Comencemos
con un ejemplo, a modo de caso práctico: La posibilidad de conocer en acción
todos los medios y capacidades del Mando de Artillería de Campaña, MACA, se da al realizarse los
ejercicios de Escuelas Practicas de Artillería que con la cadencia de ser
bianuales permiten una acción conjunta de medios y materiales del MACA realizándose una serie continua de
diferentes supuestos tácticos y distintas situaciones de combate donde se
emplea la artillería de forma intensiva recurriendo a todo el material
disponible y donde el uso de este “arma del fuego” da unos resultados
decisivos. Es tal la importancia de estas escuelas que a menudo reciben la
visita de visitantes ilustres como su majestad el Rey en este caso, el cual
junto a los demás asistentes al campo de San Gregorio pudo tener una visión
general de los medios, capacidades, habilidad táctica y equipo de la artillería
española en simulación de acciones reales.
Para
un ejercicio de esta clase el MACA
despliega lo más granado de su arsenal y panoplia regimental entre las unidades
encontramos el Cuartel General del Mando de Artillería encargado de dirigir y
evaluar el ejercicio:
El Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña, RALCA 62 equipado con sus lanzacohetes múltiples “Teruel” y los obuses SB
APU 155/52, los Santa Bárbara 155 en vulgo.
El Regimiento de Artillería de Campaña (RACA) 63 con sus
piezas ATP M-109 de 155 y M-110 de 203 mm. Con el Grupo de Artillería de
Información y Localización (GAIL),
con sus radares contrabatería y contra-morteros AN/TPQ-36, equipos
meteorológicos AIR IS-4A1-RSB y de detección de sonido SORAS 6E y el avión
radio-controlado Sistema Integrado de Vigilancia Aérea, SIVA, que por fin tras
multitud de pruebas será probado en este ejercicio simulando un entorno de
combate real realizando su labor de localización de blancos y dirección del
fuego de artillería.
El RACA 11
equipado también con los obuses autopropulsados M-109 de 155 mm[1] y M-110 A2[2] de 203 mm. (era ésta la
última oportunidad que las piezas M-110 abriesen fuego en suelo español al ser retiradas
en Enero de 2.009 -su sustituto iba a ser el germano Panzerhaubitze PzH 2.000,
“Las bestias de Tarin Kowt”, como los han apodado los talibanes, aunque
no ha concretado aún el plan de relevo ni de recepción de unidades-).
La primera
situación es la típica del uso de la artillería, se descubre un objetivo
enemigo que es necesario batir con un fuego de saturación masivo empleando gran
cantidad de medios para asegurar tanto la destrucción del blanco, una posición
fija enemiga, como el cegamiento del mismo así se emplearan tanto proyectiles
rompedores y cohetes como granadas fumígenas.
Las 12 unidades
de M-109 del GACA I/11 son las primeras en abrir fuego con una combinación de
proyectiles rompedores y fumígenos que descomponen y obstaculizan la visión del
adversario, contrasta ver los impactos de los proyectiles rompedores que dejan
una estela breve de color negro y las enormes volutas de humo blanco que expanden
los proyectiles fumígenos generando una cortina de niebla que llena el objetivo
a batir.
Unos minutos
después de iniciarse el fuego los M-110 del GACA I/63 se suman al castigo
lanzando una lluvia de proyectiles de 203 mm (es precisamente el agotamiento de
esta munición -que hace ya varias décadas que no se fabrica, pues las naciones
de la OTAN usan hoy en sus piezas de artillería proyectiles de calibres menores
pero más precisos y efectivos- lo que ha forzado al cese de las unidades M-110
al tiempo que se han agotado las municiones existentes en los polvorines). El
GALCA I/63 se suma al bombardeo con una andanada de cohetes “Teruel” de 140,5
mm y la Batería “Santa Bárbara” del RALCA 63 interviene con sus SB 155/52 dando
el castigo final al enemigo, usando una panoplia de proyectiles que terminan
por laminar la posición adversaria.
Justo
cesado el fuego, el SIVA del RACA 63 alza el vuelo impulsado por una catapulta
hidráulica adaptada sobre camión, el avión coge velocidad impulsado por su
propio motor y guiado por su controlador desde tierra va describiendo orbitas
circulares para aprovechar las corrientes térmicas y ganar altura hasta
alcanzar los 4.000 metros, desde esta posición monitorizara toda la batalla
desde el cielo.
Una
sección de reconocimiento de tres TOA M-113 realiza una patrulla sobre
territorio enemigo cuando súbitamente comienza a recibir fuego de fusilería y
cohetes RPG, desde los TOA se devuelve el fuego usando las ametralladoras
pesadas M-2 y el armamento individual de las tripulaciones, al tiempo que el
Observador Avanzado de Artillería, OAV, asignado a la sección realiza una
petición de fuego urgente a retaguardia usando vía radio el nuevo Sistema de
Posicionamiento, Navegación y Puntería, SIPNAP, con lo que en un tiempo record
puede informar a las piezas dotadas de este sistema, un trío de M-109 del RACA
11 en retaguardia, de la posición propia, de la posición del objetivo y la
naturaleza de la amenaza sin necesidad de pasar previamente por el Centro
Director de Fuego con lo que el tiempo de respuesta a la petición de ayuda se
recorta considerablemente. Así es, unos minutos de iniciado el tiroteo los
primeros proyectiles de 155 mm empiezan a caer sobre los orígenes de fuego
contrario tanto con proyectiles rompedores como fumígenos, dando a la sección
de reconocimiento la oportunidad de replegarse y ponerse a salvo protegidos por
la artillería propia.
El
tercer operativo emplea el último grito de material incorporado al MACA el obús
SB 155/52 y el vehículo aéreo SIVA. Gracias a sus sistemas ópticos, desde una
altura de 4.000 metros el SIVA detecta un objetivo a batir, el operador lo fija
en su pantalla y envía de forma automática los datos a la batería reducida, 4
piezas lo normal son 6, de SB 155/52 del RALCA 63 los cuales entran en posición
con rapidez descolgando los tripulantes las piezas de sus camiones de
transporte y poniéndolas en batería. Se da la orden de fuego y cada uno de los
Santa Bárbara descarga diez proyectiles sobre el objetivo, el bombardeo es
rapidísimo gracias al sistema de carga por estopinera “revólver” adaptados a
los SB con lo que la cadencia de tiro se incrementa.
Con
el objetivo acribillado por los disparos, el SIVA evalúa los daños captando
imágenes y sus coordenadas que son captadas en tiempo real y transmitidas a los
monitores en tierra donde son evaluadas.
Concluido
el tiro, los SB se recogen y abandonan la posición usando su propio sistema de
auto-impulsión que les permite desplazarse distancias cortas con sus propios
medios sin recurrir a un remolque.
El
SIVA participa en el siguiente operativa realizando un vuelo de reconociendo
por la zona donde se desplegara un grupo táctico formado con efectivos del GACA
I/11, tras una serie de orbitas de reconocimiento y considerar que no existe
peligro se da paso libre a la columna de ATP M-109 que con sus vehículos de
transporte de munición M-548 entra en el valle precedidos de una sección de
reconocimiento equipada con TOA M-113, la columna sigue su progresión en hilera
de forma de manera normal hasta que el SIVA, su autonomía de 7 horas le hace
muy apto para realizar el reconocimiento de una columna mecanizada, detecta una
formación mecanizada enemiga que se dirige al grupo táctico propio desde el
flanco norte. La primera medida es enviar a la unidad de reconocimiento con sus
M-113 a presentar un primer frente al enemigo mientras las piezas abandonan la
posición de columna para desplegarse sobre el terreno y poner las piezas en
batería contra la dirección de avenida de En solo tres minutos todo el GACA se
ha dispersado por todo el valle poniendo las piezas en vigilancia con los
cañones apuntando a la dirección donde se encuentra la unidad adversaria. Cuando
el grupo de reconocimiento entra en contacto con el enemigo y se inicia el
tiroteo las piezas M-109 con la información transmitida por el SIVA empiezan a
disparar contra la unidad enemiga que se encuentra repentinamente no solo
recibiendo el fuego liviano de los TOA M-113 sino una lluvia de proyectiles de
155 mm los cuales tienen un efecto de devastador sobre las unidades al
descubierto. El cañoneo se prolonga unos cuantos minutos hasta que según
demuestran las cámaras del SIVA el enemigo queda pulverizado por el peso de la
artillería. Entonces, la columna se reorganiza: la sección de reconocimiento
regresa, las piezas salen de batería y con sus vehículos de apoyo vuelven al
orden de marcha y con la columna reorganizada prosigue la progresión hacia el
destino mientras desde 4.000 metros de altura el SIVA continua su vigilancia (Antonio Rodríguez: “Tormenta de
Artillería”, Febrero de 2011).
¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯¯
Pero… ¿en realidad, quiénes son los responsables de esas
auténticas tormentas de fuego que barren trincheras, búnkeres y posiciones
enemigas? ¿Los artilleros con sus piezas o aquellos que localizan los objetivos
a batir?
LOCALIZAR OBJETIVOS es su misión principal. Es decir, proporciona a las
unidades de artillería de campaña las coordenadas exactas del punto hacia donde
tienen que disparar sus proyectiles, bien para defenderse de un ataque,
bien para llevar a cabo una ofensiva. Además, comprueba que el tiro ha sido
certero, analiza los fallos si los hubiera y establece, con toda precisión,
donde puede impactar el fuego enemigo para neutralizarlo o avisar a las tropas
con tiempo suficiente para que se pongan a cubierto. Es el Grupo de
Artillería, Información y Localización (GAIL) III/63, que, junto al de
cañones, conforma el Regimiento de Artillería de Campaña nº 63 del Ejército de
Tierra con sede en El Ferral del Bernesga (León).
“No existe una unidad igual en las Fuerzas Armadas,
nadie hace lo que nosotros -afirma su responsable, teniente coronel Daniel
Vázquez del Pozo- Somos una fuerza de élite que, además de nuestra
misión principal, colaboramos en la vigilancia y el reconocimiento del terreno
para obtener la mayor información sobre el adversario”. Para ello, cuenta
con 262 militares equipados con radares ARTHUR, sistemas de localización por
el sonido y por la vista, estaciones meteorológicas RT-20 y Marwin 32[3]
y aviones no tripulados (UAV): El SIVA -para
territorio nacional- y el PASI, en Afganistán, donde lo operan alternativamente
con el Regimiento de Inteligencia de Valencia. Un material moderno y único en
el Ejército español, que exige una elevada especialización a quienes lo
manipulan. “No son fáciles de sustituir -puntualiza el teniente coronel-.
Tenemos personal crítico sin el cual los sistemas no pueden funcionar como, por
ejemplo, los pilotos, los mecánicos o los encargados de la electrónica de los
UAV”.
AIR IS-4A1-RSB.
Tipo
|
Estación meteorológica.
|
Composición
|
Globo, Radiosonda Emisora, Radio-teodolito, Estación de tierra con
Anemómetro-Veleta-Barómetro-Altímetro.
|
Altura
|
Máxima: 1.910 mm. - Mínima: 1.680 mm.
|
Peso
|
119 Kg.
|
Observaciones
|
Proporciona boletines meteorológicos para hacer más preciso el tiro de la
Artillería propia.
|
OMMD.
Tipo
|
Oficina Meteorológica Móvil de Defensa.
|
Capacidad de conexión
|
Acceso a las redes de difusión Meteorológica de la OTAN. y de la AEMET.
|
Medidas (la x an x al)
|
3.811 x 2.081 x 2.100 mm.
|
Peso
|
4.450 Kg.
|
Observaciones
|
Dispone del equipo necesario para el desarrollo de funciones de
información, predicción y observación meteorológica.
|
VAISALA RT-20.
Tipo
|
Estación meteorológica.
|
Composición
|
Globo, Radiosonda Emisora, Radio-teodolito, Estación receptora de tierra.
|
Altura
|
Máxima: 2.300 mm. - Mínima: 1.740 mm.
|
Peso
|
172 Kg.
|
Observaciones
|
Proporciona boletines meteorológicos para hacer más preciso el tiro de la
Artillería propia.
|
El material que utiliza el GAIL tiene que ser muy preciso: “La información que nos
proporcionan estos medios tiene que ser muy fiable -explica el jefe del
grupo- porque estamos hablando de lanzar proyectiles. No me vale tener
indicios de que existe algo sospechoso, tengo que saber de qué se trata sin
género de duda”. En su opinión, las imágenes que facilita el PASI en Afganistán
han mejorado considerablemente la protección de la Fuerza: “Es fundamental
saber dónde me van a tender una emboscada, dónde han colocado artefactos
explosivos improvisados… Cuando se mueven los convoyes el PASI realiza
previamente el camino que van a recorrer y, durante el itinerario, está siempre
vigilando”, añade el jefe del GAIL.
Los
distintos componentes del grupo se complementan en su labor de localización de
objetivos. “Las fuerzas terrestres tenemos la ventaja de que nos influye
menos la meteorología: si no puedo utilizar un avión UAV o los sistemas de
localización visual porque, por ejemplo, hay mucha niebla, puedo poner en funcionamiento
el radar o los equipos de localización por sonido”, explica el Tcol. Del
Pozo. Pero también trabajan por separado, como los 26 miembros de este grupo
que están desplegados en Afganistán para operar el PASI. Durante la guerra de
Bosnia, fueron sus radares los que monitorizaron la franja de exclusión que
separaba a los contendientes. Las misiones
internacionales de las FAS han revelado una forma de hostigamiento recurrente a
nuestras tropas, y a tropas aliadas, el bombardeo de sus bases mediante
morteros. Ataques que aunque causen pocos daños pues el fuego suele ser muy esporádico
y poco sostenido puede suponer bajas y daños ocasionales además de la fatiga y
tensión que provoca este hostigamiento en las unidades propias. Para
contrarrestar esto se despliegan aportados por el GAIL equipos de radar contra-morteros
AN/TPQ-36 que localizan los orígenes del fuego indirecto detectando la
trayectoria de los proyectiles y equipos de detección por el sonido SORAS 6-E
que detectan el ruido de los primeros disparos y ponen a la unidad atacada bajo
alerta y presta a responder.
Así en una
supuesta base española en una misión en el exterior, los sensores SORAS
detectan el sonido de disparo de morteros en la distancia lo que permite dar la
alarma, se producen los primeros impactos aunque afortunadamente el personal ya
está a cubierto, el vuelo de una granada de mortero es relativamente lento y a
distancia da tiempo a cubrirse si es detectado con antelación, cuando el
adversario realiza los siguientes disparos el radar AN/TPQ-36 detectan el
origen de fuego y pasan la información a las piezas que harán la contrabatería…
“Las misiones en las que España ha participado
últimamente han sido de mantenimiento o imposición de la paz. Pero el GAIL
realiza un adiestramiento permanente porque un Ejército debe estar siempre
preparado para actuar sobre objetivos. Y ahí entramos nosotros de lleno”,
concluye su responsable.
Los SIVA:
El Grupo de Artillería de Información y
Localización de Objetivos III del Regimiento de Artillería de Campaña Nº 63 fue
la unidad encargada de poner a prueba el nuevo sistema automático de aterrizaje
y despegue que se ha incorporado al avión no tripulado SIVA (Sistema
Integrado de Vigilancia Aérea). Se convertía así en la primera unidad del
Ejército de Tierra que realizaba vuelos de aeronaves no tripuladas dentro de
territorio nacional desde la aprobación de la nueva normativa que regula su
empleo en espacios aéreos restringidos, y que data del año 2.012. Con
anterioridad no existía una regulación específica sobre esta materia, por lo
que los vuelos se suspendieron a la espera de una legislación al respecto. El
diseño del software que permite que el SIVA pueda aterrizar y despegar de forma
automática, dirigido por el operador desde su estación de control, corresponde
al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), que tiene una encomienda
de gestión del sistema junto con el Mando de Apoyo Logístico del Ejército.
Antes del desarrollo del sistema automático, el avión se ponía en vuelo con
ayuda de un lanzador neumático y se recuperaba accionando un paracaídas. La
campaña de vuelo se ha llevado a cabo en la nueva pista de tierra de 550 metros
de largo y 18 de ancho que se ha construido a tal efecto dentro del campo de
tiro y maniobras de la base "Conde de Gazola", y ha servido
para validar los procedimientos de aterrizaje y despegue automático en estas
instalaciones, así como para desarrollar la instrucción y adiestramiento de los
operadores del sistema SIVA.
SIVA es un sistema de vigilancia aérea no tripulado
de múltiples aplicaciones en el campo civil y militar, que puede ser utilizado
como vehículo de observación en tiempo real. Cuenta con diversos sensores
electro-ópticos, visible (Cámara CCD) e infrarrojo (FLIR), montados sobre una
plataforma giro-estabilizada para un adecuado seguimiento de blancos fijos o
móviles, tanto en condiciones diurnas como nocturnas. El sistema completo se
compone de un conjunto de vehículos aéreos (normalmente cuatro), una estación
móvil de control en tierra y equipo de tierra para lanzamiento, recuperación y
mantenimiento. Todo el sistema se puede operar con un máximo de diez personas.
El vehículo aéreo tiene un peso máximo de 300 kg.
con una capacidad de carga de hasta 100 kg. (incluidos 60 kg. de combustible) y
autonomía nominal de 6,5 horas para 40 kg. de carga útil. Fabricado en su mayor
parte en fibra de carbono, el UAV contiene los sistemas de control de vuelo,
propulsión, eléctrico, enlace de datos y recuperación. El sistema de
recuperación consta de paracaídas y airbags para recuperar su recuperación en
cualquier tipo de terreno, o bien de tren de aterrizaje para su operación en
pista. El sistema de control de vuelo, desarrollado en el INTA, permite
realizar misiones totalmente automáticas, así como en control manual o
semiautomático (por maniobras pre-programadas). Está basado en integración de
sensores (magnetómetros, datos de aire, GPS e inercial) y posee redundancia
física y analítica. El despegue y aterrizaje es totalmente automático.
UAV SIVA.
Tipo
|
Vehículo aéreo no tripulado.
|
Composición
|
Vehículo aéreo, Lanzador neumático, Estación de control en tierra,
Terminal de datos en tierra, Grupo electrógeno.
|
Autonomía
|
6-7 horas.
|
Carga
|
100 Kg (40 carga útil, 60 combustible).
|
Longitud
|
4 metros.
|
Envergadura
|
5,8 metros.
|
Altura
|
1,15 m (sin tren de aterrizaje) 1,6 (con tren de aterrizaje).
|
Superficie alar
|
3 metros.
|
Alcance
|
150 Km.
|
Velocidad
|
Máxima operativa: 190 Km/h - Mínima: 96 Km/h.
|
Lanzamiento
|
Mediante pista o catapulta neumática.
|
Radio de Acción
|
100-150 Km (para imagen en tiempo real).
|
Alcance en combate
|
6,5 h (con 40 kg de carga útil).
|
Techo de servicio
|
4.000 metros.
|
Recuperación
|
Mediante pista o paracaídas.
|
Observaciones
|
Realiza misiones automáticas siguiendo una planificación previa, pudiendo
reprogramarse la misión durante el vuelo.
|
Los aviones no tripulados SIVA, “capaces de sobrevolar
objetivos durante más tiempo que los aparatos convencionales, hasta siete horas
seguidas, y sin riesgo para el personal. Los UAV son el futuro”. Aunque
volar estos aparatos en territorio nacional no es fácil: “Sólo podemos
utilizar espacio aéreo segregado y tenemos que solicitar muchos permisos”,
puntualiza. Para manejar el SIVA es necesario hacer el curso DUO (Designated Unmanned Aircraft Systems Operators) en el Grupo de escuelas de Matacán. El GAIL cuenta con
tres plataformas del SIVA, un sistema que es un demostrador tecnológico del Inta
en constante evolución: “Ya despega y aterriza automáticamente, tiene más
autonomía y resistencia y ha mejorado la calidad de sus imágenes” (Capitán
Ricardo de la Fuente).
La PASI:
Su lema es
bastante claro: "DÓNDE QUIERA QUE ESTÉS, EL PASI TE ENCONTRARÁ".
Y así es. En Afganistán, la Plataforma Autónoma Sensorizada de
Inteligencia es la encargada de vigilar desde el aire cualquier posible
amenaza. En 2.008, el avión no tripulado PASI entraba a
formar parte del ejército, desplegándose en Afganistán, país donde actúan cuatro
de estos aparatos. “Lo que aporta, sobre todo, es seguridad a las tropas
allí desplegadas. La misión típica del PASI es vigilar una zona determinada
para detectar movimientos hostiles. En definitiva, para que sea transitable.
Además, dan protección a los convoyes: Nos colocamos a vanguardia y ellos nos
solicitan información: qué hay detrás de una loma o en una vaguada”,
explicaba el Brigada Antonio Fábregat, piloto de PASI. Estos datos les llegan a
los convoyes por voz o a través de un receptor de video en el que ven
directamente las imágenes que capta el PASI. Considera este sistema “muy
fiable” y sólo le pone algunas pegas: “A mucha altura tiene problemas de
congelamiento y, en el aterrizaje, es vulnerable al viento”[4].
UAV PASI (SEARCHER MKII-J).
Tipo
|
Vehículo aéreo no tripulado.
|
Composición
|
Vehículo aéreo, Estación de control, Sistema de
enlace, Terminales remotos de video, Sensor posición remoto, Tractor de
arrastre, Remolque de transporte, Remolque de repostaje, Grupo electrógeno.
|
Autonomía
|
15-17 horas.
|
Alcance
|
350 Km.
|
Techo
|
20.000 Pies.
|
Lanzamiento
|
Pista asfaltada.
|
Recuperación
|
Pista asfaltada.
|
Observaciones
|
Realiza misiones automáticas siguiendo una
planificación previa, pudiendo reprogramarse la misión durante el vuelo.
|
El ARTHUR:
Sólo hay cuatro
radares ARTHUR en toda España. “Localiza prácticamente todo y, además, se
puede operar sólo con dos personas: un conductor -va montado en un vehículo
todoterreno- y un operador”, comentaba el Sargento 1o Agustín
Cid. Se utiliza tanto para localizar las armas del adversario como para controlar
el fuego de las unidades de artillería “donde siempre vamos integrados. Así
pueden corregir la trayectoria del tiro a partir de la información que enviamos”.
El Ejército de
Tierra recibía en Abril de 2.009 los primeros de los cuatro radares antibatería
ARTHUR adquiridos en 2.007 a la empresa sueca Saab Defence que por su
configuración pueden ser desplegados a zonas de operaciones e incrementar,
concretamente, la seguridad de los contingentes españoles en misiones de paz.
En Noviembre de 2006, el Consejo de Ministros
autorizaba al Ministerio de Defensa la adquisición de cuatro radares ARTHUR
(Artillery Hunting Radar), cuatro unidades de control remoto, un
entrenador de aula y el apoyo logístico integrado por un importe de 69 millones
de euros, distribuidos en siete anualidades (entre 2006 y 2012, ambos
inclusive). La reseña del Consejo de Ministros explicaba que este radar "permite
el empleo en zona de conflicto a las que las Unidades del Ejército español
destacadas para garantizar el mantenimiento de la paz. Este radar es capaz de
detectar y registrar trayectorias de fuego cuya realización implica, en algunos
casos, claras violaciones de los acuerdos de paz alcanzados".
Este radar, mucho más potente y moderno que el
AN/TPQ-36, es capaz de localizar cañones, cohetes y morteros a una distancia de
hasta 40 kilómetros, así como clasificar el origen del fuego y el punto de
impacto, y el tipo de proyectil. Otro avance importante que conlleva el nuevo
radar -fabricado por la empresa Saab quien adquirió estos productos al
comprar la compañía Ericsson Microwawe Systems - es la posibilidad de trabajar
al mismo tiempo en los modos hostil y amigo. Es decir, puede localizar fuego
enemigo y, simultáneamente, corregir el fuego propio. Además, tiene una
capacidad de localizar 100 disparos por minuto y seguir ocho trayectorias de
forma paralela.
En opinión de quien asumió el reto de ser el primer
operador de este nuevo sistema el Sargento 1º Peláez, “El radar ARTHUR
destaca por su manejo sencillo, la integración de todos los elementos
necesarios para una localización fiable y eficaz, y la incorporación de un buen
sistema de comunicaciones”. Respecto al primer punto, la facilidad de
manejo, hay que señalar, en primer lugar, que para la puesta en funcionamiento
del radar sólo son necesarios dos personas: un operador y un conductor con el
carné de camión. Asimismo, el software es muy fácil de utilizar y está
adaptado para trabajar con el nuevo sistema de Puesto de Mando del Grupo de
Artillería de Campaña (PCGACA).
En cuanto a la integración de elementos, el radar
incorpora un navegador inercial que permite dar la posición y la orientación de
la antena y, asimismo, buscar las rutas posibles para los traslados o
movimiento que debe hacer el radar. El sistema incluye también un terminal
remoto -por si hubiera que manejar el radar desde el exterior de la cabina-, un
sistema de auto-chequeo que posibilita la identificación de las averías o
errores, un sistema de acondicionamiento que posibilita mantener siempre el shelter
en las condiciones adecuadas de temperatura y un grupo electrógeno que otorga
autonomía al radar.
Por su parte, el sistema de comunicaciones permite
el enlace con el conductor y con elementos externos (dentro y fuera del
territorio nacional) mediante voz o texto, y está habilitado para enganchar con
los medios de la Red Básica de Área. “Con este sistema, una unidad amiga
puede pedir la corrección de un tiro y los datos se podrían enviar desde el radar
directamente a las piezas”. En definitiva, y en palabras del capitán
Camblor, con este radar nos poníamos “a la misma altura, e incluso a un
nivel superior, del resto de países del entorno de la OTAN”.
Tipo
|
Radar Doppler de pulsos con
procesamiento digital de la señal.
|
Rango de frecuencias
|
5,4-5,9 GHz. Banda C.
|
Medidas (la x an x al)
|
3.660 x 2.440 x 2.240 mm.
|
Peso
|
4.000 Kg.
|
Alcance
|
Máximo: 40 Km. - Mínimo: 2,9
Km.
|
Sector de exploración
|
Horizontal: 1.600ºº - Vertical:
148ºº
|
Observaciones
|
Permite localizar el origen de
las trayectorias de armas enemigas. Tambien puede corregir el tiro propio en
condiciones adversas, incluso con nula visibilidad. Transportado sobre camión
IVECO TT 7226.
|
El HALO MK2.
El equipo de localización por sonido MK2 lleva en servicio en el
ejército algo más de cuatro años. Para el Sargento 1o José Luis
Fernández, es el ideal “para defender una base porque puede operar 24 horas
seguidas y no requiere prácticamente mantenimiento”. Su funcionamiento se
basa en “la recogida de las ondas sonoras”, que se transmiten tanto por el
aire como por el suelo, que pueden proceder de una explosión, de una pieza de
artillería o de un mortero. Cada sistema -el GAIL tiene dos- cuenta con cuatro
puestos sensores (y cada puesto lleva asociados tres micrófonos, una radio con
su antena y una estación meteorológica). Para Fernández, este sistema y el radar
se complementan mutuamente: “El ARTHUR emite ondas electromagnéticas y es
más fácilmente localizable. Nuestro equipo es más discreto”[5].
HALO MK2.
Tipo
|
Sistema de localización por el sonido.
|
Capacidad de memoria
|
6 Objetivos en 1 sg.
|
Medidas (la x an x al)
|
13.995 x 2820 x 2.520 mm.
|
Peso
|
14.180 Kg.
|
Alcance
|
30 Km.
|
Precisión
|
100 Mts. de 0 a 8 Km. - 200 Mts. de 8 a 15 Km. - >15 Km. según nº
sensores.
|
Observaciones
|
Permite localizar el origen de fuego de armas enemigas. También puede
corregir el tiro propio, así como orientar medios de localización Radar.
|
[1] España posee Seis M-109 A2/A3, integrados en la Infantería de
Marina, y 96 M-109 A5, pertenecientes al Ejército de Tierra.
M109A2: Esta versión incorpora 27 mejoras que aumentan su
vida útil. Las más notables son el obús M185 con cañón largo montado en el
afuste M178, la protección balística para el telescopio panorámico, bloqueo del
mecanismo de rotación mediante contrapeso y la capacidad de montar el
dispositivo de alineación M140. La cantidad de munición transportada aumentó de
28 proyectiles de 155 mm a 36, mientras que la cantidad de cartuchos calibre
.50 es la misma.
M109A3/A3B: Son M109A1 y M109A1B reconstruidos al estándar
M109A2 respectivamente. Algunos A3 tienen montados tres brazos de contacto,
mientras que todos los A2 tienen cinco.
M109A4: Son M109A2 y M109A3 con mejoras en la protección
NBQ (NBC/RAM), así como en la fiabilidad, disponibilidad, y capacidad de
mantenimiento por parte de la tripulación, incluyendo purificadores del aire,
calentadores y equipos de protección Mission Oriented Protective Posture
(MOPP; máscaras antigás, trajes protectores, guantes y botas).
El embrague del mecanismo de
rotación del obús en esta versión es hidráulico, en comparación al mecanismo
eléctrico de los anteriores M109, teniendo un modo manual en caso de una avería
eléctrica. El A4 también agrega un filtro hidráulico adicional, para un total
de dos. También incluye una mejora del equipo del arranque del motor,
aumentando la capacidad de arranque rápido en casos de emergencia.
La cantidad de munición
transportada es la misma que en los modelos anteriores.
M109A5: Reemplaza el obús M185 montado sobre el afuste M178
con el obús de 155 mm M284 montado sobre el afuste M182, dando a la versión A5
un alcance mucho mayor que antes.
Fabricación:
Estados Unidos.
Fecha de
fabricación: 1963/1980.
Dotación: 5
tripulantes. Otros 8 sirvientes en vehículo de municionamiento.
Peso: 28,3 Tm.
Propulsión: Motor
GENERAL MOTORS 8V-71T de 8 cilindros de 9.308 CC. y 405 CV. de potencia.
Transmisión:
Caja automática ALLISON con 2 gamas hacia delante y 1 hacia atrás.
Velocidad: 55
km/h.
Autonomía:
523 km.
Arma: Obús
M201 de 203 milímetros.
Blindaje: Chapa de aluminio en barcaza (el vehículo sólo ofrece protección blindada para el
conductor, al carecer de torre).
12 de estas piezas
provenían de la transformación de los M-107 recibidos en 1.972. Otros 24
llegaron a España en 1.993 como consecuencia del Programa FACE, sirviendo todos
en los grupos ATP del RACA 11. Finalmente, nuestras FAS contaron con 64 obuses de este tipo (32 en el RACA 11 de Madrid –ahora
ubicado en Burgos- y 32 en el RACA 63 de León).
Se podían obtener
alcances de hasta 22 kilómetros (30 km con munición asistida por cohete),
siendo la cadencia de tiro de un disparo cada dos minutos.
[3] El sistema de sondeo MW32 MARWIN de Vaisala proporciona un perfil
atmosférico del viento, la presión, la temperatura y la humedad desde la
superficie hasta las alturas para utilizarse en análisis balísticos. Además,
puede ingresar estos datos en modelos meteorológicos numéricos y lograr
pronósticos más precisos. Además, el perfil atmosférico es útil, por ejemplo,
en aplicaciones de aviación, QBRN y navales. Los datos se proporcionan en los
formatos Stanag y OMM pertinentes. El MW32 MARWIN se ha diseñado para un exigente uso en defensa, ya que:
I.- Es fácil de usar y de alta
resistencia.
II.- Cumple con las
especificaciones MIL-STD-810G importantes para el muestreo ambiental y
MIL-STD-461F de compatibilidad electromagnética.
III.- Consta de un
receptor-procesador y antenas para rastrear la radiosonda incorporada en un
globo aerostático.
IV.- Las diferentes
configuraciones incluyen un sistema portátil, instalación en vehículos e
instalación en embarcaciones marítimas.
[4] Para realizar la misión contaban con cuatro aviones "Searcher MK
III", dotados de unas potentes cámaras (diurna y nocturna) con las que
podían reconocer a una persona hasta a 1,5 kilómetros de distancia. Con el
repliegue en marcha tuvieron un extra de trabajo, pues ninguno de los convoyes que
recorrían el camino entre Qala i Naw-Herat se movían sin su “escolta”: Unas
aeronaves de poco más de 8 metros, que son capaces de volar a una altura de
hasta 20.000 pies y cubrir distancias de entre 250 y 350 kilómetros (con una
autonomía de 10 horas, aproximadamente). Además, para facilitar aún más su
operatividad, podían controlarse y visualizar sus imágenes tanto desde una sala
central como con modernos sistemas portátiles que les permitían hacer uso de
ellos en cualquier parte en la que se enconatraran. Ellos solos aterrizan y
despegan automáticamente por medio del GPS.
En los más de cinco años que
llevaba desplegada esta unidad en Herat -compuesta por 26 efectivos- habían
completado más de 4.000 horas de misión.
[5] Elena Tarilonte: “Rastreadores de Objetivos”. “Revista Española de
Defensa”
No 300 (Noviembre de 2013), página 33.
No hay comentarios:
Publicar un comentario