miércoles, 13 de marzo de 2013

El Día Más Largo: ALHUCEMAS (I)


Abd el-Krim
España también tuvo su “Desembarco de Normandía”, aunque casi 20 años antes que el Día D y, en esta ocasión, localizado en África. Más concretamente, en ALHUCEMAS


Este desembarco fue una acción militar sin precedente, dado que supuso el primer desembarco anfibio con éxito realizado en la historia del mundo. Hay que remarcar que el desembarco en una costa dominada por el enemigo es el tipo de operación de guerra más difícil y arriesgadas que existe. 


Mediante una acción combinada de las fuerzas de tierra, mar y aire de los ejércitos español y en menor medida del francés, desembarcaron 13.000 soldados españoles procedentes de Ceuta y Melilla en un territorio hostil controlado por los moros rifeños a las órdenes de Abd el-Krim La operación tuvo como comandante en jefe al entonces "Director Militar" de España, general Miguel Primo de Rivera, y como jefe ejecutivo de las fuerzas de desembarco en las playas de la bahía de Alhucemas al general José Sanjurjo, a cuyas órdenes estaban las columnas de los generales jefes de las brigadas de Ceuta y Melilla, Leopoldo Saro Marín y Emilio Fernández Pérez, respectivamente. Entre los jefes participantes en la acción se encontraba el entonces coronel Francisco Franco, quien por su actuación al frente de las tropas de la Legión fue ascendido a general de brigada. El general estadounidense Dwight Eisenhower años después estudió a fondo la táctica empleada por los españoles en Alhucemas para trazar el plan de la Operación Overlord. Los aliados se jugaban mucho, estaba en juego la derrota definitiva del III Reich, “Ike” era el responsable y debía asegurar el éxito de la apertura del segundo frente… 

Carros de combate Renault
Hay que destacar también que en Alhucemas se utilizaron carros de combate por primera vez en un desembarco. Fueron los modelos Renault FT modelo 1917. Además también fue la primera vez que las tropas de desembarco contaron con apoyo aéreo. De esta forma apareció el nuevo concepto moderno de desembarco anfibio. 


La crisis provocada por el Desastre de Annual supuso un cambio de la política colonial española en la Guerra del Rif. La terrible derrota de las tropas española frente a las tropas rifeñas de Abd el-Krim, fue una de las causas directas del golpe de estado de Miguel Primo de Rivera. Durante el periodo 22 de julio a 9 de agosto de 1921, las tropas rifeñas de Abd el-Krim, se hacen con el control de la mayor parte del protectorado español. El costo en vidas es terrible, mueren entre 8.000 y 11.000 soldados de las fuerzas de combate españolas. Las posiciones españolas quedaron destruidas y Melilla sitiada por el enemigo. El desastre de Annual debidamente presentado ante la opinión pública por la progresía española, provocó en España la clásica corriente pacifista. El PSOE se apresuró a liderar y exigir el abandono inmediato de Marruecos y de esta forma la crisis política dividió a la sociedad española entre los partidarios de abandonar el Protectorado y los que pedían venganza. Pero la realidad impidió cualquier iniciativa y en el terreno militar, tan solo se pudo aplicar una política de apaciguamiento para impedir la expansión de los rebeldes. El ministro de la Guerra ordenó investigar lo ocurrido en Annual. El general Juan Picasso elaborar un informe conocido como Expediente Picasso, donde se señalaba como responsables de negligencia a los generales Berenguer (Alto Comisario) y Navarro (2º Jefe de la Comandancia General de Melilla) y de temeraria la del general Silvestre. Pero antes de que el informe Picasso se debatiera en el Pleno de las Cortes, el general Miguel Primo de Rivera dio un Golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923. En aquel momento era capitán general de Cataluña, el golpe estuvo apoyado por muchos sectores de la sociedad, por el ejército, por el PSOE y la UGT y también por la burguesía catalana. Primo de Rivera, suspendió la constitución e implantó una dictadura. Alfonso XIII aceptó pasivamente la situación, la monarquía queda así comprometida a la violación constitucional. De esta forma, la dictadura terminó con la restauración y posiblemente también con el reinado de Alfonso XIII. 


Acorazado Jaime I
Tras el desastre de Annual, el Ejército español era materialmente incapaz de recuperar el territorio perdido. Por ello se optó por una política de contención orientada a impedir la expansión de la zona rebelde, ejecutada mediante acciones militares limitadas y de carácter local. Inicialmente Primo de Rivera era partidario de salir de Marruecos, pero al final se decantó por los partidarios de recuperar el territorio arrebatado por los rebeldes. El 19 de Julio de 1.924, se produce un momento de gran tensión en Ben-Tieb, cuando Franco, en presencia de general Sanjurjo, se enfrenta abiertamente con el dictador Primo de Rivera durante el banquete legionario. Finalmente y después de una larga conversación se logró el entendimiento. El dictador accedió a mantener la línea defensiva exterior que protegía la comandancia melillense, pero impone su decisión de retirarse de la región central, lo que suponía el abandono de Xauen y de un total de unos 400 blocaos. Parece ser que en aquel momento Franco y Queipo de Llano pensaron seriamente detener al dictador y sus colaboradores presentes. A finales de este año -y tras nuevos ataques de Abd el-Krim que obligaron a un nuevo repliegue español a las zonas de Tetuán, Ceuta y Melilla-, Primo de Rivera cambia de opinión y decide pasar a la ofensiva para derrotar a los moros y restituir la autoridad española en el Protectorado. Desde el 15 de Noviembre al 13 de Diciembre del 24, una división española con Castro Girona y Franco se abren paso desde Xauen a Benkarrich. 


El 30 de Marzo de 1.925, una fuerza mixta de desembarco, al mando del coronel de la Legión Francisco Franco, ocupan el puerto de Alcazarseguer, en la cabila de Ayerina. Se trataba de una maniobra de ensayo general para preparar el desembarco en la bahía de Alhucemas. 


Sanjurjo y la II y III Banderas de la Legión
En Abril de 1.925 se produce un hecho crucial: El Krim, seguro de sí mismo por sus éxitos frente a los españoles, atacó los puestos franceses en la cabila de Beni Zerual, en la orilla del Uarga (es decir, la Zona Francesa del Protectorado). De esta manera, el líder rebelde facilitó el rápido entendimiento entre España y Francia para lograr una alianza militar que coordinara acciones militares conjuntas para terminar definitivamente con el caudillo rifeño. Ello abrió las puertas a un efectivo entendimiento franco-español para hacer frente común a los rifeños. Con este fin, en Junio de ese año tiene lugar la Conferencia de Madrid, que concreta las acciones necesarias. Entre los acuerdos alcanzados se encuentra el de efectuar un desembarco español en la bahía de Alhucemas, con la cooperación y apoyo de una flota combinada, naval y aérea, franco-española. Realmente el proyecto de desembarco en Alhucemas no era nuevo. Se hablaba desde hacía mucho tiempo de un desembarco en esta zona. Pero habían resultado simples especulaciones, hasta que como consecuencia del Tratado de la Conferencia de Madrid, se desempolvó el proyecto del plan diseñado por el general Gómez Jordana. 


Alhucemas, zona de asentamiento de la cabila de Beni Urriaguel, a la que pertenecía Abd el Krim, constituía el foco permanente de la rebelión rifeña. Por tierra, todas las operaciones militares españolas, incluida la de 1.921, que culminó en Annual, tuvieron como objetivo la ocupación de Alhucemas, fracasando una tras otra (fundamentalmente por el excesivo alargamiento de las líneas). 


El propósito de la operación se fijó en el desembarco de 18.000 hombres, aunque finalmente serían 13.000 los desembarcados, para ocupar una base de operaciones en la zona de Alhucemas y hacer frente a unos 11.000 hombres -entre nativos y mercenarios- que se calculaba que podrían haber reunido los rifeños. Esta operación constituía la primera acción anfibia en la que participaba España en la era moderna y ello, junto al fracaso de la similar operación anglo-francesa en Gallipoli: Galípoli fue el gran fracaso de Churchill en la I Guerra Mundial. El militar inglés impulso y defendió el desembarco aliado en las playas de Grecia ocupadas por los turcos. Una gran fuerza de desembarco aliada compuesta por tropas francesas, inglesas, australianas y neozelandesas, fueron derrotadas por los turcos el 25 de Abril de 1.915. En las playas griegas quedaron los cuerpos sin vida de unos 55.000 soldados aliados. El desastre fue de tal magnitud que causó la dimisión de su principal promotor, Winston Churchill, entonces Ministro de Marina británico (Primer Lord del Almirantazgo). Después del desastre regresando al servicio activo en el ejército. Con el precedente de Gallipoli era para pensárselo dos veces. La operación de desembarco en terreno hostil es la más difícil la de mayor riesgo e incertidumbre. Lo escarpado del terreno junto con la magnitud de los recursos rifeños, aconsejaron a Primo de Rivera investigar con detalle los motivos que ocasionaron el desastre de Galípoli y planificar cuidadosamente el desembarco: El plan preveía algunos amagos de desembarco en algunos puntos de la costa y un desembarco efectivo realizado simultáneamente en dos puntos, con el fin de dividir las fuerzas enemigas. Se plantearon tres posibilidades, y se decidió adoptar la solución del desembarco en Suani y Morro Nuevo, pues contaba con la ventaja de dividir las fuerzas enemigas en dos núcleos separados por una zona perfectamente batida por la artillería del Peñón de Alhucemas, ofreciendo una playa de fácil acceso (Suani) en la que sería fácil batir al enemigo que la defendiese. Las fuerzas deberían ser aportadas por las Comandancias Generales de Ceuta y Melilla, con las cuales se formarían dos columnas. 


Playa del Morro
Tomada en firme la decisión, comenzó el entrenamiento exhaustivo de las tropas y los reconocimientos aéreos y marítimos de la bahía de Alhucemas. Estos reconocimientos descubrieron que el ataque no iba a ser tan sorpresivo como se pensaba: El probable conocimiento de la proyectada operación impulsó al caudillo rifeño a desplegar importantes medios defensivos alrededor de la playa: Fortificaron la bahía mediante gran número de nidos de ametralladores y minaron la playa para impedir el desembarco. Finalmente y ante la evidencia de que el enemigo estaba muy bien informado de los planes españoles, Primo de Rivera decidió cambiar el lugar de desembarco, abandonando Suani y eligiendo finalmente la Playa de la Cebadilla -situada en la península de Morro Nuevo- y Cala del Quemado, situadas al oeste de la bahía de Alhucemas. El primer y principal esfuerzo para apoderarse de la cabeza de playa se ejercería en las citadas playas; una vez conseguido con éxito este desembarco, el segundo esfuerzo se realizaría en algunas de las calas adyacentes o bien se aprovecharía el éxito inicial para profundizar y ampliar la cabeza de playa, dependiendo de las circunstancias. 


Mención aparte merecía la ISLA DE ALHUCEMAS, cuyo Peñón se convertía en punto de vital importancia estratégica, pues era el punto ofensivo (y de coberturas de las operaciones) más adelantado.  


Las tres islas de Alhucemas se encuentran situadas en la costa del norte de África, en el fondo Sudoeste de la bahía del mismo nombre formada por los cabos de Quilates y Morro Nuevo. El pequeño archipiélago está compuesto por la isla principal, llamada popularmente “El Peñón de Alhucemas” y dos islas más pequeñas denominadas de Mar y de Tierra respectivamente. El peñón de Alhucemas dista unos 700 metros de la costa del continente. Su forma es alargada con unos 170 metros de largo por 85 metros de máxima anchura y una media de 15 sobre el nivel del mar. Fortificar la isla fue una ardua tarea, ya que no había espacio para realizar obras, debiendo limitarse a reforzar las antiguas murallas y baluartes de siglos anteriores, dotándolas de blindajes de hormigón en los puestos, así como cestones, concertinas y sacos terreros. En todos los planes de desembarco de la bahía de Alhucemas previstos desde principios del siglo XX se otorgaba a la isla un papel fundamental de apoyo a la operación. Pero no fue hasta que se terminó de diseñar el definitivo, en Junio de 1.925, cuando se concretó el papel exacto que debía jugar como lugar donde emplazar una masa de artillería cuyos fuegos cubrieran el desembarco. Por ello se incrementaron aún más las baterías. Así, el 31 de Agosto de 1.925, apenas una semana antes del desembarco, la artillería de la isla estaba compuesta por 9 baterías con un total de 33 piezas. Por su parte, los Depósitos de Munición de la isla contenían 12.000 obuses de 75 mm., 4.000 de 155 mm., 2.00 de 105 mm. y 1.800 para los morteros Mata, además de 3 millones de cartuchos para fusiles y ametralladoras. Durante las operaciones de desembarco, a la artillería de la isla se le asignó prioritariamente el tiro de neutralización de las baterías enemigas de Morro Nuevo, Malmusi, Taramara y Buyibar, y como objetivos secundarios las baterías enemigas de Adrar Sel Ium, Aduana y cualquiera otra que si bien no pudieran entorpecer el desembarco, si pudieran realizar disparos sobre el peñón. En su cometido dieron muestras de gran eficacia, destruyendo la batería Nº 1 de Morro Nuevo a la cuarta salva, a pesar de hallarse a gran distancia de la isla. Otro cometido que se le dio a la isla fue el de servir de puesto sanitario avanzado donde intervenir aquellos casos cuya urgencia no hiciera oportuno su traslado a Ceuta o Melilla. Desde el 8 de Septiembre de 1.925 las baterías de la isla proporcionaron apoyo directo a las tropas desembarcadas, finalizando dicha labor el 16 de Mayo de 1.926, fecha en que por última vez intervinieron las piezas de 155 mm., las de más alcance se habían alejado definitivamente de Alhucemas… Con la paz vino el desartillado de la isla, que en 1.930 únicamente conservaba los dos morteros Mata de 90mm., ya con fines más ornamentales que operativos (en la actualidad el Peñón de Alhucemas está habitado exclusivamente por una guarnición militar que salvaguarda la soberanía española en este territorio). 


La situación geográfica de la isla, prácticamente metida en territorio enemigo hacia muy difícil su aprovisionamiento. En tiempo de paz y antes de que el enemigo contara con piezas de artillería, existía un buque civil que hacía de correo entre Ceuta y Melilla con escalas en Chafarinas, Alhucemas y Vélez de la Gomera. Normalmente se trataba de pequeños vapores costeros. Asimismo se realizaron aprovisionamientos puntuales por medio de los cañoneros encargados de la vigilancia de la costa. 


En conjunto la isla de Alhucemas contaba con un armamento artillero formado por un total de 33 piezas de cinco modelos y calibres distintos, que en resumen eran, ocho obuses de 155mm., seis obuses de montaña de 105mm.,15 cañones de 75mm., uno de ellos preparado para tiro antiaéreo, dos morteros de 150mm. y otros dos de 90mm. Todo ello en un territorio que tiene una longitud máxima de 170 metros con una anchura de 85 metros, en conjunto una superficie aproximada de 13.000 metros cuadrados. 


Para poder apreciar en sus justos términos este artillado es interesante realizar la comparación con algunos buques de los que disponía la Armada o que se estaban construyendo para ella en esos momentos: El artillado de la isla era numéricamente superior a la batería media de cualquiera de los Cruceros de que disponía nuestra Armada Española. Pero para darle su justo valor hay que matizar esta afirmación con una serie de consideraciones. 


Alhucemas
1.- En primer lugar hay que considerar que las baterías instaladas en la isla de Alhucemas tenían sectores de tiro limitados, lo que hacía que para cubrir un sector circular alrededor de la isla fueran necesarias un número más elevado de piezas. Lo anterior es parcialmente aplicable en los buques con los que se hace la comparación al tener buena parte de su potencial artillero instalado en los costados y en consecuencia sólo podían disparar a blancos situados en esa orientación, excepto que el buque maniobrase. 


2.- Un segundo aspecto es que el número de piezas de bajo calibre y tiro rápido era muy elevado en algunos de los buques, e inexistente en la isla. Se considera que tenían un bajo interés en la defensa del Peñón de Alhucemas. 


3.- Por último y teniendo en cuenta los aspectos cualitativos también hay que tener en consideración que, a igualdad de calibre, la artillería naval de la época tenía características y alcances superiores a la de campaña. 


Portahidroaviones Dédalo
Finalmente, cabe también reseñar que en una fecha indeterminada entre 1.923 y 1.925 se instaló en la batería de San Agustín una pieza Schneider de 75 mm. con una misión específica: LA DEFENSA CONTRA AERONAVES, pues ya en 1.922 se confirmó que Abd-el-Krim pretendía hacerse con un número no conocido de aviones para bombardear alguna de las ciudades españolas del Norte de África e incluso de la península. Por ello se tomaron toda serie de medidas, entre ellas la formación de una escuadrilla de caza equipada con aviones Martinsyde y que se basó en el aeródromo de Tahuima cerca de Melilla. Si tenemos en cuenta que hasta 1.926 no llegaron a España las primeras piezas antiaéreas puras que fueron los Skoda de 75 mm., y al no haber prosperado los intentos anteriores de hacerse con otras piezas adaptadas de la especialidad, podemos concluir que la pieza Schneider de 75 mm. de la batería de San Agustín de la isla de Alhucemas fue la primera pieza antiaérea operativa del Ejército de Tierra español, ya que algunos buques de la Armada contaban con piezas de esta especialidad desde hace unos años antes.


(Continúa en "El Día Más Largo: ALHUCEMAS (y II)"...)



4 comentarios:

  1. Que crónica tan bonita!. Soy hijo de militar y he disfrutado muchísimo leyéndola. Espero la segunda parte...
    Gracias!.
    José María.

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    1. Pues ya la tienes publicada. ¡Espero que te guste tanto como esta primera parte! Y que no dejes de explorar el Blog en busca de otras historias. Muchas gracias.

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  2. Hay que recordar que España siempre ha sido un referente mundial en operaciones anfibias. Toma de Argel, Tunez, Islas Terceiras, la segunda armada invencible, Salvador de Bahia, operaciones anfibias en Italia en el siglo XVIII y un largo etc que mis modestos conovimientos no me permiten recordar.

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  3. Aprendamos del pasado, para prevenir el futuro.

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