EL DESEMBARCO.
El desembarco, previsto para el 7 de Septiembre,
comenzó, debido al mal tiempo, un día más tarde en las playas de Ixdain y la
Cebadilla, en el territorio de la cabila de Bokoia, empleándose para ello 24
barcazas tipo K compradas a los británicos y que estaban en Gibraltar, siendo
las mismas que éstos habían empleado en su fracasado desembarco las playas
turcas. Con sus 30 m
de eslora y 6,5 m de manga, podían desplazar a 300 hombres. Su casco estaba
ligeramente blindado y en la proa tenían una rampa para facilitar el desembarco
de los soldados. Tenían poca autonomía y precisaban de remolque para asegurar
su operatividad en los momentos finales de aproximación a las playas.
El principal objetivo se centró en ocupar una base de operaciones capaz para albergar y permitir la maniobra
a un ejército de veinte mil hombres, aproximadamente, desde la playa de la
Cebadilla hasta Adrar-Sedun inclusive, comprendiendo en ella la península de
Morro Nuevo, Cala del Quemado, Morro Viejo, Cala Bonita, Taramara, Buyibar,
Cala del Empalmadero, Monte Palomas y Monte Malmusi. (La idea de ocupar el
macizo de Amekran, fue consecuencia de las operaciones impuestas por la forma
del terreno) y conseguir la consolidación de la cabeza de playa en las citadas playas.
Posteriormente fue profundizar y ampliar la cabeza de playa hasta lograr el
control de toda el área de la bahía de Alhucemas. Los objetivos tácticos del
desembarco era la toma de las alturas del Morro Viejo, Mohamed, Yebel Malmusi y
Yebel Busiluf con cotas entre 310 y 500 metros.
Para ello se contaría con una Fuerza de Desembarco compuesta por dos
columnas, una por cada Comandancia General de Ceuta y Melilla (de composición y
efectivos similares), con las misiones de:
A)
Para la columna de Ceuta: Efectuar el desembarco
en la playa de la Cebadilla;
B)
Para la columna de Melilla: Ejercer una acción
demostrativa sobre la Cala del Quemado y Cala Bonita, manteniéndose a bordo
hasta nueva orden, que determinaría cambiar la demostración en ejecución, o lo
que era más probable, desembarcar también en Cebadilla.
El apoyo francés se traduciría en una actuación conjunta del desembarco
de fuerzas que de sur a norte restituyeran la situación en el Alto Uarga, y
ocupando los límites meridionales del Rif. Además apoyo directo del desembarco
por Fuerzas marítimas y aéreas.
La Operación comprendía CUATRO FASES: En la primera, de una sola jornada,
se ejecutarían demostraciones simultáneas de las columnas de Ceuta y Melilla,
respectivamente, sobre Uad Lau y Sidi Dris, utilizando todos los transportes
mercantes disponibles, debidamente protegidos por las Fuerzas Navales, y buques
de guerra franceses. En la segunda, de dos días de duración, ambos núcleos
desembarcarían, sucesivamente, el primero (procedente de Ceuta) en la playa de
la Cebadilla, con la misión de envolver Morro Nuevo, estableciendo sólido
frente defensivo, y el segundo (procedente de Melilla), que hasta el momento
estaría persistiendo en la demostración frente a Sidi Dris, se subdividía a su
vez, en otros dos, de los que el de vanguardia, ocupando las barcazas que la
columna de Ceuta le proporcionase, realizaría demostraciones sobre las playas
situadas a oriente de la península de Morro Nuevo, para desembarcar en la que
se hallase menos resistencia, o aun en la misma Cebadilla, si las
circunstancias del momento así lo aconsejasen, en tanto que embarcada, y a modo
de reserva para ser empleada donde fuese necesario, quedaría la segunda
fracción. La tercera fase estribaría en la preparación del posterior avance,
abarcando el número de días necesarios para reorganizar las unidades; y por
último, durante la cuarta se verificaría una ofensiva enérgica, con objeto de
ampliar, cubrirse de los fuegos del contrario y fortificar la base de
operaciones, que así se constituyera.
A las 18 horas del día 5 de Septiembre de 1.925, las fuerzas de Ceuta
abandonaban el puerto en dirección a Uad Lau para efectuar el simulacro
recogido en los planes, distribuyéndose en los siguientes transportes: “Menorquín”,
“Cabañal”, “Segarra”, “Vicente Ferrer”, “Escolano”,
“Castilla” y “Vicente Roda”. Las Unidades de la Agrupación
Oriental (I Escalón) y las Harkas de “Solimán el Jatabi” y “Moh
Asmani” recibieron la orden de embarcar en Río Martín en barcazas sin motor
requisadas en la Aduana de este poblado. Además fueron 24 las barcazas tipo K,
de las 26 con que se contaba, que asignaron a la columna de Ceuta para el
transbordo de las unidades.
Por su parte, las fuerzas de Melilla se hicieron a la mar en la noche del
5 al 6 para efectuar la demostración en Sidi Dris, estando embarcadas en el “Alhambra”,
el “Aragón”, el “Lázaro” y el “Navarra” (Primera Flotilla,
Columna Goded, Vanguardia), componiendo la Segunda Flotilla (Columna Vera), los
navíos “Menorca”, “Jorge Juan”, “Florinda”, “Sagunto”,
“España N° 5” y “Romeu”.
El “Barceló” y el “Andalucía”, barcos hospitales quedaron
preparados en Melilla, junto con el vapor “Cullera” - transporte de las
fuerzas de reserva en caso necesario- y el “Roger de Flor” para el
ganado.
I.- COLUMNA GENERAL SARO: Operación de desembarco
en la Playa de la Cebadilla y ocupación de Morro Nuevo.
Objetivo: Dentro del objetivo general señalado, el particular de la Columna lo
constituye, la expugnación y posesión de la Península de Morro Nuevo, que será
fortificada para bases de inmediatas operaciones de enérgico castigo hacia el
interior, todo ello con la cooperación de la Columna de Melilla, la Aviación y
la Marina de Guerra nacional y francesa.
Las fuerzas de la columna estaban divididas en
tres Columnas de Maniobra:
Primera Columna, bajo mando del Coronel Franco.
Segunda Columna, comandada por el Coronel Martín.
Tercera Columna, a las órdenes del Teniente
Coronel Campins.
Todas ellas con sus respectivas Unidades de la Agrupación
Oriental (I Escalón), más un Cuartel
General con PLMM.
II.- COLUMNA DEL GENERAL FERNÁNDEZ PÉREZ:
Objetivo: Mantener su aptitud demostrativa frente a Sidi-Dris, continuando
protegida por la Escuadra francesa con la finalidad de unirse a la Columna
(Saro) y apoderarse de Adrar- Seddun y la Rocosa (con preferencia esta última).
La columna quedó estructurada de la siguiente
manera:
Primera Columna de Maniobra, al mando del Coronel
Goded (la cual desembarcará en la Playa de Cebadilla, en apoyo de la Columna
del General Saro
Segunda Columna, liderada por el Coronel Vera
(como Reserva de las anteriores).
Todas ellas con sus respectivas Unidades de la Agrupación
Occidental (II Escalón).
Efectuadas las demostraciones, los buques que transportaban a las fuerzas
de desembarco se presentaron ante la zona designada a últimas horas del día 7.
Dado lo tardío de la hora se decidió retrasar la operación hasta el del día
siguiente, al amanecer.
Sin embargo, las condiciones del mar impedirían cumplir el horario
establecido y no fue hasta la mañana siguiente en que las primeras barcazas se
dirigieron hacia la playa. En la madrugada del día 8,
comienzan a reunirse a algunas millas de la costa del Morro Nuevo las barcazas
K con sus remolcadores (guardacostas). En tanto, las baterías de la Escuadra -así
como los aeroplanos e hidros- realizan una intensa preparación artillera de 3 a
4 horas. Reunidas por fin las diferentes barcazas que habían de constituir las
dos olas de desembarco, comienza la actuación de cada Columna al mando de sus
respectivos Jefes. Siendo la Columna del Coronel Franco quien iniciase la
primera oleada y la del Coronel Martín avanzara constituyendo una segunda
oleada inmediatamente detrás, y como apoyo a la primera. Una vez desocupadas
las barcazas de la primera oleada de desembarco tienen orden de marchar
inmediatamente a buscar a la columna del Teniente Coronel Campins que
desembarca a continuación de las anteriores para apoyarlas y reforzarlas.
La idea original era que las barcazas fueran remolcadas hasta unos 1.000
metros de la playa y a esa distancia soltar amarras dirigiéndose, impulsadas
por sus propios motores hacia sus objetivos (a bordo irían las dos primeras
oleadas de desembarco de la Brigada Saro, encargadas de iniciar el asalto). Eran las 11:30 de la mañana,
cuando la 1ª oleada de tropas, al mando del coronel Franco, fueron trasportadas
en 20 lanchas rápidas de desembarco tipo K a las playas de Ixdain, la Cebadilla
y los Frailes, al otro lado de Morro Nuevo al oeste de la bahía de Alhucemas.
El desembarco efectuado a plena luz del día, contó con fuerte apoyo artillero
naval y el bombardeo de la aviación, que castigaron duramente las posiciones
defensivas de los rifeños –los emplazamientos de catorce piezas de campaña de 70 y 75 mm que habían sido capturadas a los
españoles y que ahora eran manejadas por instructores mercenarios extranjeros y los numerosos nidos de
ametralladoras-.
Para el
bombardeo de las posiciones enemigas se contó con artillería naval y terrestre,
ya que desde el peñón de Alhucemas, las piezas que había en el mismo
bombardearon las posiciones enemigas (la aportación de la artillería instalada
en el Peñón, se componía de un total de 24 cañones y obuses y 2 morteros,
contándose también con las piezas artilleras de cada una de las columnas de
desembarco una vez en tierra, así como con la batería del 7,62 que aportó la
Armada y los cañones que se arrebataron a los rifeños). Además, se sumaron al
bombardeo las piezas navales: montadas en cada uno de los Acorazados españoles,
en cada uno de los Cruceros tipo “Reina
Victoria”, en cada cañonero tipo “Recalde”
y en los Torpederos
(contabilizando un total de 108 piezas de distintos calibres de gran y mediano
alcance, aparte de otras de calibres inferiores y gran número de
ametralladoras). Por su parte la escuadra francesa contribuía con un total de
48 piezas de distintos calibres de gran y mediano alcance y otras de calibres
inferiores.
Como consecuencia de la falta de reconocimiento de
las playas, la presencia de rocas modificó los planes de desembarco y las
lanchas de Ixdain, quedaron a unos 50 metros de la playa, lo que supuso un
problema adicional en la operación de asalto a las posiciones enemigas de las
tropas españolas. Los legionarios vadearon, con el agua al cuello, el trayecto
hasta tierra firme.
Pero en aquel momento, la situación no era mejor en
la playa de la Cebadilla. Durante la operación de toma de la playa, se
descubren unas 50 minas enterradas en la arena de la playa. La desactivación de
las minas produjo un importante retraso en el despliegue y toma de posiciones
de las tropas de asalto. A las 13 horas, después de
detonar las minas de la Cebadilla y cuando los soldados empezaron a tomar a
carga de bayoneta el control de las alturas de las playas, se inició la 2ª
oleada de desembarco, comenzando a desembarcar el material logístico y demás
medios previstos, y emprendiéndose a continuación
un rápido avance hasta ocupar las alturas que dominan la playa.
En un primer
momento desembarcaron 9.000 hombres y durante el resto del día se procedió a
desembarcar el material necesario para continuar la operación. Al caer la
tarde, la artillería rifeña reanudó el fuego con intensidad contra las tropas
españolas y la escuadra, causando numerosas bajas y alcanzando a los acorazados
Alfonso XIII y Jaime I, sufriendo éstos daños menores. La
artillería fue respondida con un ataque aéreo español y al final del día,
13.000 hombres estaban ya en tierra.
Cabe destacar
que en Alhucemas se utilizaron por primera vez en la historia de la guerra
carros de combate en un desembarco, concretamente 11 Renault FT-17 (prácticamente
toda la Compañía Blindada) y 6 Schneider CA1, cuya presencia fue menos que
testimonial, ya que resultaron poco útiles, aunque causaron gran impresión.
Además, fue la primera vez en la historia en la que las fuerzas de apoyo aéreo
al desembarco, las fuerzas navales y las fuerzas de tierra actuaron bajo un
mando unificado (el de Primo de Rivera), creándose así mundialmente el concepto
moderno de desembarco anfibio.
El desembarco logró sus objetivos, siendo un total éxito
gracias a la firme decisión de Primo de Rivera y al valor de la división de
desembarco dirigida por Sanjurjo que contaba en las vanguardias de línea de
ataque con los coroneles Franco y Goded. Sobre las arenas y en las lomas que
rodeaban las playas quedaron 209 muertos y 109 heridos del bando aliado y cerca
de 700 muertos del lado rifeño. Después de esta contienda, en Febrero de 1.926,
a Franco –que había desembarcado en vanguardia de sus legionarios en la playa
Cebadilla- se le concedió por méritos de guerra el ascenso a general de brigada
de Infantería, tenía 33 Años. También el Gobiernos francés, le nombró
comandante de la Legión de Honor en reconocimiento de sus acciones en el
desembarco de Alhucemas (el propio André Maginot le hizo entrega en Zaragoza de
esta recompensa). Además, en reconocimiento a dicha operación, se otorgaron
(hasta Mayo del 26) 13 Cruces Laureadas, 28 Medallas Militares, dos Medallas
Navales y 5 Medallas Navales Colectivas.
BAJAS EN EL DESEMBARCO DE ALHUCEMAS (desde el día 8 de Septiembre hasta
el día 22 de Octubre de 1.925):
1.- Muertos:
Jefes y Oficiales: 24.
Tropa: 132 europeos y 205 indígenas.
2.- Heridos:
Jefes y Oficiales: 109.
Tropa: 786 europeos y 1.080 indígenas.
El 23 de Septiembre se dio la orden de continuar el
avance, ocupándose la línea de alturas que domina la bahía de Alhucemas el día
26. El 30, tras otro nuevo periodo de mal tiempo que impedía el desembarco del
apoyo logístico necesario, así como el apoyo aéreo, se inició la fase final de
la penetración terrestre destinada a consolidar la base de operaciones:
En uno de los vuelos de reconocimiento realizados se obtuvieron varias
fotografías de un asentamiento artillero, comprobándose la existencia de 18
piezas, junto a las cuales y como escudos humanos, había dos grupos de
prisioneros españoles, por lo cual se prohibió el bombardeo. El 2 de Octubre se
ocupó la Rocosa sin resistencia, lo que ponía en evidencia el grave quebranto
sufrido por las fuerzas rifeñas y las tropas se extendieron por los caseríos de
Axdir hasta la orilla izquierda del Yber-Loken, llegando hasta el río Guis por
la playa frente a Alhucemas.
La noticia de la toma de Axdir y del Cuartel General de Abd-el-Krim
llegada al Mariscal Petain en la tarde del 2 de Octubre, llevó al militar
francés a proseguir su avance por el sur, que se había iniciado el 25 de Agosto
y que facilitaría el cierre de la pinza que las fuerzas de los dos países
habían concebido para finalizar la pacificación total de Marruecos, dándose así
por concluida la operación.
La operación se remató con el asalto al Cónico de
Xixafen y cierre del Boquete de la Rocosa, efectuado el día 13 de octubre por
fuerzas de la Brigada Fernández Pérez, con objeto de descongestionar el frente
Rocosa-Amekran. La operación se llevó a cabo con gran eficacia, sorprendiendo
al enemigo que, solo al final opuso seria resistencia. Este día fue el último
de operaciones en el que se denominó "Sector de Axdir". Después
comenzaría el periodo de estabilización y establecimiento de una base adecuada
desde la que lanzar el golpe definitivo a la rebeldía…
Las operaciones originadas por el desembarco y
posterior avance se daban por terminadas el 13 de Octubre.
Tras ello, se iniciaron una serie de operaciones
militares que se prolongaron durante la primavera de 1.926 y que dieron lugar a
la derrota de Abd el-Krim y a la ocupación y pacificación total de la zona
española del Protectorado:
22 de Mayo de 1.926: Sanjurjo recorre triunfante la
trágica ruta del desastre del Annual de 1921, entre Monte Abarrán y Nador,
pasando por Annual y Monte Arruit… Muchos recuerdos y muchos fantasmas se
escondían tras cada chumbera, tras cada roca…
25 de Mayo de 1926: Los españoles hacen incursiones
por los poblados de Abd el-Krim.
26 de Mayo de 1.926: El emir del Rif Abd el-Krim se
rinde a los franceses, temía que los españoles lo asesinaran y el 30 firma la
rendición oficial en Taza.
Agosto de 1.926: Se ocupan Xauen y las cábilas de
Ketama y Sanhaya.
Finalmente, en la madrugada del 10 de Julio de
1.927 se lograba pacificar la Yebala y la cabila de los Ajmas, con lo que se
puso fin a una guerra que había estado desangrando a la juventud española.
Sanjurjo anuncia a España el final de la guerra de África, iniciada en 1.859
(concediéndosele el título de marqués del Rif).
CONSECUENCIAS.
Alhucemas fue el principio del fin de la sangría
que estaba suponiendo el cáncer de África a la juventud española. Pero la
guerra de África se prolongaría durante dos duras campañas más, las de 1.926 y
1.927, hasta su final definitivo el 10 de Julio de 1927.
Primo de Rivera consiguió la victoria gracias a una
nueva generación de jóvenes jefes, Franco, Varela, Goded, Mola, Dolla,
Carrasco, etc. Sanjurgo impuso un nuevo sistema político-militar frente a los
rebeldes. Los militares lograron la aceptación por parte de los jefes locales
rifeños; lográndose la total sumisión del territorio del protectorado. Se logró
la colaboración de la población y autoridades del protectorado; prueba de ello
fue la inmensa aportación de marroquí a las tropas de choque nacionales durante
la guerra Civil Española. Este resultado no lo consiguió ni Inglaterra durante
la guerra de los Boers ni Francia en Argelia o Indochina, ni Estados Unidos en
Vietnam, ni los italianos en Abisinia…
Después del desenlace de la guerra de África, la
opinión pública española se desentendió de los asuntos africanos. Alhucemas,
además de un decisivo triunfo militar, supuso un afianzamiento del directorio
militar y también prestigio internacional. Primo de Rivera lograría resolver
dos grande problemas nacionales, la seguridad ciudadana muy deteriorada por las
acciones terroristas anarquista, sobre todo en Cataluña y el recalcitrante
problema africano.
ORDEN DE BATALLA:
Mando supremo: General Miguel Primo de Rivera.
Jefe Ejecutivo del Mando terrestre: General José
Sanjurjo Sacanell (a cuyas órdenes estaban las columnas de los Generales Jefes de las Brigadas
de Ceuta y Melilla, Leopoldo Saro Marín y Emilio Fernández Pérez).
Mando aéreo: General Jorge Soriano.
Mando naval: Vicealmirante
Francisco Yolif y Morgado.
I.- Fuerzas españolas:
I.1.- Fuerzas terrestres (aprox. 13.000 hombres):
I.1.A.- Agrupación Oriental (I Escalón): Dos
banderas del Tercio de la Legión, siete Tabores de Regulares,
Batallones de África 3 y 8; una batería de obuses de 105 mm y dos de 75 (12
piezas, en total); una unidad de ingenieros, otra de intendencia y una tercera
de Sanidad. Mandos: general Leopoldo Saro Marín, teniente coronel Miguel
Campins, coroneles Francisco Franco Bahamonde y Emilio Esteban Infantes.
I.1.B.- Agrupación Occidental (II Escalón):
Una bandera del Tercio, dos tabores de Regulares, una Harka de Fuerzas
Indígenas, fuerzas de la Mehal'la Indígena; 1 Batallón Expedicionario
de Infantería de Marina; una batería de obuses de 105 mm y dos de 75 (en total,
una docena de cañones); una unidad de ingenieros, otra de intendencia y una
tercera de sanidad. Mandos: general Emilio Fernández Pérez, coroneles Manuel
Goded Llopis y Adolfo Vara del Rey.
I.2.- Fuerzas navales (Almirante Guerra Goyena
y Contraalmirante García):
2 Acorazados: “Jaime I” y “Alfonso XIII”.
4 Cruceros: “Méndez Núñez”, “Blas de Lezo”,
“Victoria Eugenia” y “Extremadura”.
1 Portahidroaviones:
“Dédalo”.
2 Destructores: “Alsedo
“y “Velasco” (el primero de ellos, no intervino finalmente al estar en
pruebas y el segundo, por ser abordado por el “Canalejas”, tras lo cual
hubo de retirarse).
7 Cañoneros: “Cánovas del Castillo”, “Canalejas”,
“Eduardo Dato”, “Lauria”, “Laya”, “Recalde”
y “Almirante Bonifaz”.
11 Guardacostas: “Uad Muluya”, “Uad Kert”,
“Uad Martin”, “Uad Ras”, “Uad Lucus”, “Uad Torga”, “Tetuán”,
“Ardía”, “Larache”, “Alcázar” y “Xauen”.
6 Torpederos Clase T1: T-1, T-11, T-16,
T-18 y T-22.
7 Guardapescas: “Marinero Jarano”, “Cardólo”,
“Maquinista Macías”, “Condestable Zaragoza”, “Marinero Gante”,
“Torpedista Hernández” y “Contramaestre Castelló”.
4 Remolcadores.
2 Aljibes: “África “y “E”.
26 barcazas de desembarco tipo K de 300 toneladas.
27 Transportes.
I.3.- Fuerzas aéreas (General Jorge Soriano):
3 Escuadras (que en conjunto comprendían siete Grupos,
uno de ellos, de Hidroaviones).
25 Breguet XIV.
15 Bristol F2B.
15 Fokker C-IV.
15 Breguet XIX.
6 De Havilland D.H.4.
6 Potez XV.
4 De Havilland D.H.9.
8 hidroaviones Savioia S16.
7 hidroaviones Dornier Wall.
La Fuerza Aeronaval se componía de:
3 escuadrillas (formada cada una por un grupo de
reconocimiento y otro de bombardeo).
6 hidroaviones de caza-reconocimiento Savoia SM-16
6 hidroaviones de bombardeo Machi M-1 SAR
1 globo cautivo tipo Avorio Prassone de 1.100
m³.
1 dirigible semirrígido de SCA
de 1500 m³.
2 aviones Junkers F-13
de la Cruz Roja.
II.- Fuerzas
francesas:
II.1.- Fuerzas terrestres:
1 batallón de infantería de marina (que desembarcó
a las 24 horas).
II.2.- Fuerzas navales (Almirante Hallier):
1 acorazado: "París".
2 cruceros: "Metz" y "Strasbourg".
2 torpederos: "Annamite" y "Tonkinois".
2 monitores avisos: "Reims" y
"Amiens".
1 remolcador: “Homard”.
1 batallón de
Infantería de Marina (que desembarcó a las 24 horas).
II.3.- Fuerzas aéreas:
LOS INGENIEROS.
La aportación
del Arma de Ingenieros consistió en siete Compañías de Zapadores, una unidad de
Pontoneros y otra de Aerostación. Así mismo, `para fortificar, cada soldado de
Infantería llevaba 4 sacos terreros vacíos, otros 1.000 en las barcazas K, el
material necesario para posiciones de infantería y batería de artillería. El
material se componía de sacos terreros, alambrada rápida y elementos de blocao
del sistema “García La Herrán”.
En cuanto a las
Transmisiones, se disponía de una estación de radio a caballo, una óptica a
caballo, una óptica a lomo y una central telefónica en el Cuartel General de la
División. Cada una de las columnas contaba con una estación óptica a caballo y
seis de mochila, una radio semi-fija, dos de montaña y dos secciones de tendido
de cable con sus aparatos.
Por su parte, los
Pontoneros llevaron material para construir ocho desembarcaderos de 30 metros,
con tramos de caballetes y pontones que se utilizaron como depósitos de agua.
LA INTENDENCIA.
A grandes
rasgos se previeron y transportaron:
Víveres: 14 días, tanto de rancho en frio como caliente sobre la tropa,
barcazas K y en los transportes marítimos y artículos para confeccionar 4 días
más de rancho caliente.
Agua: La tropa, llevaba dos cantimploras; en las K, 170 mochilas de agua
de 14 l. cada una; cada columna llevaría 200 bidones de 200 y 400l y 1.000
cubas de 18 a 20litros. Los buques, los tanques de agua al completo y además de
contar con 3 buques aljibe con cabida de 70 a 300 toneladas.
Carne: Se contrató ganado en vivo para ser sacrificado en la playa, todo
él de Marruecos.
Leña: Para tres días.
Material de Campamento: 9.000 tiendas individuales y cada columna 300
tiendas cónicas, 20 tiendas parque, 100 faroles tipo bomba marina, y para
alumbrar los hospitales, un grupo electrógeno.
SERVICIOS
SANITARIOS.
Los heridos se
atendieron tanto en la playa, como a bordo de los buques mercantes que se
habían habilitado como hospitales, y entre la península y África, se prepararon
4.000 camas para acoger a heridos y enfermos, así como dos trenes hospitales.
Se prepararon hospitales permanentes completos en Melilla, Málaga y Madrid. Se
dispuso que los heridos peninsulares fuesen evacuados a España, los indígenas a
los territorios de origen y los del Tercio lo fuesen a Melilla.
Los buques
hospitales “Barceló” y “Andalucía”, disponían de 321 camas y 368
literas respectivamente, el primero evacuó 5.549 heridos y el segundo 3.300.
Además, en cada barcaza K había un equipo de sanidad con personal y material
suficiente, para recoger y asistir a los heridos y los botes a motor de la Escuadra
los recogían de dichas barcazas y los transportaba a los buques hospitales.
Cada una de las
Columnas operantes contó con un Hospital Móvil de Montaña, integrado por
personal médico y sanitario, aparte de un hospital quirófano y una barraca
operatoria, diseñada por el doctor Mariano Gómez Ulla (este insigne médico,
personalmente, estuvo supervisando la
evacuación de los heridos desde los hospitalillos de campaña a los
barcos-hospitales y su ulterior traslado a la Península), Sección de Higiene, Ambulancia
de montaña y Sección de Artilleros Camilleros. El hospital tenía 300 camas y
dos equipos quirúrgicos, a los que se unieron seis llegados de la península,
que se repartieron entre los buques hospitales, Ceuta y Melilla.
DESDE AQUÍ, EL MODESTO HOMENAJE DE ESTE BLOG A CUANTOS
EN CUMPLIMIENTO DE SU DEBER, MURIERON, RESULTARON HERIDOS O PADECIERON
CAUTIVERIO EN LA CAMPAÑA DE MARRUECOS.
Muchas gracias por esta entrada. Yo personalmente me siento en deuda con todos los soldados que padecieron y murieron en una guerra que el pueblo español desconoce más allá de algunas historias personales.
ResponderEliminarMi respeto por todos ellos y mi recuerdo emocionado.
Mercedes Pordomingo
Me permito remitirle al libro"Historia de las Campañas de Marruecos" Tomo 4 para que rectifiquen la composición de las Columnas del Desembarco de Alhucemas. (P.p.38 y 39)
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