Rápidos, silenciosos, mortales… Llegaban donde nadie más llegaba, se atrevían en lo que nadie osaba… Hacían posible lo imposible. Nunca se daban por vencidos. Eran Legionarios. Y algo más: Eran Boinas Verdes. Los Boinas Verdes de la Legión. Sobra cualquier otro comentario.
Las Operaciones Especiales en La Legión tienen sus
antecedentes en la Sección de Operaciones Especiales –que se
identificaban por un emblema con una calavera con unas tibias cruzadas y tenían
una instrucción diferente del resto de las compañías- que en la década de los
70 fueron organizadas en los Tercios Saharianos, a razón de una por Bandera (en
el II Tercio se entrenaba a los legionarios en escalada, cualificación que
posibilitó la creación de las Secciones de Escalada para cubrir la montañosa
zona fronteriza con Marruecos). Helitransportadas, desde un principio, tenían
como misión principal la de actuar contra el Frente Polisario (especializándose
en guerrilla y contraguerrilla), como de hecho así ocurrió de una manera
eficaz, siendo estas pequeñas UOE.´s las únicas que han entrado en combate y
han sufrido bajas en acciones de guerra. Casi simultáneamente los Tercios
hermanos del norte de África, organizaron también sus SOE.´s llegando a existir
un total de 8 Unidades de este tipo en 1975 (2 por Tercio)[1].
El entusiasmo y tenacidad del entonces Subinspector
de La Legión, General D. Tomás Pallás Sierra,
consigue la creación de una Unidad tipo Compañía (el 22 de Febrero de 1981 se
seleccionaban los 39 primeros legionarios integrantes, ex paracaidistas o
veteranos de la Legión Extranjera francesa). La primera “Prueba de Boina”
transcurrió entre los días 9 y 29 de Julio, concediéndose la codiciada boina
verde a 65 de los 95 integrantes…
Y así, el 6 de Octubre de ese año, en el marco de
una de las numerosas reorganizaciones que ha sufrido La Legión a lo largo de su
historia, se daba por oficialmente organizada la Unidad de Operaciones
Especiales Legionaria (UOEL), siendo su fundador el Cap. D.
Ricardo Castillo Algar y quedando compuesta por Mando, Plana Mayor, Unidad de
Apoyo y tres “Equipos Operativos”. Se daba así carta de naturaleza
organizativa a las unidades de "cometidos especiales" que, con
el nombre de Secciones de Operaciones Especiales, venían existiendo de forma
más o menos extraoficial, en el seno de cada bandera legionaria desde los años 70…
Aquel acto administrativo de Octubre del 81, abría la puerta a la expansión
de las operaciones especiales dentro de La Legión. A finales de Enero de 1983
se realizaba la primera Fase de Supervivencia en la zona de Faraján (Málaga),
articulándose la Unidad en 18 Patrullas de Supervivencia. Seguidamente se
realizan en el Valle de Abdajalís las prácticas de emboscada, golpes de mano y
cerco, así como recorridos topográficos –diurnos y nocturnos- en la malagueña
Sierra de Yeguas. En Septiembre de ese mismo año, 27 de sus integrantes se
trasladan a la Escuela Militar de Paracaidismo.
No conforme con
la pequeña entidad de esta Unidad, el General Pallás pretende que exista en La
Legión una Bandera de Operaciones Especiales y ante la falta de un número
suficientes de Suboficiales diplomados en Operaciones Especiales, logra que en
1983-84 se realice un curso de OE.´s en la Base Legionaria de Ronda
exclusivamente para Mandos de la Escala Legionaria, con la intención de surtir
de Mandos diplomados en OE.´s a la futura Bandera
de Operaciones Especiales de La Legión (BOEL). Así, en Septiembre de 1983,
un grupo de profesores de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones
Especiales (EMMOE) se desplazaba por primera vez fuera de Jaca, hasta Ronda,
para impartir -junto con algunos oficiales legionarios- el I Curso de
Operaciones Especiales de La Legión, con el fin de que los suboficiales y los Cabos
1º legionarios pudieran efectuar el curso de aptitud para mando de OE. Más
tarde los miembros de la UOEL compondrían el I Curso de Paracaidismo para
Caballeros Legionarios en la escuela de paracaidismo de Alcantarilla,
efectuando en 1984 el primer salto de una unidad legionaria. En Marzo también
del 84 se realizaría la primera Fase de Nieve. En Junio se trasladaban a La
EMMOE de Jaca a realizar unos ejercicios con los alumnos del Curso de
Operaciones Especiales que allí se realizaba. A finales de ese mismo año, una
anécdota da muestras de la madera de la que estaban hechos aquellos
legionarios: Durante un recorrido topográfico nocturno, un binomio se despeñó,
cayendo por un barranco de unos 12 metros. Ambos no rompieron el silencio que
se había impuesto a la misión hasta el amanecer, cuando fueron localizados y
rescatados.
El 17 de Mayo de 1985[2]
se creaba la Bandera de Operaciones Especiales de la Legión (BOEL), ampliando
la capacidad de la UOEL y elevándola a la categoría de Bandera (tipo Batallón),
con tres Compañías de Operaciones Especiales (Compañía de
Especialidades/Instrucción, Compañía de Patrullas de Combate y Compañía de
Patrullas de Reconocimiento Profundo) y una de Unidad de Apoyo, Dependiendo
orgánicamente del IV Tercio de Apoyo "Alejandro Farnesio" y
con base en Ronda (Málaga), la nueva bandera absorbe la UOEL y, con el concurso
de voluntarios, completa las tres compañías que le asigna su orden de creación.
El 14 de Noviembre de 1.986 recibe su primer guión en el campamento de
Montejaque (Ronda).
De esta forma, la Bandera de Operaciones Especiales de la Legión se creó
con Cabos 1º y Cabos seleccionados de los 4 Tercios y el nivel inicial de
preparación de la tropa marcó para siempre a la Bandera: Sus Cabos 1º eran los
únicos de España (con alguna excepción de la UOE) que eran diplomados en
Operaciones Especiales. Eso puede dar una idea del nivel de exigencia al que se
sometía a la tropa (todos profesionales) que pisaba la Bandera. El curso de
tropa o Fase Básica de OE, s, como se llamaba entonces en algunos casos llegó a
tener una duración similar a las del Curso de Mandos (9 meses). No había
piedad, sólo terminaban los fuertes, los duros, los valientes. Hoy en día a
"algunos" si les quitas el visor holográfico o el designador
láser, no saben disparar, comprobado. Les han hecho creer que son "agentes
de operaciones especiales" en lugar de GUERRILLEROS, denominación que
nunca debió desaparecer -independientemente del cambio en las misiones-, pues
ese término es eminentemente español e histórico. La Bandera fue pionera en
muchas cosas: Los primeros en fomentar la especialización, primero por COE.´s y
más tarde por equipos. Nunca hubo PRP,s como las de la BOEL, llegando a transmitir a más de 8.000 km con una radio HF de
20 Wts... Ahí queda eso.
En Enero de 1996 -y en virtud de la de la NG 6/94 EME, la aplicación del
Plan NORTE-, la BOEL pasa a formar
parte de la Fuerza de Acción Rápida
(FAR), dentro del Núcleo de Apoyo a la FAR (NAPOFAR), del que depende
operativamente, pero sin perder su dependencia administrativa del IV Tercio.
El 1 de Julio del 98 quedaba integrada, junto con dos Grupos de Operaciones
Especiales, en el Mando de Operaciones
Especiales (MOE). Con motivo de pasar a tener dependencia del MOE se
adoptaba una organización más acorde a la del reto de GOE.´s: Una Plana Mayor
de Mando, dos Compañías de Operaciones Especiales, una unidad de Transmisiones
y una Compañía de Plana Mayor y Servicios. La primera agrupaba al comandante
encargado de la Inteligencia, otro comandante que gestionaba las labores de
operaciones y actuaba como segundo jefe de la unidad, un tercero encargado de
la logística, un Suboficial Mayor y la Jefatura de Sanidad.
Por su parte, las COE.´s tenían un mando que gestionaba un comandante, su
Plana Mayor y tres Operativos de Operaciones Especiales que incluían –cada uno-
tres equipos básicos compuestos por un equipo de especialistas en agua y otro
especialista en montaña. La Unidad de Transmisiones integraba su mando y Plana
Mayor, dos equipos de base de radio y una unidad informática, mientras que la
COE de Plana estaba compuesta por su Mando y su Plana Mayor, la Sección de
Mando, la Sección de Abastecimiento, Mantenimiento y Sanidad, contabilizando el
BOEL un total de aproximadamente 250
legionarios, confiriendo a la Unidad una inusitada operativa y estando
integrada exclusivamente por personal voluntario (y altamente motivado).
En Junio de
2002 se traslada finalmente a la localidad de Rabasa (Alicante),
transformándose en el “Grupo de
Operaciones Especiales C.L. Maderal Oleaga XIX”. La versión oficial de
la disolución... El caso es que al crear el MOE y pretender establecer a las
Unidades en Rabasa, que la BOEL
siguiera siendo legionaria presuponía más inconvenientes que ventajas: La
diferenciación entre los que son legionarios y los que no lo son podría
acarrear "problemas de convivencia", a sumarle el problema de
la doble dependencia -ya que siendo una bandera legionaria, el general de La
Legión algo tendría que decir-... Todo ello no beneficiaba al aglutinador proyecto
MOE.
En resumen, la BOEL fue la
primera en tener equipos de Combate Urbano o CQB como se denominan actualmente
(“combate en poblaciones”, como siempre se le llamó); la primera en
conformar equipos de Tiradores de Élite, etcétera, etcétera. La única unidad en
España que estuvo a su altura fue la UOE de Infantería de Marina (y por
factores similares). La BOEL siempre
estuvo innovando en Operaciones Especiales, es más, muchos de los
procedimientos que hoy se usan en el Mando de Operaciones Especiales partieron
de las Normas Operativas de Procedimiento de la Bandera (tanto las de
patrullaje como las de combate urbano -por nombrar alguna- y, ni que decir
tiene, las de los equipos de tiradores). La Bandera fue siempre la unidad más
innovadora en todos los procedimientos (sería injusto no reconocerle el papel
que jugó teniendo en cuenta además que fue la que más interés mostró en que se
creara el MOE).
Y lo que distinguió a la Bandera por encima de cualquier otra consideración
fue que todo el mundo tiraba del carro en la misma dirección, desde su Teniente
Coronel hasta el último Legionario. Su compromiso con la unidad era a prueba de
balas…
Misiones:
Desde su creación la BOEL ha
participado en numerosos ejercicios, tanto nacionales como internacionales, ganándose
el respeto y la admiración de fuerzas de tanta solera como las británicas,
americanas, francesas y alemanas. Además, un equipo de 35 hombres de la BOEL ha
formado parte de la Operación “Alfa-Bravo” en la antigua Yugoslavia,
incluido en las Agrupaciones Tácticas “Málaga” y “Canarias”,
donde desarrolló labores de protección, reconocimiento y obtención de
información.
Las misiones de la BOEL en esta
nueva etapa, son las propias de la nueva filosofía sobre el empleo de las
unidades de OE en los ejércitos occidentales. Estas incluyen, entre otras:
actuaciones tipo comando, misiones de reconocimiento en profundidad, rescate de
rehenes o prisioneros, recuperación de material sensible, etc.
Formación:
Para poder cumplir este tipo de misiones, los integrantes de la BOEL debían de estar perfectamente
preparados[3].
Una vez admitido el futuro legionario como MPTM, se iniciaba el entrenamiento
básico de La Legión que se extenderá durante un periodo máximo de 2 meses.
Entre los que habían superado el Periodo Básico y se habían presentado
voluntarios como aspirantes al ingreso en la BOEL, se efectuaba una preselección
física y psíquica.
Tras ser preseleccionado, se pasaba a la fase de instrucción básica propia
de la bandera, que incluía, entre otras actividades: Curso de paracaidismo
(para tropa), instrucción de combate, explosivos, armamento, tiro, topografía, Primeros
Auxilios, transmisiones, reconocimiento de materiales, supervivencia, vida y
movimiento en montaña, actividades acuáticas, fotografía e interpretación
fotográfica, etc. Esta fase tenía como colofón un ejercicio en el que, en no
más de 72 horas, el aspirante deberá poner en práctica todo lo aprendido, en
condiciones de especial dureza. Los pocos que lograban pasar con éxito este
ejercicio recibían la boina verde de la BOEL,
y eran asignados a la compañía que más se adecuase a sus posibilidades.
“Una
vez superado los meses de preparación tuvo que llegar la hora: Nos tuvieron
desde por la mañana arriba en el salón viendo pelis, etc. Serían aproximadamente
las 14:00 horas cuando nos marchamos todos en formación hacia arriba,
concretamente donde solíamos dar las tácticas de combate.
Recuerdo
que era invierno, ya llovía, y nos acercamos hacia una tienda cónica.
Una vez
llegado el capitán nos dijo a todos “Si estáis preparados para pasar las
pruebas que den un paso al frente”. Como era evidente todos los que quedábamos -ya
que en esos meses ya hubo bastantes bajas- dimos el paso al frente; luego
entramos uno a uno y -cual fue nuestra sorpresa- en la tienda habían mandos. Al
entrar recibimos más palos que no os podéis imaginar. Una vez recibida tal
bienvenida, nos colocaron de rodillas y ¡a afeitarnos la cabeza al cero! Y, por
supuesto, los ojos vendados con cinta americana y claro está de rodillas (una
anotación: Si alguien se movía ya que llovía y las rodillas se notaban, pues
otra ración de palos). Nadie decía ni una palabra. Las horas fueron eternas.
Recuerdo que sólo nos levantaron para darnos algo de comer: Ese día me pusieron
en la famosa gorra espinacas, un trozo de pescado y una naranja que me sabía a
manjar (me lo como todo). Y otra vez de rodillas y más palos. Al anochecer ya
no sentía las piernas como decía Rambo… Ahora me río. Sobre las 22:00 horas nos
echaron a un camión, como sacos de patatas. Nadie sabía dónde nos llevarían.
Nos bajaron
a patadas y de cara al suelo, lleno de barro, y con los brazos en la cabeza.
Nos dijeron que estábamos prisioneros. Unos recibían patadas, otros insultos y
hasta hubo quien recibió una agradable meada sobre el cuerpo. Así estuvimos
bastante tiempo. Más tarde, fuimos entrando de uno en uno en una tienda donde
estaba nuestro capitán y los tenientes. Me preguntó cómo me llamaba, mando y
unidad pero únicamente contesté que me llamaba Manolo Escobar y -por supuesto-
me dieron el carro completo (placa-placa y más…).
Luego me
sentaron a una mesa donde había un plano y me habló nuevamente mi capitán:
“Estás aquí, ¿lo ves? Pues tienes que ir aquí”. Yo le conteste que sí y salí
corriendo de esta pesadilla que me estaba pasando. En el camino me encontré con
un compañero y decidimos ir en binomios. Claro está que si te pasabas del
recorrido estabas fuera de la prueba. Anduvimos por Sierra Blanquillas de un
punto hacia otro y con el agravante que en algunos puntos nos detenían
nuevamente y más palos… Ya casi al amanecer aparecimos nuevamente en el punto
de reunión que estaba al principio. Estaba lloviendo a mares, barro y más barro,
cansancio, etc. Vimos algunos Cabos 1o desayunando y cualquiera se
acercaba a pedir algo, así que me tapé con el poncho y encendí una vela (al
menos tenía algo de calor). Por fin escampó, nos formaron y a pasar el famoso
pasillo de fuego y pitando todos a –también- montar el fusil en tiempo, disparar
y hacer blanco. Ya creíamos que aquí se terminaría todo ¡pero nada que ver!
Otra vez reunidos y en binomios, esta vez carrera hacia la Cueva del Gato.
Estábamos
arriba y para bajar, lo mejor de todo, el rappel-tirolina y un disparo y ¡al
agua patos! El agua más fría de mi vida -lo recordaré mientras viva- y
nuevamente a correr en tiempos hacia el cuartel. Justo en la entrada posterior
del cuartel (concretamente donde solíamos salir para comer a la Venta Miguel)
estaba un cabo cronometrándonos y me dijo “Vas bien de tiempo; ahora vete a la
pista de aplicación que te esperan. ¡Corre!”). Una vez llegado a la pista había
que pasarla. Estaba sin desayunar, sin comer, sin fuerzas… Sé que era el último
esfuerzo y había que pasarla entera y no fallar o de lo contrario nuevamente a
pasarla. Ya había en la compañía compis que estaba animando a gritos (“¡Vamos,
vamos Sevilla!” me decían). Conseguí pasarla… Pero tres veces. Lo que más
recuerdo fue que, entrando en la compañía, entregué el material, me duché y un
compañero me acercó una botella de Coca-Cola y unos pasteles (¡Dios, qué bueno
me supo!). Al día siguiente veíamos compañeros que se marchaban a otras
unidades. Sólo quedamos unos poco, no recuerdo el número concretamente, en
formación y nuestro Capitán nos entregó la Boina Verde ¡Por fin conseguí tan
preciada Boina! Y más tarde nos dieron un homenaje con algo de comida y bebida.
Sé que
algo no recordaré, pero esto que os cuento lo llevo en mi memoria para el resto
de mis días…” (ARS, ex miembros de la BOEL: “La Prueba de la Boina”, 2 de
Septiembre de 2.012).
No obstante, con el destino en el bolsillo y la boina calada no estaba todo
hecho, ni mucho menos. Una vez dentro de la compañía de destino se continuaba el
adiestramiento en forma constante, durante el que se prodigaba la instrucción
táctica en el campo, empleando en este cometido un mínimo de 120 días al año
-siendo lo normal 160 días- con el fin de especializar al boina verde
legionario en, al menos, una actividad y capacitarle para desempeñar
secundariamente el resto de especialidades. Todo ello le permitía cumplir el
lema de la unidad: "POR ESPAÑA,
ME ATREVO". Además, al entrenamiento “en casa” se sumaban
numerosas maniobras internacionales: Las “Trabuco”, en territorio
español pero conjuntamente con el Ejército estadounidense, los ejercicios “Pegasus”
(Patrullas de Reconocimiento de Largo Alcance, desarrolladas en Bélgica), los “Comangoe”,
con las Fuerzas Especiales portuguesas, las “Ardente” (con el Segundo
REP de la Legión Extranjera francesa) o los “Garellano”, en Ronda, con
los SAS británicos…
Desde su creación, primero como UOEL, después como
BOEL y finalmente como GOE, ha participado en numerosos ejercicios conjunto
combinados y ha desplegado en operaciones en Bosnia y Herzegovina, Albania
(labores de Apoyo y Protección durante la operación “Alba”), Kosovo,
Afganistán, Iraq y El Líbano.
A lo largo de su desarrollo, la BOEL
ha experimentado diferentes cambios de numeración dentro del organigrama
legionario. En sus inicios le fue asignado el número de la antigua XII Bandera "Cabo Suceso Terreros"
(aquel cabo que, durante la guerra de África, murió junto a todos sus hombres
en el tristemente famoso "Blocao
de la Muerte"). Después pasó a ostentar el de la vieja XIII Bandera "General Mola",
de fama sahariana. Finalmente, tras un nuevo cambio, detentó el número XIX, que
hasta entonces no había sido asignado, llevando como nombre el del último
laureado: "MADERAL
OLEAGA"[4].
Sin duda alguna, esta especial y alta cualificación venía determinada por
una adecuada conjunción del Credo Legionario –que daba un especial soporte
moral a estos hombres- con una preparación continuada y realista, elementos que
conjugados daban como resultado guerreros capaces de las acciones más difíciles
y espectaculares. Su actividad, organización y medios les confería una elevada
disponibilidad para el desempeño de todo tipo de misiones, considerándose que
la Unidad podía ser alertada de inmediato ante cualquier necesidad militar que
contemplara su despliegue o empleo táctico.
Eran, en definitiva, auténticos GUERRILLEROS.
El Caballero Legionario
de la Bandera de Operaciones Especiales de la Legión reúne una serie de
características-tipo que pudieran enumerarse en:
I.- Gusta de
enfrentarse a retos personales, y superar los hitos que aparecen como
infranqueables.
II- Le gustan las actividades
de conllevan riesgo y aventura.
III- No le importa la
dureza de la instrucción, siempre que el trato humano de sus Mandos y
Compañeros sea cariñoso, hacia su persona y problemas.
IV- Desea ser el mejor
en lo que hace, y no le asusta el ridículo de "no saber hacerlo".
V- Le gusta el deporte
y la vida sana, que acompañan de manera permanente a una forma de entender y
vivir la vida intensamente.
VI- Encuentra en ese
camarada y amigo, forjado en muchas horas de esfuerzo y sacrificio juntos, un
apoyo incondicional para toda la vida.
VII- Se siente
inmensamente orgulloso de pertenecer a LA LEGION, y está siempre dispuesto a
ocupar los puestos que le signifiquen mayor riesgo y fatiga.
VIII- Exige de su Mando
dedicación absoluta, preocupación por sus problemas y profesionalidad en todos
los órdenes; cuando este Mando consigue su respeto y cariño, le es fiel hasta
sus últimas consecuencias, para siempre.
IX- Cuando se va de la
Bandera, lleva una impronta vida diferente, de sacrificio, de austeridad, de
trabajo y esfuerzo, que le hacen afrontar los problemas de la misma de forma
muy diferente a como cuando entró, y sabe además que contará siempre de por
vida con su otra Familia, LA LEGION.
El paso de tiempo no beneficia a las milicias. Cada día
más se busca más lo políticamente correcto y eso en la guerra simplemente, no
tiene cabida. Los tiempos cambian, el concepto “Guerra” ya no existe, se
dulcifican las misiones y a sus protagonistas, reconvirtiéndolos en “oenegeros”;
las unidades se cierran, se crean otras pero lo que fue la XIX BANDERA DE
OPERACIONES ESPECIALES DE LA LEGIÓN "MADERAL OLEGAGA" es, simplemente,
irrepetible.
Y es que, como bien reza su lema:
POR ESPAÑA ME ATREVO.
[1] Organizadas en
Mando y Plana Mayor, tres pelotones de fusiles y uno de armas (aunque carecía
de morteros).
[3] Los soldados
que se iban incorporando a la Unidad seguían un programa de instrucción que
comprendía Fase Básica, Fase Superior y Fase de Especialización. La primera tenía
una duración de 16 semanas e incluía el periodo básico, el curso de
paracaidismo y el curso elemental de Operaciones Especiales. La Superior
implicaba su asignación a la Compañía de Operaciones Especiales específica para
adquirir experiencia en el aprendizaje de técnicas de combate, manejo de
equipos electrónicos, empleo de explosivos… En la Fase de Especialización se
realizaban diferentes cursos externos para lograr la mayor capacitación de sus
integrantes, como el salto manual (con la Brigada Paracaidista), de buceo de
asalto, conducción, tirador selecto, etc.
[4] El caballero
legionario Juan Maderal Oleaga, junto con el brigada legionario Francisco
Fadrique Castromonte, pertenecientes ambos al 3er Pelotón de la 10ª
Compañía de la XIII Bandera, fueron recompensados, a título póstumo, con la
Cruz Laureada de San Fernando, cuando el 13 de Enero de 1958, durante el
combate de Edchera, contuvieron entre los dos a numerosos enemigos mientras el
resto de la unidad se replegaba tras haber sufrido cuantiosas bajas.
Hola siempre a todas las buenas gentes.saludos.Caballeros y Compañeros.Hasta siempre Antonio
ResponderEliminarTanto esfuerzo para tan malos señores.
ResponderEliminarEstúpido
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=OYrLeKTHO60
ResponderEliminarEsa es una de las mejores muestras de lo que era y me alegra saber que ahora nos superan.