIEN”, en la que los Regulares acudieron a salvar a los Cazadores, consiguiendo un buen número de bajas del enemigo en su acometida con los cuchillos de las bayonetas en las lomas de Laucien, una posición militar española. Después de esta hazaña, el cuchillo bayoneta se incorporó en el emblema del cuerpo de Regulares, junto con el de la media luna creciente, que era símbolo del contingente indígena(Historia del Emblema de Regulares).


En el año 2011 se cumplía el Centenario de la creación de la primera unidad de Regulares, LAS FUERZAS REGULARES INDÍGENAS DE MELILLA. Un siglo puede parecer poco tiempo de existencia, en comparación con la antigüedad de otras unidades del ejército español cuyos orígenes se remontan a la reconquista, es decir más de quinientos años, sin embargo durante este periodo de tiempo las unidades de Regulares se han convertido en las unidades más sufridas, más combativas junto con la Legión sin menospreciar a ninguna de las demás. En ellas se han forjado Oficiales, Suboficiales y Tropa de todo el ejército pues siempre han tenido un carácter propio que ha marcado con un sello a todos cuantos han servido en ellas.

Es por ello momento de hacer semblanza de aquellas unidades de las cuales son sucesoras y herederas tanto de su historial como de sus hechos de armas, los actuales grupos de Regulares de Ceuta y de Melilla, asentados en ambas ciudades hermanas y de destinos comunes.

Hablar de Regulares por tanto es hablar de la historia de dos ciudades de arraigada presencia española en el norte de África, desde hace ya más de quinientos años…


Para comenzar, diremos que el origen de la palabra “REGULAR” no es otro que el de designar a aquellas unidades militares que por su carácter permanente se distinguían de otras cuyo carácter era temporal, es decir, se creaban y desmovilizaban según las necesidades. Por su parte, el término “INDÍGENA” define a estas unidades al ser éste su componente fundamental, pues eran en un 80 % reclutados entre el personal del país.

Las fuerzas de Regulares indígenas como tales, tuvieron su origen entre otras en las siguientes unidades:



Los MOROS DE PAZ O MOGATACES[1]: Desde la conquista de Orán en 1509 los nativos de las tribus próximas se acogieron a la protección de España. Como algunos se alistaron a las tropas españolas fueron denominados por los contrarios almogataces o renegados.

 
En 1859, y por iniciativa del Gobernador Militar de Melilla, se crearon con personal indígena los “TIRADORES DEL RIF”, cuya misión principal consistía en el alejamiento de nuestras costas de embarcaciones enemigas. En la Guerra de África (1859-1860), el general O`Donnell -y por lo que a personal indígena al servicio de España se refiere- no contó más que con los restos de los “Moros de Paz” y algunos de los “Tiradores del Rif”, solicitados con urgencia a Melilla, los cuales pasan en su totalidad a prestar servicio al Cuartel General del Jefe del ejército expedicionario, donde desempeñaron meritorios servicios como guías-intérpretes, siempre luchando con ardor del lado hispano.

Las IDALAS Y MEHAZNÍAS eran unidades de carácter temporal se clasificaron en principales y auxiliares, con misiones de policía y seguridad, siendo empleadas en combate en numerosas ocasiones como fuerzas auxiliares durante los años 1926-1927.


Los GUMS y YOUNDS eran unidades típicamente marroquíes siendo utilizadas en pocas ocasiones por España, al contrario de Francia que las usó incluso durante la II Guerra Mundial. Se utilizaban en zonas montañosas, realizando razzias y emboscadas, el primer Gum que se creo fue el de Alcazarquivir en 1911.

Las HARKAS eran unidades irregulares, se desmovilizaban y creaban según las necesidades. Se reclutaban entre los miembros de una misma cábila. Las primeras de las que se tienen noticias fueron las creadas en la campaña del Kert en 1911. Entre ellas una de las más conocidas fue la de Zoco el Hach de Beni-Sicar mandada por el kaid Abd-el-kader (El Fidelísimo). Sus componentes eran del país a excepción de los oficiales y suboficiales. Fueron ampliamente empleadas en combate entre ellas destacan las de Varela, Capaz, López Bravo, Martínez Zaldívar, Muñoz Grandes y la de Solimán el Jatabi primo del cabecilla Abd el Krim, el cual se mantuvo fiel a España con su harka de Beni Urriagueles.

Las MEHAL-LAS se crean en 1913 para servir de base al futuro ejército del “Majzen”, teniendo como misiones dar guardia a S.A.R. el “Jalifa”, rendir honores en actos oficiales y auxiliar como tropa y policía al ejército español en campaña. Los oficiales instructores eran españoles y se llamaban “Jarrub”, la tropa era indígena. El mando superior de todas estas fuerzas era el Teniente Coronel de Caballería D. Miguel Cabanellas Ferrer. Estas unidades fueron muy empleadas en combate siendo premiadas las Mehal-las de Tetuán, Larache y Melilla, por su actuación durante las campañas de Marruecos con el derecho a ostentar la bandera de España.


La POLICÍA INDÍGENA: Al ocuparse en 1908 la cábila de Quebdana, limítrofe con Melilla, se crea la Policía Indígena, con dos núcleos de fuerza, uno en Cabo de Agua y otro en La Restinga. Fue creada por el Coronel Larrea.

La MILICIA VOLUNTARIA DE CEUTA: Creada en 1887 a propuesta del General Gobernador de Ceuta, todas ellas formada por la Compañía de Moros Tiradores del Rif, el escuadrón de Cazadores de Ceuta y por tropa indígena y mandos españoles, siendo todas ellas de carácter irregular como fuerzas auxiliares que eran y cuya misión era mantener el orden dentro de las ciudades (Majzen: Territorio bajo la autoridad del Sultán) y sus afueras, sin inmiscuirse en la política interior de los territorios del protectorado. En 1.906 asisten en Madrid a la boda del Rey Don Alfonso XIII con Doña Victoria Eugenia de Battemberg.


Hay que resaltar que España nunca dispuso de tropas coloniales, es decir, tropas constituidas por descendientes de colonos a diferencia de otras naciones como Francia e Inglaterra, que contaban con unidades de sobra conocidas como los Gurkas, Spashis etc.


Como consecuencia del Tratado Franco-Español de 1902, que permitió delimitar las zonas de influencia dentro del territorio marroquí entre España y Francia (y posteriormente, en la Conferencia de Algeciras[2] [16 de Enero de 1.906]) y al tener que emplearse la Policía Indígena muchas veces como fuerza combatiente -para evitar bajas españolas[3]-, se desvirtuó el espíritu para el que fueron creadas y el gobierno sintió la necesidad de crear unas fuerzas de carácter permanente o Regular (de ahí viene su nombre), compuestas por personal indígena y mandos españoles, con instrucción, armamento y plantillas similares a las del resto del ejercito de la península. Es por ello que por R.O. de 30 de Junio de 1911, se crea la PRIMERA UNIDAD DE REGULARES tomando la reglamentación aprobada por R.O. de 16 de Julio de 1895, que regía la milicia voluntaria de Ceuta y modificada posteriormente por el R.D. de 31 de Diciembre de 1909 y la R.O. de 29 de Enero de 1919. A esta primera unidad de Regulares se la denominó “FUERZAS REGULARES INDÍGENAS DE MELILLA” y fue organizada sobre la base de un batallón de infantería, con 4 compañías y un escuadrón de caballería, teniendo su base en la plaza de Melilla, concretamente en el actual Fuerte de la Purísima Concepción, siendo su primer Jefe el Teniente Coronel de Caballería D. Dámaso Berenguer y Fusté, quien ya contaba con una brillantísima Hoja de Servicios de campaña.


Por Real Orden Circular de 30 de Junio de 1911, firmada por el Ministro de la Guerra, Teniente. General Don Agustín Luque y Coca, se crea en el Ejército Español: Un Batallón de Infantería, con cuatro compañías y un escuadrón de Caballería indígenas, dependientes de la Comandancia General de Melilla. Dichas Fuerzas estarán al mando de un teniente coronel de una cualquiera de las Armas combatientes. En su parte expositiva la citada Real Orden dispone en su tenor literal: “Excmo. Sr.: La extensión de los territorios del Rif ocupados actualmente por nuestras tropas, exige el mantenimiento de ellas de un núcleo importante de fuerzas capaz de asegurar la tranquilidad del territorio y el desarrollo, a su amparo, del comercio y demás fuentes de riqueza del país. Sometidos a nuestra influencia los habitantes de las cábilas ocupadas como consecuencia de la última campaña, parece llegado el momento de ir creando tropas nutridas con los elementos indígenas afectos a España, que sirvan de núcleo para la organización de unas Fuerzas Indígenas de Regulares, con cohesión y disciplina y capaces de cooperar en las operaciones tácticas con las tropas del Ejército. Los brillantes y positivos resultados obtenidos por otras naciones mediante la organización y empleo de estas tropas, y los excelentes servicios prestados hasta ahora por las fuerzas indígenas organizadas en Melilla, con carácter de ensayo, aconsejan preservar con firmeza, aunque con la prudencia que las circunstancias exigen, el paulatino desarrollo de estas fuerzas, conservando las actuales su carácter de policía militar y auxiliares del ejército, creando nuevas unidades que puedan, por su organización, constituir la base, y en su día, la parte principal del ejército de nuestras posesiones y territorios ocupados por nuestras tropas en el continente africano”.

El Primer soldado indígena[4] ingresa el 5 Agosto 1911 en Melilla. En realidad, el soldado Regular fue la primera tropa profesional (voluntaria) con remuneración. Lo que le ofrecían los Regulares al indígena era un sueldo, ropa nueva, comida respetuosa con sus creencias, alojamiento, sanidad, seguir profesando sin problemas su religión musulmana, posibilidades de ascenso y -los más afortunados- tener un fusil y montar un caballo (ambos, símbolos de gran estatus social). Todo esto hacía atrayente el enrolarse en un Tabor. Cuando regresaban de permiso a sus aldeas o poblados, hacían un efecto reclamo o llamada y el resto de jóvenes veían lo bien vestidos que iban con sus chilabas nuevas cargadas de muchos bordados, manteniendo su turbante (rexa), que con sus 7,50 metros hacía de mortaja al fallecido, su pantalón (zaragüelles), calzado (babuchas), bolsa de costado (skara), bien alimentado y con un dinero en el bolsillo difícil de conseguir fuera del Ejército. Pero además, el bereber o rifeño era un soldado excepcional, resistente a la fatiga, abnegado y austero, buen jinete y magnífico tirador, perfectamente adaptado al terreno, al clima y al tipo de guerra al que se iba a enfrentar, características que le convertían en un guerrero nato, cualidades que le hacían estar por encima de su homólogo en las unidades peninsulares de recluta forzosa.

Por R.O.C. de 31 de Julio de 1914 se organizan las Fuerzas Regulares Indígenas en la zona del protectorado de España en Marruecos, quedando constituidas por cuatro Grupos formados cada uno de ellos por dos Tábores a tres compañías y un Tábor de caballería de tres escuadrones.


La misión de estas fuerzas fue la de vanguardia y combate en todo tipo de terreno y operaciones, lo que llegó a incluir emboscadas, desembarcos y operaciones en alta montaña. Se exigía a sus mandos tener muy buenos conocimientos sobre la manera de llevar la guerra por parte del enemigo del Rif y del foco rebelde de la región de Yebala (donde se encuentra Tetuán)…


La misión de los Grupos de Regulares, desde su creación en 1911, ha sido la lucha de vanguardia. Pocos días de descanso ¡muy pocos!, y los más, el combate, la emboscada, la descubierta. De una a otra posición, de una a otra Zona del Protectorado…pero siempre en vanguardia. Y todo ello, con modestia, sin alardes, con la sencillez del cumplimiento exacto y gustoso del deber. Estas Fuerzas Regulares, que han sido la piedra de toque, el pedernal, el yunque que aguantó los zarpazos enemigos y llevó la bandera de España y la Media Luna de su emblema tradicional, a donde fue necesario vencer, sin reparar en la fortaleza del enemigo, sin contar su número ni sus armas: se luchaba y se vencía” (Coronel de Regulares D. José Fernández Bacorell, en el cierre de una conferencia impartida en Tetuán, el 16 de Diciembre de 1950, a los Jefes y Oficiales Alumnos de la Academia de Interventores).



El bautismo de fuego de las Unidades de Regulares se produjo el 19 de Febrero de 1912, en la acción de “Zoco el Tenin”, contra las harcas del cabecilla rifeño “El Mizzian”, teniendo como consecuencia la muerte de dicho cabecilla y sufriendo las primeras bajas de la unidad, pero no fue en esta ocasión donde se otorgó la primera condecoración, sino en la acción de Kaddur, ocurrida el día 11 de Abril de1912, donde el Primer Teniente D. Jaime Samaniego y Martínez Fortún, se convirtió en el primer laureado de las Fuerzas Regulares por su heroico comportamiento en dicha acción.

Texto extraído de la sensacional historia escrita en 2003 por D. JOSÉ Mª GIL HERNÁNDEZ

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LOS HISTÓRICOS
Durante la primera etapa (1911-1922) se crean los cinco grupos, denominados “LOS HISTÓRICOS” por ser los primeros que se crearon. Fueron empleados en vanguardia en todas las acciones que se desarrollaron en las campañas de Marruecos, Guerra Civil e incluso durante los sublevación de los mineros en Asturias en el año 1934 en que participó el grupo de Ceuta Nº 3.

Se organizaron hasta 10 Tábores en los diferentes grupos, encontrándose encuadrados en las siguientes divisiones 1, 5, 11, 12, 13, 14, 82, 150, y 152.

Durante la segunda etapa, tras la Guerra Civil (1940-1956) y dado el número excesivo de Tabores, se reorganizan las unidades y se crean por fusión de éstos los Grupos 6, 7, 8, 9 y 10. En una tercera etapa (1956-2003), el número de unidades se redujo, así como sus efectivos, pero eso sí permanecen fieles y dispuestas a servir como siempre lo han hecho a España a lo largo de su historia.

LOS GRUPOS DE REGULARES HISTORICOS (1911-1922):

FUERZAS REGULARES INDIGENAS DE MELILLA (1911-1914):

Tuvo su primer acuartelamiento en el Fuerte de Sidi-Guariach (Fuerte de la Purísima Concepción), siendo su primer jefe y fundador el Teniente Coronel de Caballería D. Dámaso Berenguer y Fusté. Esta unidad embarcó en 1913 en el puerto de Melilla trasladándose a la zona de Tetuán.

El día 18 de Enero de 1912, las Fuerzas Regulares participan en el combate para la ocupación de Monte Arruit, por cuyo brillante resultado, su jefe, el Teniente Coronel Berenguer, fue felicitado telegráficamente por El Rey Don Alfonso XIII y por el ministro de la Guerra Don Agustín Luque y Coca, con orden expresa de transmitir esta felicitación a las fuerzas a sus órdenes. Durante todo ese año, las Fuerzas Indígenas participan en diversas operaciones de campaña en el territorio de Melilla, pasando en Junio de 1913 a guarnecer la plaza de Tetuán, en la Zona Occidental de nuestro Protectorado; adonde llegan el día 12 del citado mes y entrando seguidamente en combate, destacando su actuación en las acciones de Samsa, Ben Karrick, Beni Madan y Loma Amarilla.

Por Real Orden de 31 de Julio de 1914, el primitivo Batallón se amplía en los efectivos, material y servidumbre propios de un Regimiento, si bien no recibe tal nombre sino el de GRUPO, y los Batallones el de “TABORES”. En su consecuencia la reforzada Unidad recibe, por vez primera, el nombre oficial de GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDÍGENAS DE MELILLA Nº 1. En su composición inicial, el Grupo contaría con dos Tábores de Infantería de a tres compañías cada uno y un tercer tábor, éste de Caballería, con tres escuadrones de jinetes “alfaraques”. (De “Alfaraz”, caballo en árabe). En Abril del siguiente año se elevan a tres los tabores de Infantería del Grupo. En Noviembre de ese año este tercer tabor se desgaja del Grupo para formar uno nuevo que llevaría por nombre el de “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla Nº 2”.



GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDIGENAS “TETUAN” Nº 1 (1916-1985):

Se organiza sobre la base de las FRI de Melilla, estableciéndose en el Campamento General junto al Río Martín. Su primer jefe fue el Teniente Coronel D. Leopoldo Ruiz Trillo. En 1914 cambia su denominación por R.O. de 7 de Diciembre a “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla Nº 1”. En 1916 (por Resolución del Ministerio de la Guerra de fecha 7 de Diciembre) cambiaría de nuevo su nombre por G.F.R.I. de Tetuán Nº 1. El 26 de Abril de 1915 se crea el III Tábor de dicho Grupo. Su primera bandera le fue concedida por R.O. de 3 de Julio de 1922.

El Grupo de Regulares de Tetuán Nº 1 es el origen, la madre y el tronco de todas las Fuerzas Regulares al servicio de España. Cuenta en su esclarecido Historial con un altísimo número de bajas en combate (23.461) entre muertos, heridos y desaparecidos, así como un impresionante número de altas Condecoraciones de Campaña: 15 Cruces Laureadas de San Fernando Individuales y 3 colectivas, y 67 Medallas Militares Individuales y 13 colectivas, dicen mucho del heroísmo, entrega, abnegación y sacrificio de esta Unidad.


GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDIGENAS “MELILLA” Nº 2 (1914-1985):

En 1915 se establece en la Alcazaba de Melilla y en Nador (siendo esta última su ubicación posterior). Se organiza sobre la base del Tábor de Policía de Alhucemas y el recién creado III Tábor del G.F.R.I. de Tetuán Nº 1. Su primer jefe fue el Teniente Coronel de Caballería D. Antonio Espinosa Sánchez. Permanece en Nador hasta el año 1956 en que regresa tras la independencia de Marruecos a Melilla ocupando el Acuartelamiento de Cabrerizas., hasta su disolución en 1985.


El día 29 de Junio de 1916, una columna de estas fuerzas indígenas de Melilla marcha desplegada hacia las estribaciones de Cudia-Federico (Ceuta), recibiendo seguidamente la orden de adelantarse por el camino que lleva hacia El Biut, al objeto de ocupar la loma de las Trincheras. Avanza la Caballería que es sorprendida y deshecha en una cruel emboscada de la harka enemiga. De inmediato el jefe del tábor, comandante Muñoz Güi, ordena que salga en su protección una compañía de Infantería del mismo, que es igualmente batida, causando la muerte de su capitán, de dos de sus oficiales y de 60 de sus hombres. Ante la gravedad de la situación (los efectivos del enemigo son muy superiores al de nuestros soldados) acuden en su auxilio las dos restantes compañías del tábor al mando de su jefe, el comandante Muñoz Güi, el cual es herido gravemente falleciendo ese mismo día. El combate se torna fortísimo, en su transcurso y dando un extraordinario ejemplo de valor al frente de sus Regulares, resulta herido “muy grave” de un balazo en el vientre, el joven capitán que manda la 3ª Compañía (y en esos momentos el tabor por muerte heroica de su comandante) Don Francisco Franco Bahamonde, que al final, y tras una operación muy delicada, logra salvar la vida y el Rey Don Alfonso XIII lo asciende a Comandante con tan sólo 23 años[5].


GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDIGENAS “CEUTA” Nº 3 (1914-1985):

Se organiza sobre la base de la milicia voluntaria de Ceuta, el Tábor Xerifano, de Tetuán, y la sección local de la Policía Indígena de Tetuan. Su primer jefe fue el Teniente Coronel D. Manuel de las Herías Jiménez. Luego tomaría el mando el Tcol. José Sanjurjo Sacanell –“El León del Rif”- quien, en Julio del 16, ascendería a coronel[6]. Su primera bandera le fue concedida por R.O. de 22 de Noviembre de 1921.

En la acción de Casabona caería el Comandante D. Santiago González Tablas, Caballero Laureado de San Fernando.

GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDIGENAS “LARACHE” Nº 4 (1914-1985):

Se organiza (Real Orden de 30 de Septiembre de 1914) con el personal de los Tábores de policía indígena de Arcila, Larache y Alcazarquivir, así como del Gum Hamda que operaba en esta zona. Su primer jefe fue el Teniente Coronel D. Federico Berenguer Fusté, hermano del fundador de Regulares. Tuvo su primer acuartelamiento en Arcila, pasando posteriormente a Alcazarquivir donde permaneció hasta su disolución. Su primera bandera le fue concedida por R.O. de 24 de Diciembre de 1921.

Desde sus filas legendarias, un joven teniente haciendo gala de un grandísimo valor consigue prender sobre su pecho Dos Cruces Laureadas de San Fernando. Se llamaba D. José Enrique Varela Iglesias, y aunque “a título póstumo” llegaría a alcanzar el empleo más elevado del escalafón de Oficiales Generales, el de Capitán General del Ejército.


GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDIGENAS “ALHUCEMAS” Nº 5 (1922-1985):

Fue creado por R.O.C. de 29 de Julio de 1922 (y prácticamente como consecuencia del Desastre de Annual), con el nombre de Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Alhucemas Nº 5, compuesto por 3 Tábores de infantería y uno de caballería, al igual que sus homólogos, teniendo su primer acuartelamiento en Segangan, y tomando la faja de color rojo como prenda característica de su uniformidad. Su bautismo de fuego lo obtuvo el I Tábor al mando del Teniente Coronel D. Rafael de Valenzuela y Urzaiz, apenas dos meses después de su creación, el día 26 de Octubre de 1922, durante la ocupación de Tayudait. El 16 de Noviembre de 1922, cesa en el mando el Teniente Coronel Valenzuela[7], haciéndose cargo el Teniente Coronel D. Claudio Temprano Domingo.

S.M. el rey Alfonso XIII, felicitó al grupo por su brillante comportamiento en el campo de batalla. Decía la orden de la columna: “DEBO DE HACER ESPECIAL MENCIÓN AL PRIMER TABOR DEL GRUPO DE ALHUCEMAS DE RECIENTE CREACIÓN, QUE EN EL PRIMER COMBATE QUE CONCURRE, SE CUBRE DE GLORIA, ALCANZANDO EL OBJETIVO QUE LE DESIGNE, APODERÁNDOSE DE TAYUDAIT Y CONQUISTANDO COMO TROFEO EL CAÑÓN QUE TENÍA EL ENEMIGO EN SU PODER, TENIENDO QUE VENCER CON SU ARROJO LA OBSTINADA PERSISTENCIA QUE ANTES DE ABANDONARLO, DEMOSTRÓ HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO”.


Este grupo actuó en numerosas acciones de guerra, tanto en las campañas de Marruecos, como en la Guerra Civil, prueba de ello son las condecoraciones recibidas en campaña, siendo el más condecorado de todos, pese a ser el último creado de los llamados grupos históricos.

Por R.O. de 7 de Abril de 1925, S.M. el rey Alfonso XIII concede el honor al grupo, de enarbolar la bandera nacional por derecho propio y bien ganado en el campo de batalla.

Tras la independencia de Marruecos y en el año 1959 termina de replegarse de la zona abandonando el acuartelamiento de Segangan y quedando en su nueva ubicación el acuartelamiento de Yasinem actual de Alfonso XIII, hasta su disolución en 1985.

Con la pacificación del Protectorado, los Grupos de Regulares -curtidos en cien combates- enterraron a sus muertos, plegaron sus viejos guiones llenos de gloria y replegaron sus tabores hasta sus acuartelamientos en una y otra zona de nuestro antiguo Protectorado.

Luego vendría la Guerra Civil… Pero eso ya es otra historia.

GRUPOS de REGULARES
MUERTOS
HERIDOS
MUTILADOS
DESAPARECIDOS
TETUÁN No 1
2.681
20.465
315
MELILLA No 2
2.748
9.977
1.666
CEUTA No 3
3.998
18.807
3.360
375
LARACHE No 4
1.739
7.612
345
ALHUCEMAS No 5
3.269
13.098
699
TOTAL BAJAS
14.435
69.959
5.725
1.035
91.154

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Formaron parte de la punta de lanza desde los comienzos, convirtiéndose muy pronto en un cuerpo de élite del Ejército Español y en toda una leyenda… Y es que, al lado de la Legión, como fuerza de vanguardia y de choque los Regulares escribieron con letras de sangre y oro una gloriosa página en la Historia Militare española: 56 Laureadas les fueron concedidas[8]… Por no hablar de las 188 Medallas Militares Individuales, que se dice pronto.

GRUPOS DE REGULARES
LAUREADAS INDIVIDUALES
LAUREADAS COLECTIVAS
MEDALLAS MILITARES INDIVIDUALES
MEDALLAS MILITARES COLECTIVAS
TETUÁN” No 1
15
3
67
13
MELILLA” No 2
8
4
34
15
CEUTA” No 3
11
2
45
13
LARACHE” No 4
9
4
7
3
ALHUCEMAS” No 5
13
5
35
17
TOTALES
56
18
188
61


Soy soldado regular
nacido en tierra española.
Orgulloso de servirla
con bravura sin igual.
Formaré la vanguardia al luchar
y a morir marcharé sin temor,
porque así me cubriré de honor,
que es la gloria mayor a esperar.
Luchar, vencer y resistir,
saber sufrir y padecer…
Tal consigna ha de tener.
El que me quiera seguir
a luchar y a sufrir.
Nadie nos podrá igualar
porque sabemos morir.
Es imposible seguir
al soldado regular…
¡A luchar, a vencer, a morir!
Cuando me mandan luchar
soy ejemplo de leales,
soldado de Regulares,
victorias a conquistar.
La bandera española ha de ser
defendida por mí al combatir.
Su presencia nos hará vencer
si juramos por ella morir.
Al frente marcha mi guión,
estela de gloria seguiré;
en mi pecho está el valor
unido a Dios con gran fe.
A luchar y a sufrir
nadie nos podrá igualar
porque sabemos morir.
Es imposible seguir
al soldado regular.
¡A luchar, a vencer, a morir!”




[1] La dominación española en África necesitó de una tropa de choque indígena osada y valerosa, acostumbrada a los rigores del clima y perfecta conocedora del terreno; adiestrada además en las prácticas guerreras de las gentes del país y que sirviesen de “cabeza de puente” o avanzada en la invasión. Y formaron esta tropa al servicio de España los “Mogataces”, antecesores distinguidos de nuestras Fuerzas Regulares Indígenas. Estas compañías de Mogataces toman parte en la Reconquista de Orán el año 1732, si bien no es hasta el 1 de Mayo de 1734, cuando por una Resolución del General Gobernador de Orán Don José Vallejo, se da forma oficial a la organización de las mismas, debiendo contar cada compañía con un “pie de fuerza” de 100 moros montados, con su capitán, un teniente y dos sargentos. Plantilla, que según parece, no pudo cubrirse totalmente en sus inicios, pues en una Memoria encontrada en el Monasterio de El Escorial, y fechada en Orán el día 5 de Febrero de 1735, puede leerse: “Pero hasta ahora (Febrero de 1735) tan sólo se han podido reclutar para mogataces 26 moros bizarros y seguros para ella (para la compañía), y comprar del país nueve caballos buenos, con los que hacen el regular servicio, y se continúa en solicitar completarla así de hombres como de caballos”. Estas fuerzas mogataces (damos ya por supuesto al completo de su plantilla, y aún ésta aumentada en las plazas que convinieren) con la denominación de “MOROS DE PAZ” llegaron a prestar muy valiosos y estimados servicios en la protección de avanzadas y defensas de las Plazas de Orán y Mazalquivir; hasta 1791, reinando en España Carlos IV, en que cedidas aquellas plazas al Rey de Argel, hubieron de embarcar sus restos (unos 40 hombres) y dirigirse a Ceuta donde quedaron a extinguir, percibiendo un haber diario de 12 cuartos (36 céntimos) o sea algo menos de 11 de nuestras antiguas pesetas. Años después, cuando nuestra Guerra de la Independencia (1808-1814) se fomentó otra vez la recluta desapareciendo de nuevo en 1817, pues los pocos que quedaban se designaron para intérpretes del Comandante Militar de la Plaza de Ceuta.
[2] En su artículo 3º se dispone que: “Por los representantes de España y S.M. Xerifiana se llevará a cabo la organización de Fuerzas Policía Indígena, para cuidar y mantener el orden y fomentar la amistad hacia España del elemento indígena y facilitar cuantos datos de interés puedan interesar al mando”.
[3] De hecho, la creación de los Regulares se debió en gran parte a la protesta de la población civil en la península, secundada por la prensa, por la participación de soldados españoles en la Zona del Protectorado. Se decía que un Soldado Regular (nativo) valía por tres: El soldado peninsular que se ahorraba el gobierno español en sus honorarios, el soldado como tal y el soldado enemigo que éste eliminaba en combate.
[4] La Real Orden de creación del Batallón de Regulares designa Melilla como plaza elegida para llevar a cabo su organización, reclutamiento e instrucción. Y aunque en sus inicios los nativos se encontraba remisos a ingresar en las fuerzas recién creadas, poco a poco y con la colaboración, no siempre desinteresada, de los jefes de cábila este reclutamiento se va afianzando, y tan sólo cuatro meses más tarde, en Octubre de 1911, el Batallón cuenta ya con 20 jefes y oficiales, junto a una tropa formada por 300 soldados indígenas de Infantería y 127 de Caballería. Entre los primeros oficiales que acuden a nutrir esta incipiente fuerza de choque destacamos a Mola, Cabanellas, Monasterio, Llano de la Encomienda, junto a un largo etcétera de magníficos mandos de tropas indígenas, a los que sus compañeros de la Península, obviamente situados en destinos más cómodos y relajados, designaron con el apelativo de “africanistas”. En Enero de 1912, y vista la masiva afluencia de personal indígena al objeto de “sentar plaza” en dichas fuerzas, se amplían hasta seis el número de las compañías de Infantería y a tres los escuadrones de Caballería.
[5] El 17 de Febrero de 1912, Franco llegaba a Melilla en compañía de su compañero de promoción, Camilo Alonso Vega, y su primo Pacón destinado al Regimiento África Nº 68 que manda su antiguo Coronel de la Academia de Infantería José Villalba Riquelme. Sus primeros cometidos en África fueron operaciones rutinarias; entre otras, establecer contacto entre diferentes puestos fortificados o la protección de las minas de Banu Ifrur. El 13 de Junio de ese mismo año asciende al empleo de teniente, cuenta con 19 años de edad y será el único ascenso que obtendrá por escalafón; los demás los obtendrá por méritos de guerra. A petición propia, el 15 de Abril de 1913, se le destina al Regimiento de Regulares indígenas, unidad de choque recientemente formada por Dámaso Berenguer.
El 12 de Octubre de 1913 recibe la Cruz al Mérito Militar de primera clase por su victoria en un combate el 22 de Septiembre anterior y el 1 de Febrero de 1914 es ascendido a capitán por su valor en la batalla de Beni Salem (Tetuán). En esta primera etapa en África demostró valor y capacidad táctica. En los combates se distinguió por su arrojo y belicosidad. Era “entusiasta de las cargas a la bayoneta para desmoralizar al enemigo” y asumió elevados riesgos encabezando el avance de su unidad. También, ayudado por ese coraje, logró que las unidades a su mando se distinguieran por su disciplina y avance ordenado, “ganándose una reputación de oficial meticuloso y bien preparado, interesado en la logística, en abastecer a sus unidades, en trazar mapas y en la seguridad del campamento”. También, ya en aquella época, muestra un carácter imperturbable y hermético que le acompañará durante toda la vida.
Años más tarde, reconoció que la noche en la que se incorporó a su unidad en África, durmió con el arma en la mano; la tropa le inspiró una fuerte desconfianza. Franco no se vería obligado a desarrollar una depurada estrategia ni tácticas de guerra elaboradas (dotes que ni en aquella época proporcionaba la formación en las academias militares españolas ni se le reconocería en su trayectoria militar): los rifeños no eran estrategas ni estudiosos de las tácticas de combate modernas; el desafío se encontraba en contrarrestar su belicosidad; acostumbrados a razzias entre tribus y contra los ocupantes de turno, ponían en estos combates su vida: «Hombres acostumbrados a carreteras, a caminos o, cuando menos, a senderos de montaña; hombres, además, recién llegados de un ambiente en que la guerra se miraba como algo intolerable; hombres, finalmente, que nunca habían luchado y, al otro lado, gentes no sólo acostumbradas a pelear sino para quienes la guerra estaba conectada con el pan de cada día». (Martínez Campos), Franco, primero al mando de los Regulares indígenas y después al de la Legión, instauró una disciplina férrea e implacable con la insubordinación.
Miembros de su tropa llegaron a decir que con Franco al frente no perdían las batallas y el salir ileso de las refriegas (en los dos años y medio primeros de su paso por los Regulares, 35 de los 41 de sus compañeros oficiales habían resultado muertos o heridos) le invistió de un halo de invulnerabilidad ante los indígenas que lo calificaron como hombre con baraka (hombre con buena suerte). Franco pudo advertir que los mandos únicamente conseguían el respeto de la tropa si demostraban valentía, y que el elevado número de deserciones, incluso los amotinamientos, guardaban una estrecha relación con el fracaso de las operaciones, la derrota o la retirada. El cabalgar sobre un caballo blanco, cuando tuvo derecho a ello, lo hizo bien visible para su tropa. También se distinguió por su preocupación en abastecer a su tropa en un ejército que la descuidaba por completo. En África (como en anteriores guerras coloniales) se producían más muertes como consecuencia de enfermedades que por los enfrentamientos armados…
En 1916, en un combate en El-Biutz (entre Ceuta y Tánger) fue herido en el bajo vientre, una herida grave que pudo causarle la muerte y que lo mantuvo varios meses hospitalizado en Ceuta. Era norma no escrita que las heridas de guerra se recompensaran con un ascenso, ascenso que le fue negado y que Franco logró tras insistir en todas las instancias hasta llegar al Rey Alfonso XIII. El 28 de Febrero de 1917 es nombrado Comandante con efectos retroactivos de 29 de Junio de 1916, convirtiéndose en el comandante más joven de España. Sin embargo, no consiguió que le concedieran la Laureada de San Fernando (máximo galardón en el ejército español) a la que también estaba propuesto. Años más tarde, ganada la Guerra Civil, ya como caudillo de España, se la concedió a sí mismo.
[6] Con el empleo de Comandante de Regulares fue premiado por su acción en el combate de Beni Zaiem (Tetuán) el 1 de Febrero de 1914.
[7] Valenzuela es designado por S.M. El Rey Don Alfonso XIII para el mando del Tercio de Extranjeros, tomando posesión del mismo en la mañana del día 2 de Diciembre de 1922, y encontrando la muerte en TIzzi-Assa, al frente de sus banderas legionarias, en la acción del día 5 de Junio de 1923.
[8] GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDÍGENAS DE TETUÁN Nº 1:
1.- 1º TENIENTE DE CAB. D. JAIME DE SAMANIEGO Y MARTÍNEZ FORTÚN.
2.- 2º TENIENTE DE INF. D. EDUARDO AIZPURÚA REYNOSO.
3.- CAPITÁN DE INF. D. LADISLAO AYUSO CASAMAYOR.
4.- COMANDANTE DE INF. D. JOSÉ SANJURJO SACANELL.
5.- 1º TENIENTE DE INF. D. FERNANDO MONTILLA PÉREZ-ESCRICH.
6.- MÉDICO 2ª SANIDAD MILITAR D. RICARDO BERTOLOTY Y RAMÍREZ.
7.- CABO DE INF. D. MARIANO FERNÁNDEZ CENDEJAS.
8.- SARGENTO DE INF. D. CARLOS ZARRALUQUI SÁEZ.
9.- TENIENTE MÉDICO D. LUIS MUÑOZ MATEOS Y MONTOYA.
10.- SARGENTO DE INF. D. GUILLERMO NICOLÁS ORDÓÑEZ.
11.- PRACTICANTE 1ª MILITAR D. DANIEL PAJARES COLODRÓN.
12.- TENIENTE DE INF. D. FRANCISCO PUEYO Y AINETO.
13.- SOLDADO DE INF. D. LORENZO BENITO BENÍTEZ.
14.- ALFÉREZ PROVISIONAL INF. D. SIMÓN HERNANDEZ SAGRADO.
15.- TENIENTE DE COMPLEMENTO DE INF. D. JOSÉ ORIOL ANGUERA DODERO.

GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDÍGENAS DE MELILLA Nº 2:
1.- CAPITÁN DE INF. D. JUAN SALAFRANCA BARRIOS.
2.- CAPITÁN DE CAB. D. JOAQUÍN CEBOLLINO VON LINDEMAN.
3.- TENIENTE DE CAB. D. ANTONIO ALÁEZ BAYONA.
4.- TENIENTE DE INF. D. RAFAEL CARBONELL MUÑOZ.
5.- CAPITÁN DE INF. D. MIGUEL RODRIGO MARTÍNEZ.
6.- ALFÉREZ DE INF. D. ANTONIO GARCÍA DE LA SERRANA Y GARCÍA.

GRUPO DE FUERZAS REGULARES DE CEUTA Nº 3:
1.- 1º TENIENTE DE CAB. D. DIEGO PACHECO BARONA.
2.- COMANDANTE DE INF. D. SANTIAGO GONZÁLEZ TABLAS Y GARCÍA-HERREROS.
3.- TENIENTE MÉDICO D. MANUEL RUIGÓMEZ VELASCO.
4.- TENIENTE DE INF. D. FRANCISCO ARACIEL GARBAYO.
5.- CAPITÁN DE INF. D. JOSÉ GÓMEZ DE ARTECHE Y MARTÍNEZ DE VELASCO.
6.- CAPITÁN DE INF. D. RAMÓN JORDAN DE URRIES Y PATIÑO.
7.- TENIENTE DE INF. D. LUIS BAQUERA ÁLVAREZ.
8.- TENIENTE DE INF. D. RICARDO QUIROGA PÉREZ.
9.- COMANDANTE DE INF. D. MARIANO GÓMEZ DE ZAMALLOA Y QUIRCE.

GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDÍGENAS DE LARACHE Nº 4:
1.- TENIENTE DE INF. D. JOSÉ ENRIQUE VARELA IGLESIAS.
2.- COMANDANTE DE INF. D. JACINTO JAQUOTOT ALCOBENDAS.
3.- TENIENTE DE INF. D. FRANCISCO CASAS MITICOLA.
4.- ALFÉREZ DE INF. D. JOSÉ CARRASCO VERDE.
5.- CAPITÁN DE INF. D. ANTONIO DEMA GIRALDO.
6.- ALFÉREZ PROVISIONAL INF. D. JUAN CHICOY DABÁN.

GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDÍGENAS DE ALHUCEMAS Nº 5:
1.- TENIENTE DE INF. D. ALFREDO COSTELL MEDINA.
2.- ALFÉREZ DE INF. D. LUIS CUE VIDAÑA.
3.- TENIENTE DE CAB. D. SALUSTIANO SAENZ DE TEJADA Y OLAZAGA.
4.- CAPITÁN DE INF. D. LORENZO CARBONELL MUNTO.
5.- CAPITÁN DE INF. D. NICOLÁS DE FUENTES PADRÓN.
6.- CAPITÁN DE INF. D. HELI ROLANDO DE TELLA CANTOS.
7.- TENIENTE CORONEL DE INF. D. CLAUDIO TEMPRANO DOMINGO.
8.- ALFÉREZ DE INF. D. VICTOR SAINZ ALCAINE.
9.- SARGENTO DE INF. D. PERFECTO REY CASTIÑEIRA.
10.- TENIENTE DE INF. D. CLAUDIO RIVERA MACIAS.
11.- TENIENTE DE INF. D. JOSÉ MARZO MEDIANO.
12.- CAPITÁN DE INF. D. PEDRO JANÁRIZ PERIS.
13.- ALFÉREZ PROVISIONAL INF. D. CARLOS GARCÍA DE LA HERRÁN Y MARTÍNEZ.
14.- CAPITÁN DE INF. D. ANTONIO VAQUERO SANTOS.

GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDÍGENAS DE INFANTERÍA Nº 6:
1.- CAPITÁN DE INF. D. TEODORO PALACIOS CUETO. La última es concedida en la División Azul, porque mientras permanece cautivo hasta 1.956, estaba en lista en revista del Grupo Xauen Nº 6.


15 comentarios:

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  2. Grandísimo artículo. Muchas gracias por la labor que realiza este magnífico rincón de Internet.

    http://www.youtube.com/watch?v=rfuZBVQ4s4w

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  3. El Real Madrid de las FF.AA Españolas por ser los mas Laureados y Condecorados del Ejercito Español

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    1. La comparación con un equipo de futbol, no puede ser más desafortunada. Respeto y honor a aquellos que dieron su vida por España.

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  4. Enhorabuena por el artículo. En mi blog dedicado el desastre de Annual podeís encontrar un relato de la actuación del
    Grupo de Regulares de Melilla durante la campaña de 1920-1921.
    http://desastredeannual.blogspot.com.es/
    Atentamente
    Javier Sánchez Regaña

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  5. Quisiera información sobre el tabor de regulares de sidi ifni, número 13...

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  6. Hola. Muy interesante el articulo.
    Mi abuelo fue destinado del Regimiento Africa 68 a Regulares 5 en Sengangan el 21 de octubre de 1922.
    Quisiera saber si alguien podria indicarme donde dirigirme para poder conseguir informacion de su historial militar de su estancia alli. No se a que cuartel de regulares deberia dirigirme.
    Gracias

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    1. Supongo que le podrán dar alguna información aquí o en el de Ávila:

      https://patrimoniocultural.defensa.gob.es/es/centros/archivo-general-militar-guadalajara/portada

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  8. Donde podria obtener fotos de los guiones de los tabores de Ceuta, Melilla,Alhucemas,Tetuan y Larache, seria necesario que se vieran anverso y reverso, es para unas reproduccion de los mismos.Gracias

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  9. Juraría que el color de la faja de Regulares 5 era verde, por lo menos es la que llevaban en el año 56.

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  10. El Teniente Coronel Santiago González Tablas no murió en Casabona sino en Tazarut.

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  11. Un cuerpo diseñado para matar por dinero, se que lo váis a eliminar, pero este pais no se siente orgulloso de las masacres que cometísteis en la guerra contra mujeres y niños. Lo siento Aunque no salga os lo digo simplemente eran psicópatas asesinos pagado por otro psicópata dirigidos desde la Alemania Nazi. No se como no se os cae la cara de vergüenza y culpabilidad por el genocidio que hicísteis. Cuento las atrocidades que vió mi madre y mi padre y se me cae el alma. Dios que vergüenza de gente.

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    1. Ha dejado clara su cortedad de pensamiento y su psicópata forma de agradecer a quien lucha y muere por la defensa de sus creencias, seres queridos e ideas. La vida no es color de rosa, ni unos mejores que otros. La lucha es algo tan antiguo y básico como el principio de los tiempos. Usted mezcla churras con merinas y además no sabe de lo que habla, siendo a la vez una verdadera desvergonzada con el insulto a quién defendió a su país y honor.

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