miércoles, 31 de julio de 2013

LOS ÁNGELES DEL EJÉRCITO DEL AIRE


De FMC a JCVR, con todo respeto y admiración.

Ningún piloto fallece. Únicamente has de mirar al cielo y fijarte: ¿Ves todas aquellas estrellas? Ahí les tienes. Siempre en su cielo…”.

Los aviones son máquinas –manejadas, eso sí, por manos expertas, veteranas, con miles de horas de vuelo acumuladas-, pero máquinas al fin y al cabo. Un fallo técnico, una avería, una respuesta no adecuada significa una única cosa a miles de pies de altura, donde no hay segundas oportunidades… En esos momentos, estos aparatos se convierten en letales. Éste es el dramático y trágico historial de uno de los modelos que integran nuestras Fuerzas Aéreas, el Dassault Mirage F-1: Un aparato efectivo pero, en demasiadas ocasiones, mortal para aquéllos que lo pilotaban. Vaya en este artículo nuestro recuerdo y más sentido homenaje:

10 de Marzo de 1988:
El Teniente Coronel del Ejército del Aire José Carlos Vargas de la Rúa fallecía al estrellarse en las proximidades de Épila (Zaragoza) el avión F-1 que pilotaba, perteneciente al Ala 14 de la base aérea de Los Llanos (Albacete). Un camionero que circulaba por el lugar fue el primero en alertar a la Guardia Civil de la localidad próxima de La Almunia de doña Godina del siniestro. Efectivos del Cuerpo de esa localidad avisaron, a su vez, al cuartel de Épila, cuyos miembros salieron en busca del aparato siniestrado, que al parecer se dirigía de Zaragoza a Albacete.

Sobre las 15:00 horas era localizado el F-1 en el paraje conocido como Marinero, a unos cuatro kilómetros de Épila. Los restos del avión, que resultó totalmente destruido, quedaron esparcidos por el lugar, según fuentes de la Benemérita…

Miembros de la Guardia Civil de Épila hallaron al Teniente Coronel, sin vida, colgado de un olivo y con el paracaídas puesto aunque sin abrir. La forma en que fue encontrado hizo concluir que el piloto -único ocupante del avión- saltó del aparato al observar posiblemente alguna anomalía (algunos vecinos de Épila aseguraban haber observado un avión que sobrevolaba el pueblo a baja altura y con dificultades), pero que no se le abrió el paracaídas, o bien que saliera despedido del aparato.

Representantes del ejército del Aire se desplazaron al lugar y se procedió a acordonar la zona. El Tcol. Vargas, de 48 años, estaba casado y tenía cuatro hijas. En la base de Los Llanos era la segunda autoridad como jefe de las fuerzas aéreas. Tenía en su haber más de 4.000 horas de vuelo y, casi con toda seguridad, hubiera ascendido a coronel en Mayo de ese año…
 
Un gran profesional de la Aviación española, Arma que ha celebrado hace muy poco, con la brillantez merecida, uno de sus redondos aniversarios, el teniente coronel don José Carlos Vargas de la Rúa, ha perecido víctima de un accidente a bordo del avión de combate F- 1 que tripulaba. Ni su destreza, ni su coraje, han podido librarle del infortunio” (Joaquín Calvo-Sotelo: “Teniente de Aviación”. “ABC” –Cartas al Director-, Martes 15 de Marzo de 1.988, página 14).


13 de Junio de 1989:
Otros dos Mirage F-1 se estrellaban, de modo casi simultáneo, cuando realizaban ejercicios de entrenamiento rutinarios en el polígono de tiro de Las Bardenas Reales (Navarra). Los dos pilotos, que saltaron en paracaídas poco antes de que los aparatos se precipitaran contra el suelo, sufrieron lesiones leves. La simultaneidad de los dos accidentes, entre los que transcurrieron cinco minutos como máximo, hizo que en un primer momento se pensara que los aviones habían colisionado en vuelo. Portavoces del Ministerio de Defensa indicaron, sin embargo, que no se produjo contacto alguno entre los aparatos y que los accidentes ocurrieron de forma independiente. La coincidencia de los dos siniestros produjo estupor en medios del Ejército del Aire, donde se aseguraba ayer que un suceso de estas Características no tiene precedentes en España. Defensa no quiso aventurar la posible causa de los accidentes, alegando que la misma no podrá conocerse hasta que concluyan las investigaciones abiertas por el juez instructor y por la comisión técnica del Ejército del Aire…

Las condiciones de visibilidad existentes en la zona eran ayer óptimas, mientras que los F-1, adscritos al Ala 14, con base en Los Llanos (Albacete), son los cazas más modernos del Ejército del Aire, a excepción de los F-18 recientemente adquiridos. Expertos aeronáuticos consultados apuntaban a una deficiencia en el mantenimiento como la hipótesis más plausible para explicar fallos mecánicos simultáneos.

Uno de los aviones, el pilotado por el Capitán Manuel Fernández Roca Teigell, se estrelló a las 9:55 de la mañana, inmediatamente después de que éste comunicara por radio que había perdido el control de la aeronave. El aparato cayó en el campo de tiro, desde donde el oficial fue trasladado al hospital Reina Sofía de Tudela y posteriormente a Madrid. El piloto presentaba fractura del húmero derecho y posible fractura cervical.

El otro aparato cayó a tierra fuera del campo de tiro, en el término municipal de Vega de Remolino, a kilómetro y medio de la localidad aragonesa de Egea de los Caballeros. El cazambombardero, que se estrelló en un descampado, no llevaba ningún tipo de munición a bordo, según fuentes del Ministerio de Defensa. Su piloto, el Teniente Coronel Sebastián Delgado Asenjo, fue trasladado al hospital militar de Zaragoza con fractura en una pierna. La zona quedó del accidente fue acordonada para evitar que desaparecieran los restos del avión, esparcidos en un área de más de 200 metros. Por su parte, el alcalde de Egea de los Caballeros, Fernando Acín, aseguraba que el accidente "pudo haber sido un desastre, al haber caído el F-1 a 300 metros de varias granjas agrícolas y a una hora en que los agricultores están en el campo"…

15 de Julio de 1989:
Un caza Mirage F-1 se estrellaba hacia la una de la tarde en una zona despoblada del término municipal de Chinchilla (Albacete). Los dos pilotos, un comandante instructor y un teniente, resultaron ilesos, ya que saltaron en paracaídas tras comprobar que el tren de aterrizaje estaba averiado y que no era posible tomar tierra en condiciones de seguridad.

El avión, perteneciente al Ala 14 del Ejército del Aire, con base en Los Llanos (Albacete), estaba realizando un vuelo de instrucción, consistente en ejercicios de despegue y aterrizaje. Tras uno de los despegues, los dos pilotos, el Comandante Juan Luis Abad Cellini, que actuaba de instructor, y el teniente alumno Javier Gómez Bas, comprobaron que una pata del tren de aterrizaje estaba torcida. Esta avería, según informó ayer el Cuartel General del Ejército del Aire, "impedía tomar tierra con seguridad".

Los pilotos informaron de la emergencia a la torre de control de la base y le notificaron que se dirigían hacia un área despoblada del término municipal de Chinchilla que está restringida al vuelo y se conoce técnicamente como Delta 37. Una vez allí, saltaron en paracaídas y dejaron que el aparato se precipitara al suelo. El accidente no produjo daños materiales, salvo la destrucción del caza. Efectivos de la Guardia Civil localizaron una hora después a los militares en la zona de Fuencaliente, a unos 20 kilómetros de la localidad de Chinchilla…

Aunque aparentemente estaban ilesos, fueron trasladados al hospital general de Albacete, para un reconocimiento médico, siendo trasladados seguidamente al Hospital del Aire, en Madrid, donde fueron sometidos a una revisión médica.

22 de Mayo de 1991:
Rafael Sánchez Sánchez, Capitán del Ejército del Aire, de 28 años, fallecía en la mañana del 22 de Mayo al explotar en pleno vuelo el F-1 que pilotaba, durante un ejercicio de vuelo nocturno al sur de la base de Gando, en la isla de Gran Canaria. El Mirage había despegado a las 6:30 horas (5:30 hora canaria) de Gando para hacer un ejercicio de entrenamiento nocturno, acompañado de otro Mirage F-1, que despegó unos 15 minutos más tarde. El militar que pilotaba el segundo avión vio, cuando se encontraba a una distancia de 77 millas de la base, que el primer aparato estallaba en el aire. El segundo piloto pudo ver un resplandor cuando se produjo la explosión -debido a que en ese momento (5:36 horas en las islas Canarias) todavía era de noche en el archipiélago- e inmediatamente informó a la base de lo sucedido, regresando a la base sin ninguna novedad.

Después de conocido el siniestro despegaron de la base de Gando un avión Fokker-27 y un helicóptero Súper Puma, del Servicio Aéreo de Rescate (SAR), para tratar de hallar los restos del piloto. Con el capitán Sánchez eran ya 12 los militares muertos en los cuatro accidentes de la Fuerza Aérea ese año 91.

20 de Octubre de 1992:
Dos cazas Mirage F-1 españoles se estrellaban a las 12:15 en la región francesa de La Somme, al norte de París, tras colisionar en vuelo, mientras se dirigían a la base aérea de Florennes (Bélgica). El piloto de uno de los reactores, el Comandante José Miguel López Merino, natural de Burgos y de 38 años, perdía la vida en el accidente, mientras que el del otro avión, el Capitán Julio de Vargas Vidal, natural de Sevilla, saltó en paracaídas y sufrió heridas leves. Según el Ministerio de Defensa, los aviones "se precipitaron contra el suelo por causas todavía desconocidas".

Los primeros indicios apuntaban a que el accidente se debió a un fallo humano, ya que el roce entre los aviones no se hubiera producido de respetarse la distancia mínima de seguridad para este tipo de vuelos. Fuentes del Ministerio de Defensa se remitieron a los resultados del informe de una comisión investigadora -que se desplazó al lugar del siniestro el mismo día del accidente- para precisar las causas del mismo. En el momento de la colisión, los F-1 volaban a 30.000 pies de altura (unos 10.000 metros) y habían pedido permiso para iniciar la maniobra de aproximación, por lo que se internaron en una zona de nubes bajas. La navegación se realizaba siguiendo las normas del vuelo visual, aunque las condiciones de visibilidad no eran muy favorables.

Los dos F-1 siniestrados formaban parte de un grupo de cuatro –pertenecientes al Ala 22- que habían salido a las 10:45 de la mañana de la base aérea de Los Llanos (Albacete) con destino a la base belga de Florennes, donde iban a desplegarse hasta el día 30, dentro de un programa de intercambio de escuadrones con la Fuerza Aérea belga. Los otros dos F-1, que volaban inmediatamente detrás de los implicados en la colisión, aterrizaron en la base aérea francesa de Cambral.

Los aviones volaban en formación y, además de su carga habitual de combustible (4.200 litros), llevaban un depósito suplementario con 1.200 litros más. La prefectura local de La Somme, en Amiens, fue la primera en anunciar que dos aviones españoles habían colisionado en vuelo entre las localidades de Chuignes y Dompierre. Rápidamente, las autoridades locales establecieron un perímetro de seguridad donde cayeron los aviones, cerca de la aldea de Fontaine-les-Cappy, a 10 kilómetros al oeste de Peronne.

El capitán Julio de Vargas, que consiguió eyectarse en paracaídas antes de que el avión se precipitara al suelo, fue atendido el hospital regional de Amiens de contusiones leves. A primera hora de la tarde equipos de rescate franceses localizaron los restos del comandante José Miguel López Merino, cuyo aparato se incendió tras la colisión. El capitán, según la nota del Ministerio de Defensa, tiene más de 1.100 horas de vuelo, 150 en F-1; mientras que el comandante fallecido, que deja esposa y tres hijos, tenía 2.260 horas de vuelo, 390 de las cuales a bordo de aviones F-1.

Éste era el primer accidente que sufrían aviones militares españoles fuera de territorio nacional, si se exceptuaba el producido en Enero de 1987, un Aviocar del Ejército del Aire, tras despegar del aeropuerto de Bata (Guinea Ecuatorial), en el que murieron 22 personas.

El Mirage F-1 tiene un amplio historial de accidentes en vuelo. A comienzos de los 70, España compró 72 aparatos a la compañía francesa Dassault. El Ejército del Aire ha perdido al menos una veintena de estos cazas. Ya en el momento de la recepción de los aviones se detectaron indicios de corrosión en las toberas.

El 20 de Julio de ese mismo año, otro Mirage F-1 se precipitaba al suelo cuando iniciaba la maniobra de aterrizaje en la pista de la base aérea de Los Llanos. Estos cazas desplegados en Los Llanos y Gando (Gran Canaria) constituían la espina dorsal de la Fuerza Aérea española, hasta la adquisición en 1984 de Ios F-18 norteamericanos.

Estaba previsto que estos aparatos fueran sustituidos a finales de los 90 por el nuevo avión de combate europeo (EFA), aunque la incertidumbre de este proyecto, cuyas inversiones han sido paralizadas, puede alargar la vida de los F-1.

17 de Diciembre de 1992:
El Capitán José Manuel Sánchez Baeza fallecía cuando el Mirage que tripulaba se estrellaba en la zona de Minaya a las cuatro y media de la tarde. En ese mismo accidente lograba saltar a tiempo –al eyectar su asiento- el Teniente piloto José Antonio Bautista Castaño, quien resultaba ileso…

20 de Marzo de 2002:
Un Mirage F-1 del Ala 14 caía 10:30 horas en el pantano del Giribaile, situado en el término municipal de Canena (Jaén) sin que se registraran víctimas, ya que el piloto pudo saltar antes del impacto. El piloto saltó en paracaídas y cayó en el agua, por lo que pudo salvar la vida y ya ha sido rescatado por efectivos de la Guardia Civil sin resultar herido, después de que se solicitase también la colaboración del Cecem. El piloto del F-1 notó cuando sobrevolaba la zona varios problemas mecánicos en el avión que le obligaron a saltar y abandonar el aparato. El aparato volaba en formación junto a otros tres aparatos, cuando el piloto comenzó a notar problemas mecánicos, por lo que puso en marcha el sistema para salir propulsado y activar el paracaídas.

El piloto cayó en el pantano del Giribaile, de donde fue rescatado por las patrullas de la Guardia Civil que se desplazaron a la zona tras recibir el aviso en el 062 de varios particulares que se encontraban en el pantano y que alertaron con sus móviles de que se veía mucho humo en el lugar del accidente.

Fuentes del Servicio de Emergencias Sanitarias de Jaén informaron que el piloto -F. N., de 26 años- padecía una hipotermia fuerte con traumatismo en la espalda y posible fractura en la región del hueso sacro. Estas fuentes precisaron que ha sido evacuado en helicóptero al Hospital militar Gómez Ulla de Madrid.

La zona por la que se encontraban esparcidos los restos del aparato fue de inmediato acordonada por  ocho patrullas de la Guardia Civil procedentes de Rus y Ubeda, así como efectivos de la Policía Judicial.

4 de Mayo de 2004:
Un F-1 de la base aérea de Los Llanos (Albacete) sufría un accidente cuando regresaba de una misión de reabastecimiento en vuelo en torno a las 10:45 horas. El avión perdía la comunicación con la base, por lo que se activó el dispositivo de búsqueda y rescate con medios aéreos del Servicio de Búsqueda y Salvamento del Ejército del Aire, de la Armada y por otros Mirage… A las 13:50 horas han aparecido los restos del avión en las cercanías de Arteaga de Arriba (Albacete). Posteriormente, a las 15,30 horas, fue hallado el cuerpo sin vida del piloto, el Capitán Miguel Alejandro Esteban Calonge. El capitán pertenecía al Cuerpo General del Ejército del Aire y se encontraba destinado en el Ala desde Julio de 1.999. Pertenecía a la L promoción de la Escala Superior de Oficiales de la Academia General del Aire y tenía 29 años.

30 de Mayo de 2005:
Un Mirage que participaba en las maniobras "Elite" (Electronic Warfare Live Training Exercise) -los mayores ejercicios de las fuerzas aéreas alemanas, en las que participan 18 naciones-, se estrellaba en las cercanías de la localidad bávara de Neuburg (cerca de Múnich), sin que hubiera que lamentar víctimas, El piloto, Teniente integrante del 142 escuadrón "Zaragoza" del Ala 14, pudo salvarse al accionar el asiento catapulta.

El aparato se estrelló en una zona deshabitada, por lo que no hubo que lamentar mayores daños, El avión, que no portaba armas, se incendió siete minutos después de despegar de Neuburg, posiblemente por un problema de motor…

23 de Marzo de 2006:
El Ejército del Aire apuntaba a un posible “fallo técnico” como causa del accidente del Mirage F-1 ocurrido en el término municipal de la Ronda (Albacete). El piloto resultó ileso tras saltar de su avión en paracaídas y fue trasladado al Hospital General de Albacete con “un pronóstico inicial de ligera conmoción”. Los hechos, que sucedieron alrededor de las diez de la mañana, tuvieron lugar en las inmediaciones de la autovía de Alicante (A-31), concretamente en el término municipal de La Roda. El avión siniestrado cayó en una zona deshabitada, por lo que no hubo que lamentar víctimas. Fuentes del Ejército del Aire explicaron que era probable que el accidente se deba a un error técnico, ya que fue el único avión siniestrado de los cuatro que realizaban un vuelo de instrucción programado.

20 de Enero de 2009:
A las 10:15 hora local se producía la colisión de dos Dassault Mirage F1 del Ala 14 del Ejército del Aire sobre la provincia de Albacete durante un vuelo de entrenamiento. Los aviones siniestrados han sido el monoplaza C.14-40 y el biplaza CE.14.31.

Curiosamente en 2006 otro Mirage F-1 tuvo un accidente casi a la misma hora, las 10:15 de la mañana, también dentro de una finca particular. El accidente se produjo en 21 de Marzo, siendo los trabajadores de esta obra los que socorrieron en primer lugar al piloto del aparato, un experimentado piloto del Ala 14, aunque en este caso no hubo que lamentar la muerte del piloto. El accidente, igual que en este caso, se produjo durante uno de los entrenamientos rutinarios.

El Ejército del Aire confirmaba las identidades de los fallecidos:

Capitán Jerónimo José Carbonell Rodríguez, piloto de la LVI promoción de la Academia General del Aire. Estaba casado, tenía 29 años y era natural de Murcia. Llevaba cuatro años destinado en la base de Los Llanos y acumulaba más de 500 horas de vuelo en el Mirage F.1.

Capitán Fernando Negrete Usón, piloto de la LII promoción de la Academia General del Aire. Estaba casado y con dos hijos. Tenía 33 años y era natural de Zaragoza. Se trataba de un más que experimentado piloto de F.1 con más de 1.000 horas de vuelo en el modelo.

Teniente Roberto Carlos Álvarez Cubillas, piloto de la LIX promoción de la Academia General del Aire y alumno del curso de pilotos de Mirage F-1. Estaba soltero, tenía 29 años y era natural de León.

El capitán Carbonell pilotaba uno de los aviones siniestrados, y el capitán Negrete y el teniente Álvarez viajaban en el otro aparato, que era de doble mando.
 
ACCIDENTES DE LOS MIRAGE F.1 ESPAÑOLES
MATRÍCULA
FECHA Y LUGAR DEL ACCIDENTE
CE14-26
07/04/1981
Villa de Bes
C14-46
28/09/1982
Alhama de Granada
C14-12
11/10/1983
Motril
C14-65
1/06/1984
C14-05
14/09/1984
Cuenca
C14-35
27/02/1985
Villasequilla de Yepes
C14-53
25/06/1985
Océano Atlántico cerca de Gando. Colisión con C.14-55
C14-55
25/06/1985
Océano Atlántico cerca de Gando Colisión con C.14-53
C14-25
29/01/1986
Lezuza
C14-02
10/03/1988
Marinero Epila
C14-03
13/03/1988
C14-32
13/06/1989
Bárdenas Reales *
C14-48
13/06/1989
Bárdenas Reales *
CE14-29
05/07/1989
Chinchilla
C14-39
15/10/1990
Albacete. Colisión con C.14-49
C14-49
15/10/1990
Albacete. Colisión con C.14-39[1]
C14-61
22/05/1991
Océano Atlántico 77 nm sur Gran Canaria
C14-23
27/08/1991
Albacete[2]
C14-59
29/01/1992
Océano Atlántico cerca de Gando[3]
n/d
20/03/1992
Jaén
C14-19
20/07/1992
Albacete[4]
C14-07
20/10/1992
El Somme (Francia). Colisión con C.14-24
C14-24
20/10/1992
El Somme (Francia). Colisión con C.14-7
CE14-28
17/12/1992
Minaya
C14C-84
21/12/1995
C14-09
12/06/1997
Bélgica
C14-51
5/01/1998
Albacete
C14-62
20/03/2002
Bailen
C14-71
04/05/2004
Sierra de Alcaraz
C14-01
30/05/2005
Neuburg (Alemania)
n/d
21/03/2006
La Roda
C14-40
20/01/2009
Ossa de Montiel. Colisión con CE14-31
CE14-31
20/01/2009
Ossa de Montiel. Colisión con C14-40
* Los C14-32 y C14-48 se perdieron el mismo día durante unas prácticas de tiro en dos accidentes separados.


11 de Septiembre de 2009:
Un Mirage F1 perteneciente al Ala 14 de la Base Aérea de Los Llanos se estrellaba, a las 11:15 horas, en las cercanías del pueblo jienense de Segura de la Sierra. El piloto, el teniente Ángel Gálvez Belmonte, de 30 años de edad, pudo salir del aparato antes de estrellarse contra el suelo, accionando el sistema de eyección, por lo que sólo sufrió heridas leves que le fueron tratadas en el Hospital General Universitario de Albacete, una vez fue trasladado hasta aquí por los efectivos sanitarios.

La zona donde cayó el avión se encontraba a unos 50 kilómetros del límite de la provincia de Albacete, en pleno Parque Natural de las sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Los vecinos del pueblo de Segura de la Sierra pudieron ver la gran columna de humo al sur de la población, en los montes que separan la aldea de Cañada Catena de Cortijos Nuevos. Si bien no hubo que lamentar daños personales, el accidente sí desencadenó un incendio que tardó en ser sofocado, debido en parte a que se trata de una zona de difícil acceso, poblada de árboles y matorrales: “Es una zona amplia donde ha caído el queroseno a lo largo de mucho metros, y eso ha hecho que el incendio empezara rápidamente”, señalaban los testigos del accidente.

Éste era el segundo siniestro en el que se veía implicado un avión del Ala 14 de la Base Aérea de Los Llanos en lo que iba de año, aunque afortunadamente el piloto pudo salvarse antes de que el aparato se estrellara. No todos tuvieron la misma suerte…

Demasiados accidentes… Y trágicos. Quizá el Mirage fue un aparato al que se le exigió demasiado y cuya vida operativa se alargó más de lo aconsejable, hasta la llegada de los F-18. Muchos pilotos pensaban que el avión ya había sobrepasado con creces su “fecha de caducidad”: El cazabombardero había entrado en servicio en 1975 en el Ejército del Aire español (aunque las primeras unidades ya se habían solicitado tres años antes[5]). Las primeras quince unidades del F1 llegaron a Los Llanos el 18 de Junio de 1976, para constituir el primer escuadrón del Ala 14. Ese mismo año se adquirían otros nueve y 48 más en 1978 (de estos últimos, veinticuatro eran aparatos monoplaza provistos de lanza de repostaje en vuelo). El programa de modificación y modernización aprobado en 1993 permitió alargar la vida operativa de 55 de estos aviones hasta el año 2012, teniendo previsto ser sustituidos por los nuevos Eurofighter… Además, los Mirage F-1 disponen de un solo motor, lo cual les hace más vulnerables a un fallo técnico…

MIRAGE F1 C (denominado C-14 en el Ejército del Aire)

Tipo: caza interceptador y de ataque en tierra.
Tripulación: 1 piloto.
Longitud: 15,3 metros.
Envergadura: 8,4 metros.
Altura: 4,5 m.
Superficie alar: 25,0 m2.
Peso vacío: 7.400 kg.
Peso cargado: 10.900 kg.
Peso máximo al despegue: 16.200 kg.
Planta motriz: 1× turborreactor con postcombustión SNECMA Atar 9K-50.
Empuje normal: 49 kilonewton (5.000 kilopondios; 11.022 libras) de empuje.
Empuje con postquemador: 70,6 kN (7.199 kgf; 15.872 lbf) de empuje.
Rendimiento
Velocidad máxima operativa (Vno): 2.338 km/h (1.453 MPH; 1.262 nudos) (Mach 2,2) a 11.000 m de altitud.
Alcance: 2 horas y 15 minutos en patrulla aérea de combate armado con 2 misiles Super 530 y equipado con un tanque auxiliar en el pilón central.
Radio de acción: 425 kilómetros (229 millas náuticas; 264 millas) a velocidad Mach 0,75/0,88 en perfil de misión HI-LO-HI con una carga de 14 bombas de 250 kg.
Alcance en ferry: 3.300 kilómetros (1.782 millas náuticas; 2.051 millas) con tanques de combustible auxiliares.
Techo de servicio: 20.000 metros (65.616 pies).
Régimen de ascenso: 243 m/s (47.834 ft/min) a gran altitud.
Carga alar: 450 kg/m².
Empuje/peso:
Con postquemador: 0,64.
Armamento:
Cañones: 2× DEFA 553 de calibre 30 mm, con 135 proyectiles cada uno.
Puntos de anclaje: 7 en total (4× pilones subalares, 1× soporte bajo el fuselaje, 2× soportes de punta alar) con una capacidad de 6.300 kg, para cargar una combinación de:
Bombas: Bombas de propósito general SAMP 25 de 247 kg, o antipistas Belouga o BAP.
Cohetes: 8× contenedores de 18 cohetes de 68 mm Matra.
Misiles:
Misiles aire-aire:
2× AIM-9 Sidewinder, de corto a alcance guiado por infrarrojos.
2× Matra R550 Magic-II, de corto alcance guiado por infrarrojos.
Matra Super 530D, de corto a medio alcance guiado por radar semiactivo o pasivo infrarrojo.
Misiles aire-superficie:
1x Misil antibuque AM.39 Exocet.
1x Misil aire-tierra guiado por láser AS-30L.
2x Misil antipista Matra Durandal.
2x Misil antirradiación Matra ARMAT.
Otros:
3× tanques de combustible externos.
Pod IRLS (infrarrojo de exploración lineal) SAT Cyclope.
Pod SLAR (radar de barrido lateral) EMI.
Pod IRLS (infrarrojo de exploración lineal) SAT Cyclope y 4 cámaras.
Aviónica:
Radar Thomson CSF Cyrano IV.
Fuente: Wikipedia.

2013… España está a punto de retirar del servicio las últimas unidades Mirage F-1, tras 38 años de uso en el que se completaron casi 200.000 horas de vuelo. Ahora el Ministerio de Defensa pretende vender los aviones supervivientes y Argentina es el candidato más seguro para quedarse con los jets de combate (otros países que recibieron la oferta fueron Ecuador y Egipto). En total hay ocho Mirage F-1, operativos y en servicio en el Ala 14, con base en Los Llanos que fueron retirados el 23 de Junio (del total de 91 cazas que mantuvo el Ejército del Aire). Otros cuatro aparatos se incluyen en el paquete para ser usados como fuente de piezas de repuesto.

Interesada, Argentina envió una delegación a la base de Albacete para comprobar el estado y operatividad de los aviones de combate españoles y según fuentes de la Fuerza Aérea, las características de esta transferencia “son esenciales para cubrir determinadas situaciones de emergencia”. Aunque las condiciones presentadas por España serían ventajosas para la Fuerza Aérea Argentina, algunos analistas han comenzado a cuestionar el verdadero aporte de estos aviones usados, señalando la dificultad de mantener en vuelo la anticuada flota de Mirage III/V modernizados (Dagger/Finger/Mara, como se ha denominado a las versiones usadas por la FAA) a la que se sumarían estos aparatos usados con el mismo problema. Por su parte, militares españoles también habían expresado sus reticencias hacia este posible contrato con Argentina porque subyacen rencores y agravios con el gobierno argentino, por casos como el de la expropiación de la petrolera YPF.

El F-1 tenía ya las horas contadas…  Siempre es motivo de tristeza despedir a un avión que lleva tantos años de servicio en España, y la historia de la aviación militar española no se entendería sin su presencia (como sucede con los JU-52, los Saeta, los Sabre, los F-104, los Phantom o los Texan), como la transición a la modernidad de los F-18 y los Eurofighter.
 

¿Sólo los ángeles tienen alas? Si es así, muchos de ellos visten el uniforme azul de nuestro Ejército del Aire…


No, en efecto, ningún piloto muere: Siguen con nosotros sin estar. Siempre. Sólo se van quienes son olvidados… Por ello, nunca debemos olvidarlos. No, no debemos. No podemos… No queremos.


Pero los F-1 no eran los únicos aparatos que protagonizaban trágicos accidentes: El 27 de Enero de 2006, un F-5 se estrellaba en Burguillos del Cerro (Extremadura), falleciendo sus dos tripulantes, el Capitán instructor del Ala 23 de la base de Talavera la Real (Badajoz), Raúl Garzón Ruiz, de 31 años, y del alumno, alférez Gabriel Garrido Muñoz, de 24 años, cuando realizaban un vuelo de prácticas.

En 2005 tuvo lugar un grave percance el 2 de Septiembre, cuando José Francisco Cabezas, capitán del Ejército del Aire, se estrelló con su avión C-101 contra una casa en Baeza (Jaén) resultando muerto el piloto, una mujer -María Lorenza López Gutiérrez- y su hija de nueve meses. El informe de la Comisión para la Investigación Técnica de los Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) aseguraba que el capitán “no cumplió las normas de vuelo” y “se encontraba fuera del sector asignado”, acusaciones que fueron muy criticadas por la familia del piloto, que no cejaron hasta conseguir reabrir el caso en Mayo de 2009, cuando el Tribunal Supremo ordenaba que el Juzgado Togado Militar Territorial número 14 de Cartagena (Murcia) continuara la instrucción del caso del accidente…

El 18 de Febrero de 2004, dos capitanes -Luis del Barrio Martorell y Enrique Paniagua Mora- fallecieron en Madrid al estrellarse la avioneta Beechcraft C-90 del 42 Gupo de Fuerzas Aéreas de la Base de Getafe (Madrid) que pilotaban cuando realizaba un vuelo local de instrucción. "Iban volando juntos dos aviones. De repente, uno de ellos pegó un giro, se puso de costado y empezó a caer y a caer... No sabíamos qué le pasaba... Pero como por aquí pasan cada día un montón de aviones de la base de Getafe, no le dimos importancia… Un minuto después oí un estampido horrible”, recordaba un testigo. “Yo creo que el piloto maniobró para ir hacia un descampado del polígono de la Cantueña. Y demostró tener mucha pericia. Porque si llega a caer en el mercadillo, habría sido una matanza, ya que en ese momento había aquí un montón de gente". La fuerza del impacto fue tal que el aparato quedó destrozado. Sólo era reconocible la cola de la avioneta C-90, ya que el resto quedó carbonizado.

En el año 2003, las Fuerzas Armadas españolas sufrieron varios accidentes aéreos. El más grave de todos ellos, con 62 militares muertos, fue el que tuvo lugar el 26 de Mayo al noroeste de Turquía a bordo del Yakovlev 42 ucraniano fletado por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD).

El 30 de Abril de ese año, Manuel Rivera Hernández, capitán de la Escuela de Reactores de Talavera la Real (Badajoz) murió al estrellarse el F-5 que pilotaba entre la terminal civil de la base y la población pedánea de Balboa, mientras realizaba maniobras de ensayo para las jornadas de puertas abiertas con motivo del cincuentenario de la citada Base Aérea.

Anteriormente, el 21 de Abril de 2003, un cazabombardero "Harrier" AV-8B de la Armada cayó al mar mientras realizaba ejercicios de adiestramiento en el Golfo de Cádiz. El piloto fue rescatado ileso.

El mes anterior, concretamente el 31 de Marzo, cinco militares fallecieron (el Sargento Ignacio Orea Cardaba y los soldados Francisco Javier González Santos, Luis Ruiz de los Paños Piedras, Sahiz Sel-Lam Mohamed y Antonio Torres Puente) al estrellarse en Villanueva de los Infantes, a unos 20 kilómetros de Valladolid, el helicóptero del Ejército de Tierra BO-105 en el que viajaban.

Unos días antes, el 25 de Marzo de 2003, dos sargentos (Manuel Fernández Carrascosa y José Ramón Fábrega Salas) murieron y una teniente y un capitán resultaron heridos al hundirse un hidroavión Canadair CL-215 perteneciente al 43 Grupo del Ejército del Aire cuando realizaba una maniobra en la bahía de Pollença (Mallorca).

El 11 de Febrero de ese año, un avión F-18 que realizaba prácticas en la base aérea de Gando se precipitó al mar. El piloto salvó su vida al saltar en paracaídas del aparato.

El 22 de Enero de 2003, un F-5B (biplaza) se estrelló en las inmediaciones de Torre de Miguel Sesmero (Badajoz). Pertenecía a una flota de 23 aviones de este tipo del Ala 23, sede de la Unidad de Instrucción de Caza y Ataque del Ejército del Aire. El teniente instructor de vuelo -David Martínez- perdía la vida al romperse el cuello cuando saltó del aparato, resultando su alumno alférez herido leve.

El 21 de Noviembre de 2002, el único prototipo español del Eurofighter se estrelló en Belvis de la Jara, en las inmediaciones de la Sierra de Altamira, salvando la vida los dos pilotos.

El 21 de Enero de 2002 tuvo lugar otro siniestro, cuando tres oficiales del Ejército de Tierra (el capitán de Infantería Miguel Ángel Gómez-Casero, el teniente de Infantería Juan Miguel del Río Moreno, y el teniente de Transmisiones del Ejército de Tierra Miguel Carlos Mesa Salamanca) fallecieron al estrellarse en las inmediaciones de Colmenar Viejo (Madrid) el helicóptero UH-1H de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) en el que viajaban.

En el año 2001 no se produjo ningún accidente militar aéreo, pero en 2.000 se produjeron tres en apenas 20 días con víctimas mortales. Así, el 23 de Marzo de ese año un avión C-212 Aviocar de Guerra Electrónica -perteneciente al 408 Escuadrón del Ejército del Aire, integrado en el Centro de Inteligencia Aérea, con base en Torrejón de Ardoz (Madrid)- se estrelló en el término municipal de Herrería (Guadalajara), falleciendo sus siete tripulantes. El aparato se incendió tras el impacto en un punto montañoso y de difícil acceso. Los fallecidos eran los capitanes pilotos Vicente Tato Porto y Ricardo José López Esparza, el alférez José María Sánchez Olmos, el subteniente José Luis Ramírez Salomón y los sargentos primeros Alejandro Iglesias Don Pedro, Francisco Rafael Vicente Sánchez y Alfonso Miguel Fernández Matheu.

Nueve días antes, el 13 de Marzo, dos cazabombarderos F-18 se estrellaron en las cercanías de Ejea de los Caballeros (Zaragoza): El avión que pilotaba el teniente Antonio Bermejo, quien resultó ileso, embistió por error desde abajo al caza del capitán Ignacio Segura cuando realizaba una maniobra de aproximación para alinearse con él, falleciendo éste. Ambos regresaban, junto con otros dos aparatos, del polígono de tiro de Bárdenas Reales (Navarra), donde habían realizado ejercicios de adiestramiento nocturno.

El 4 de Marzo de 2000 se produjo otro siniestro en Sevilla. El teniente de Infantería José Tirante García y el sargento Martín Zazo León fallecieron al estrellarse el helicóptero HU-21 Superpuma en el que viajaban, durante una maniobra de aproximación al acuartelamiento de El Copero. En el mismo accidente sufrió heridas graves el sargento José Manuel Nava Martínez.

12 de Noviembre de 1999: Un avión del Programa Mundial de Alimentos sufría un accidente en Prishtinë (Kósovo) en el que murieron 24 personas, entre ellas tres españoles: El inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía Miguel Martínez Vázquez, el oficial de policía José María Martínez de Rituerto y el Guardia Civil Jaime Pérez Fortes.

17 de Marzo de 1998: Fallece el teniente Coronel Luis Escoto Zalve en el accidente de un helicóptero "Bell-212" de la Misión de Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA), en la zona noroeste del departamento de Huehuetenago (Guatemala).

El 5 de Febrero de 1998; En el "Paraje de los Hoyos" de la localidad madrileña de Pinilla del Valle, con cinco víctimas mortales (los tenientes Oscar Vicente y Antonio M. Montero, el brigada Mariano Benito -mecánico de vuelo-, el cabo José David García y el soldado Gonzalo Castillo), al estrellarse un C-212 del 803 Escuadrón del Servicio de Búsqueda y Salvamento del Ejército del Aire (basado en Cuatro Vientos), cuando practicaba un entrenamiento de rescate en montaña.

Otro siniestro ocurría el 24 de Enero de 1997, cuando dos avionetas militares E-24 Bonanza colisionaron en pleno vuelo en la cabecera de pista de la base aérea de Getafe (Madrid), lo que causó la muerte a un capitán -Francisco Sánchez Sánchez- y a un teniente -Alfonso Almendro Mendoza-, ambos pertenecientes al 42º Grupo de la Fuerza Aérea. Los ocupantes del segundo aparato, un coronel y un capitán, pudieron recuperar el control y salieron del accidente prácticamente ilesos.

16 de Noviembre de 1994: Un helicóptero UH-10 perteneciente al Batallón de Helicópteros de Maniobra número VI con base en Los Rodeos (Tenerife) se estrelló durante unas maniobras en el Barranco de la Herradura (Fuerteventura), tras rozar un tendido eléctrico de alta tensión. Los fallecidos fueron el capitán piloto Carlos Rocha Castilla, el sargento piloto Ramón Menchón Pellicer, el sargento mecánico José María Plaza Martín-Albo, el capitán Jorge Castillo Wandosell, jefe de la primera compañía de la VII Bandera del Tercio Don Juan de Austria; el sargento legionario Santiago Palacios Páez, el cabo de la Legión José Ángel Gómez Crespo y el legionario Ángel Carlos Guisado Burgos. Todos ellos eran militares profesionales, excepto Guisado, que cumplía su servicio militar en la Legión.

6 de Marzo de 1991: Un aviocar T-12 del Ejército del Aire perteneciente a la base aérea salmantina de Matacán se estrelló en "La umbría del moro", una estrecha garganta ubicada en el término municipal de Pinofranqueado (Las Hurdes, Cáceres). Fallecieron los cinco tripulantes: El capitán Ángel Martín Martín, con 2.000 horas de vuelo; el subteniente mecánico Vicente Revilla Ruiz, con 7.000 horas de vuelo, y los sargentos alumnos Ángel Baz Duque, Vicente Utrilla Rata y Hernán de Gabriel Pérez del Pulgar, con edades comprendidas entre los 20 y 23 años. El Aviocar se tardó en localizar doce días y para acceder a él, los equipos de rescate tuvieron que descolgarse con cuerdas…

El 5 de Septiembre de 1990 se estrelló un helicóptero BO-105 (número 149) del Batallón de Helicópteros de Canarias (BHELCAN VI), con base en Los Rodeos, en la playa de las Arenitas (Tenerife), cuando realizaba unas maniobras nocturnas. Murieron cuatro militares españoles y un civil: El teniente coronel Ignacio Topete de Grassa, el comandante Juan Jesús Ponce Villena, el teniente de Sanidad Andrés Barrera Castro y el teniente José Luis Ruiz Talavera. El civil, Cesáreo Sánchez Pastor, era el técnico de mantenimiento.

Y una de las tragedias más graves sucedió el 2 de Enero de 1987: Veintidós muertos, 11 de ellos españoles, fue el resultado del accidente de un Aviocar español que se estrelló tras despegar del aeropuerto de Bata, en Guinea Ecuatorial. El Aviocar siniestrado, el T-12B-32, uno de los dos que el Ministerio de Defensa español tiene destinados como parte de la Cooperación Española, despegó a las 16:30 del aeropuerto de Bata con destino a Malabo, la capital ecuatoguineana. Los ocupantes esperaban enlazar en Malabo con el vuelo semanal de Iberia que une Madrid con la capital del país africano. El avión no llegó a tomar altura tras el despegue, y, por causas aún: desconocidas, se precipitó al mar a unos 200 metros de la playa de Asonga, cercana al aeropuerto, en una zona rocosa donde la profundidad de las aguas es de dos a cinco metros.

Los españoles muertos eran los tres miembros de la tripulación del aparato (los capitanes Rafael Salcedo Aguilar y Joaquín Castro Rodrigo y el subteniente mecánico Evaristo Álvarez Cires); la superiora general de las Calasancias, María del Carmen Gañán Saldaña, y su secretaria, María Angustias López Chamorro; el médico Miguel Ángel Ruiz Muelas; el salesiano Rafael Ballesteros y su hermana Rufina Ballesteros; y las tres religiosas salesianas Nieves Domínguez, Juana Alonso y Araceli Moreno.


Este artículo está escrito y motivado desde el mayor de los respetos y admiración. De ninguna manera ha de leerse como una crítica a nuestras Fuerzas Aéreas, sino como un homenaje a esos hombres y mujeres que se juegan la vida a miles de kilómetros de altura por defender la seguridad de nuestros cielos.




[1] Colisionan en pleno vuelo dos F-1, entre las provincias de Cuenca y Albacete. Murió un comandante del Ejército del Aire.
[2] Un Mirage se estrellaba a cuatro kilómetros de la base aérea de Los Llanos. Su piloto, un capitán, resultó ileso al saltar en paracaídas.
[3] Un Mirage F-1 del Ala Mixta 46, perteneciente al Mando Aéreo de Canarias (MACAN), se estrellaba en aguas de Canarias tras despegar de la base de Gando. El piloto fue rescatado con vida.
[4] Un F-1 del Ala 14 se estrellaba a unos diez kilómetros del destacamento militar cuando realizaba una misión de entrenamiento. El piloto, que momentos antes consiguió saltar en paracaídas, resultó con lesiones leves.
[5] En 1.972 se encargaron 21 unidades del Mirage F-1C, aunque por la situación económica el pedido se vio reducido a 15 unidades.

1 comentario:

  1. Deberíais corregir la información que aportáis sobre el accidente ocurrido en Valladolid el 31 de marzo de 2003, no habéis acertado ni una. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2003/04/02/073.html

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